Australia se niega a desclasificar documentos sobre participación en golpe contra Allende

A pesar de que Estados Unidos desclasificó hace dos décadas documentos secretos sobre cómo encubrió y apoyó al régimen de Augusto Pinochet (1973-1990), aún quedan muchas interrogantes sobre la actuación de su socio, Australia, en la antesala del golpe contra el presidente Salvador Allende.

Por Leonardo Buitrago

02/06/2021

Publicado en

Chile / Mundo / Portada

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El gobierno de Australia rechazó este miércoles desclasificar documentos sobre su presunta participación en el golpe militar para derrocar al presidente Salvador Allende en 1973, con el argumento de que la publicación de asuntos de inteligencia podría poner en riesgo sus relaciones internacionales y la seguridad nacional.

El Ejecutivo australiano defendió esta postura durante la vista ante el Tribunal de Apelaciones Administrativas (AAT por sus siglas en inglés), dentro de un caso que no es judicial y aborda asuntos gubernamentales y en el que se enfrentan el ex oficial de inteligencia militar australiano Clinton Fernandes y el director general de los Archivos Nacionales de Australia, David Fricker.

Hasta los momentos, se sabe – tras la desclasificación de documentos secretos de Estados Unidos (EE.UU.) – que Australia envió a Chile en 1971 a agentes de los Servicios Secretos Australianos de Inteligencia (ASIS, siglas en inglés) durante el gobierno del liberal Billy McMahon, a petición de Washington, pero su sucesor, el laborista Gough Whitlam (1972-73) ordenó retirar a estos uniformados del país.

De igual forma, se conoció que por lo menos un agente de ASIS se quedó en Chile hasta después del golpe, mientras que algunos oficiales de la ASIO, la agencia de inteligencia australiana, trabajaron como agentes de inmigración encubiertos y ayudaron a la CIA estadounidense antes del golpe.

Hace 20 años, EE.UU. desclasificó sus documentos secretos y se descubrió su apoyo al régimen de Augusto Pinochet, así como también se conoció la actuación de su socio Australia, no obstante, no se conoce mucho sobre su posible participación en el golpe militar en el cual fue asesinado el presidente Allende.

Clinton Fernandes rechazó los argumentos del Gobierno australiano sobre la seguridad nacional porque el secreto en torno a los documentos es «proteger al Estado de un daño, no al Gobierno de la vergüenza».

Clinton Fernandes rechazó los argumentos del Gobierno australiano sobre la seguridad nacional porque el secreto en torno a los documentos es «proteger al Estado de un daño, no al Gobierno de la vergüenza».

En declaraciones a la agencia EFE indicó que “muchos australianos tendrían derecho a expresar su legítima preocupación si se descubriera que ASIS o ASIO hubieran cooperado con la CIA” en el golpe contra Allende; además de que se descubra de los posibles trabajos realizados por la CIA para crear un “clima golpista”, atentando contra la economía e incentivar a los militares a ejecutar el golpe.

“Estos crímenes están lejos de ser triviales; en un país con una población de 10 millones en 1973 hubo unos 4.000 casos de muerte o desaparición por parte del régimen, además de 150.000 a 200.000 casos de detenciones políticas y unos 100.000 casos creíbles de tortura”, se expresó en la revista política Crickey.

Por su parte, el abogado de Fernandes, Ian Latham, expresó a EFE que desclasificar estos documentos deben considerarse de “interés público” porque llena los “vacíos históricos” en Australia.

Latham aseguró que Fernandes no desea revelar los nombres de los agentes.  

Otro testigo con el nombre encubierto de Jack Lowe “no aclara cómo los eventos en Chile afectan a la seguridad o defensa de Australia”, según el documento de Fernandes, quien además consideró que el secreto en torno a ASIS y el gobierno australiano evitan que rindan cuentas ante el Parlamento y la opinión pública.

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