Chile, país desinformado: 3 de cada 4 comunas son desiertos informativos

El trabajo impulsado por la Fundación Gabo en distintos países de Latinoamérica y liderado en Chile por la UDP, visibiliza cómo la precarización laboral, la concentración de la información, la censura y la falta de diversidad en las redacciones limitan el ejercicio del periodismo local y restringen el acceso a información confiable en los territorios.

Chile, país desinformado: 3 de cada 4 comunas son desiertos informativos

Autor: Leonardo Buitrago

Por primera vez en la historia del país, un estudio ha logrado dejar en evidencia el devastador estado del ejercicio del periodismo. La investigación “Desiertos de noticias locales”, impulsada por la Fundación Gabo, arroja una conclusión alarmante: 3 de cada 4 comunas analizadas son clasificadas como “desiertos” o “semidesiertos” informativos, lo que significa que sus habitantes carecen de acceso estable y confiable a información de interés público local.

Esta situación se registra debido a la existencia de condiciones sumamente débiles para el ejercicio del periodismo profesional, que está restringido o que no ha conseguido desarrollarse de un modo estable.

El desarrollo de la investigación también abarcó a Argentina, Colombia, México y Perú, con la finalidad de identificar las áreas donde no existen condiciones apropiadas para el ejercicio del periodismo local y aportar evidencia para desarrollar estrategias que fortalezcan el acceso a información de calidad.

En el caso concreto de Chile, el trabajo fue liderado por el Centro de Investigación y Proyectos Periodísticos (CIP) de la Universidad Diego Portales y estuvo a cargo de los periodistas Francisca Skoknic y Alberto Arellano, quienes, con un equipo de 26 investigadores, recopilaron y analizaron datos de 802 medios de comunicación desde Arica hasta Tierra del Fuego.

“La principal conclusión de este análisis es que la gran mayoría de las comunas del país —excluyendo a casi todas las de la provincia de Santiago, donde se concentran los medios de alcance nacional—, son desiertos o semidesiertos informativos, lo que significa que en estas comunidades hay condiciones sumamente débiles para el ejercicio del periodismo profesional, que este está restringido o que no ha conseguido desarrollarse de un modo estable, impidiendo que la ciudadanía acceda a contenido de interés público local”, detalló el informe.

La investigación, que abarcó 314 de las 345 comunas del país, determinó que casi la mitad de ellas son consideradas desiertos informativos, debido a que no existen medios locales o los que existen no entregan contenido local relevante para sus habitantes.

Si a esta realidad se suman los semidesiertos, la “aridez” informativa alcanza al 75% del territorio nacional, lo que deja en evidencia que en apenas el 25% de las comunas existen medios que cumplen mínimamente con las necesidades de la ciudadanía de acceder a información local de relevancia.

Rol protagónico de la radio

En este complejo contexto, la radio se erige como el medio informativo por excelencia. «Aunque se sabe que históricamente ha jugado un rol protagónico tanto en zonas urbanas como rurales para informar a los chilenos, la novedad es que siga manteniendo ese rol privilegiado pese a los avances de las plataformas digitales», indicaron desde la UDP en un comunicado de prensa.

De acuerdo con la investigación, solo en la región de Antofagasta el medio prototipo es un sitio web, mientras que en Tarapacá estas plataformas compiten codo a codo con las radios, que predominan en todas las otras regiones del país.

Las estaciones radiales no se han limitado a transmitir por las tradicionales ondas AM o FM, sino que han logrado adaptarse al nuevo entorno mediante streaming en Facebook, YouTube o sus propias páginas web. En paralelo, los medios nativos digitales toman fuerza en medio de la retirada de los periódicos impresos.

Respecto a la forma de organización, predominan los medios que funcionan como empresas privadas, aunque las radios comunitarias juegan un rol relevante en varias localidades. El estudio detectó una gran heterogeneidad en la influencia de actores públicos y privados.

