Gobierno de Bachelet:

Internan a huelguistas mapuches para debilitar movilización

Nuevamente el gobierno de Bachelet utiliza maniobras propias de la inteligencia para intentar debilitar la movilización que llevan los presos políticos mapuches en la cárcel de Angol.

Por Ramiro Rodriguez

09/05/2014

Publicado en

Chile / Represión

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Ayer el personal de gendarmería había trasladado a los huelguistas al hospital de Temuco en el caso de Llanka Tori y también al hospital de Victoria a Luis Marileo, Cristian Levinao y Leonardo Quijón, en donde supuestamente el traslado correspondía a exámenes a Llanka por su delicado estado de salud y a los demás por el mes que cumplieron en huelga.

Leonardo Quijon y Mariano Llanka, quedaron internados o mejor dicho presos, en aquellos hospitales custodiados cuidadosamente por gendarmería. Los mapuches se encuentran amarrados a sus respectivas camas y no se les ha permitido el acceso ni a familiares y voceros para conocer el estado en el que se encuentran.

En el caso de Llanka Tori, la inquietud es más grave, ya que su traslado respondía a la realización de exámenes médicos exigidos por el gobierno, para confirmar la gravedad de su estado de salud, pero hasta el momento se le ha realizado ningún tipo de examen. Los voceros exigen por parte de los presos y la misma vocería, que sean trasladados inmediatamente al penal de Angol.

Por otra parte ayer se sumó la detención de dos comuneros, Juan Patricio Marileo y Rodrigo Levinao (hermano de Cristian Levinao), ambos miembros de la comunidad Loloco fueron detenidos por carabineros luego de ser controlados mientras se desplazaban en motocicleta al sector de Antinao, quedando bajo arresto domiciliario en Collipulli. Esta detención es parte de las maniobras que está utilizando el gobierno con el fin de dividir la movilización, ya que la detención no es más que un hostigamiento a los familiares de los presos, según los voceros de los huelguistas.

El traslado, la separación y el aislamiento de los huelguistas en hospitales públicos no es un hecho nuevo, más bien se viene repitiendo en todas las huelgas anteriores y más que un acto a favor de la vida y salud de los hermanos, se convierte a grandes rasgos en un secuestro, ya que, en ese aislamiento los huelguistas son sometidos a presiones y tratos denigrantes que buscan excavar su integridad moral, voluntad para quebrar con la huelga.

La supuesta voluntad de diálogo y acciones concretas para resolver las demandas del pueblo mapuche por parte del intendente Huenchumilla y del gobierno bacheletista, tiene un interés bien bajo. El petitorio de los huelguistas solo requiere voluntad política para resolverse, pero al contrario, el gobierno chileno solo sigue tramitando y dilatando una solución. Queda claro que el diálogo que quieren plantear es más bien una obligación de parte del Gobierno. “Está claro que si no aceptamos lo que nos vienen a imponer van a utilizar las mismas maniobras de siempre para que seamos el Pueblo obediente y sumiso, que seamos sus indígenas”, señaló la vocería de los huelguistas.

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