Críticas a proyecto de ‘modernización laboral’: «Pone el interés de los grandes empresarios como objetivo»

Desde el Frente Amplio

Por Daniel Labbé Yáñez

02/05/2019

Publicado en

Chile / Portada / Trabajo

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«Son medidas para adaptar mejor las jornadas laborales, de forma tal de que se puedan conciliar, de mejor manera, con el mundo de la familia, del deporte, de la cultura, de los amigos y de lo que las personas quieran hacer con su tiempo libre», señaló este jueves el Presidente Sebastián Piñera en La Moneda al firmar un proyecto de ley que pretendería una “modernización laboral”.

De acuerdo a lo que destacó el mandatario, la iniciativa propone una jornada mensual de 180 horas, las que podrán ser distribuida de forma diferente cada semana. Además, el período semanal de labores no podrá ser de menos de 4 días ni más de 6, acordando los trabajadores con su empleador descansar viernes, sábado y domingo. Por otra parte, el proyecto permite acordar alternativas de horario de inicio y término de jornada, así como adaptarla en períodos de vacaciones familiares.

Sin embargo, la iniciativa ha sido duramente criticada desde la oposición, especialmente desde el Frente Amplio. La diputada Maite Orsini (RD) fue una de las parlamentarias que lo cuestionó, señalando en primer lugar que «no es posible construir un país verdaderamente justo si no propiciamos la existencia de sindicatos fuertes». «Sin sindicatos fuertes que puedan discutir de tú a tú con el empleador, este será quien defina las jornadas y horarios de sus trabajadores para maximizar sus ganancias y optimizar sus recursos. La vida familiar y los intereses del empleado no serán importantes en esa definición», advirtió. 

La diputada agregó que, por el contrario, «lamentablemente, el Gobierno levanta un proyecto de ‘modernización laboral’ que pone el interés de los grandes empresarios como objetivo, apuntando a crecer, pero no a que eso se traduzca en un mejoramiento de la calidad de vida de las y los trabajadores».

En esa misma línea, Orsini apuntó que «la supuesta flexibilización» que conllevaría la iniciativa, «se convierte en precarización cuando no hay igual poder negociador entre las partes».

Por otra parte, centró sus críticas en la insuficiente perspectiva de género que -a su juicio- se evidencia en la propuesta del Ejecutivo. «En vez de promover una doble jornada, en la empresa y en la casa, para millones de mujeres, debemos apuntar a terminar con la vergonzosa cultura de la invisibilización y avanzar hacia el reconocimiento económico y previsional del trabajo de cuidados que hoy no es remunerado y que los sectores conservadores prefieren llamar ‘amor’ para que así no se vea la injusticia y abusos que implica», espetó la parlamentaria. 

Sobre los efectos del proyecto en el contexto actual del país y las condiciones laborales generadas por las nuevas tecnologías, la diputada RD señaló que «las aplicaciones están usando la palabra ‘intermediario’ para no asumir que son empleadores y que eso implica obligaciones para con las y los trabajadores. En el Gobierno han actuado con complicidad frente a esta maniobra». «No puede ser que una persona tenga como principal trabajo hacer reparto de alimentos y transporte de personas, pero que pueda ser despedida sin explicaciones ni ningún tipo de indemnización», concluyó la congresista.

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