“Llama la atención cómo en algunas comunas la presencia de fondos públicos es mínima y en otras prácticamente controlan a los medios, sobre todo a través de organismos locales, como los municipios. Del mismo modo, en ciertas áreas la influencia privada es baja o está atomizada y en otras hay industrias que influyen directamente en el financiamiento y el contenido de los medios, como es el caso de la minería en algunas comunas del norte del país”, se lee en el documento.

Precarización laboral y amenazas emergentes

El informe “Desiertos de noticias locales” advierte que la precarización laboral es una constante y las formas de contratación varían drásticamente.

Mientras algunos medios mantienen contratos indefinidos, “el trabajo voluntario es lo que permite sostener a muchos medios locales, lo que habla también de un bajo nivel de profesionalización. El pago por la venta de avisos es relevante en algunas zonas, otra señal de precarización laboral”.

Si bien Chile sigue siendo considerado un país seguro para el ejercicio del periodismo comparado con otras naciones de la región, el estudio enciende una alarma sobre una nueva tendencia: la emergencia de amenazas aisladas vinculadas al crimen organizado.

“Las encuestas dan cuenta de que Chile sigue siendo un país seguro para los periodistas, pero empiezan a emerger amenazas aisladas del crimen organizado —con menciones en la Región Metropolitana y Antofagasta—, lo que debería ser una señal de alarma”, advierte la investigación.


Un paisaje árido: las cifras de la desinformación

El análisis, que incluyó a 314 de las 345 comunas del país, categorizó el territorio en cuatro tipos según la salud de su ecosistema informativo: desiertos, semidesiertos, semibosques y bosques informativos..

  • 149 comunas (47,5%) son desiertos informativos: esto significa que aquí hay condiciones sumamente débiles para el ejercicio del periodismo local, que este está restringido o que no ha conseguido desarrollarse de un modo estable.
  • 82 comunas (26,1%) son semidesiertos: Las condiciones para el periodismo profesional son escasas.
  • 49 comunas (15,6%) son semibosques: hay condiciones para el ejercicio del periodismo local pero este enfrenta limitaciones y condicionamientos que podrían ser graves.
  • 34 comunas (10,8%) son bosques informativos: hay condiciones razonables para el ejercicio del periodismo local. En estos lugares, las personas pueden informarse sobre los problemas de su entorno y mejorar la calidad de la vida pública local.

Llamado a fortalecer el periodismo como bien público

Los resultados del estudio están disponibles en un mapa interactivo, una herramienta pública para visualizar la crítica situación del acceso a la información en el país.  

La categorización de los territorios en desiertos, semidesiertos, semibosques y bosques informativos permite reflejar las condiciones para el ejercicio de un periodismo local independiente y sostenible..

Para la Fundación Gabo, este trabajo es fundamental en su misión de promover un periodismo ético.

Al respecto, Miguel Montes Camacho, director de Programas de la Fundación , subrayó la importancia del hallazgo.

“En el año en que la Fundación Gabo celebra 30 años de trabajo por un periodismo ético y comprometido, este estudio representa un aporte decisivo para revalidar el rol del periodismo como bien público. Al visibilizar las brechas informativas que persisten en nuestra región, especialmente a nivel local, reafirma la necesidad de fortalecer el periodismo de proximidad, con vocación de servicio y arraigo en las comunidades, como herramienta clave para garantizar el derecho a la información y revitalizar la vida democrática desde los territorios”, destacó, citado en el comunicado de prensa.

El estudio “Desiertos de noticias locales” no solo diagnostica una profunda crisis, sino que también sienta las bases indispensables para que la sociedad civil, la academia, los medios de comunicación y el Estado diseñen políticas y estrategias que reviertan la aridez informativa que afecta a la inmensa mayoría de los chilenos.

«A través de los mapas de cada uno de los países participantes, cualquier persona podrá identificar los niveles de acceso a información local en distintas regiones, así como comprender los factores estructurales que impactan el ecosistema informativo y los desafíos y potencialidades del periodismo en estos contextos», señalaron desde la UDP.


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