El reconocido periodista Rafael Otano será homenajeado por la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile que le hará entrega este martes del Premio Libertad de Expresión José Carrasco Tapia.
La premiación se efectuará a las 18:00 horas en una ceremonia abierta al público en el auditorio Libertad de Expresión Periodista José Carrasco Tapia, de la Facultad de Comunicación e Imagen da casa de estudios, situada en Capitán Ignacio Carrera Pinto 1045, Ñuñoa.
El experimentado cronista será reconocido por su labor en el proceso histórico entre la dictadura y la transición a la democracia.
Cabe recordar que el pasado 19 de junio la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (FCEI) anunció el nombre de los ganadores de la segunda versión del Premio, en las categorías trayectoria y libro periodístico.
En esa ocasión se informó que Otano fue reconocido en la categoría Trayectoria por ser calificado por el jurado como “un ejemplo de ética profesional que distingue y honra al Premio José Carrasco Tapia”.
El periodista nació en Pamplona, España en medio de la Segunda Guerra Mundial, sufrió la dictadura de Francisco Franco, transitó su adolescencia en monasterios y se ordenó sacerdote, a sus 29 años desembarcó en Chile cuando gobernaba Frei Montalva (1968), y se desempeñó como profesor del colegio Hispanoamericano. Luego de cinco años decidió dejar los votos, por un quiebre con la institución religiosa. Luego estudió periodismo en la UC, vivió el golpe militar contra el presidente Salvador Allende que dio origen a la dictadura de Augusto Pinochet. Otano fue director de la Apsi, revista política chilena fundada en 1976, siendo uno de los primeros medios de comunicación de oposición al régimen, posteriormente volvió a España.
En 1989 retornó a Santiago y escribió el libro Crónicas de la transición. En el área académica, ha sido profesor de varias generaciones de periodistas.
«Su trayectoria ha significado un aporte al periodismo, siendo un pilar en los años ochenta en la lucha por la libertad de expresión a partir de su trabajo en la revista APSI. En la década de los noventa, tanto la publicación de su libro Crónicas de la transición como la docencia universitaria, marcaron la formación de periodistas en la postdictadura. Rafael Otano, afirmó la mesa deliberante, también representa la figura de un periodista que sale del esquema de lo convencional, buscando nuevas perspectivas y revelando el necesario carácter ilustrado de un profesional de las comunicaciones», destacaron desde la Facultad al anunciar que recibiría el Premio Libertad de Expresión José Carrasco Tapia.
Asimismo, señalaron que el jurado estuvo compuesto por la decana de la Facultad de Comunicación e Imagen, Loreto Rebolledo; el director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, José Miguel Labrín; las Premios Nacionales de Periodismo Faride Zerán, Patricia Stambuk y María Olivia Mönckeberg; la periodista Premio Lenka Franulic 2018, Marcia Scantlebury; y la presidenta del Colegio de Periodistas, Rocío Alorda.
Segunda edición del Premio Libertad de Expresión José Carrasco Tapia
La instancia que nació en la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile por el 70° aniversario de su Escuela de Periodismo y la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, lleva el nombre y recuerda al periodista titulado en esta casa de estudios y asesinado por agentes de la CNI en septiembre de 1986, José “Pepe” Carrasco.
Al respecto, la decana de FCEI, profesora Loreto Rebolledo, explicó que la importancia de que este premio conmemorativo lleve su nombre está justamente ligado a lo que Carrasco representaba.
“Por eso destacamos la trayectoria de periodistas que han sido capaces de demostrar un ejercicio ético vinculado a temas de derechos humanos y libertad de expresión, valores que Pepe defendió en vida y que para nosotros, como facultad, son tremendamente importantes”, indicó.
En la misma línea, el director de la Escuela de Periodismo, profesor José Miguel Labrín, planteó que “estos temas, desde múltiples perspectivas siguen siendo ámbitos relevantes de discusión pública, y el libro periodístico cumple un rol sumamente importante para poder instalarlos”.
Además, señaló que este premio “así como en su primera versión, hoy instala desde la escuela de periodismo más antigua de Chile un soporte para el desarrollo de nuestra profesión, que es tan importante de fortalecer en defensa de la democracia, sobre todo cuando se ve amenazada por discursos que la ponen en peligro. […] Los ganadores cumplen con este espíritu a cabalidad”.