Las trampas de la reforma previsional

A un año de que expire su gobierno, Sebastián Piñera se está jugando el poco capital político que le queda en aprobar la reforma previsional. Para doblegar la postura de la oposición, que exige asignar la totalidad de la cotización adicional al ahorro colectivo, acaba de sacar un conejo del sombrero en la forma de un aumento del pilar solidario.

Por El Ciudadano

04/03/2021

Publicado en

Chile / Portada

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Por: Valentina Benito y Carlos Tromben

Este miércoles la Comisión de Trabajo del Senado aprobó la idea de legislar el proyecto de reforma previsional, luego de un año de tramitación en la Cámara Alta.

La iniciativa fue aprobada con cuatro votos a favor y uno en contra, este último, correspondiente a la presidenta del Senado, Adriana Muñoz (PPD).

Por su parte, el presidente Sebastián Piñera anunció en cadena nacional el detalle los cambios a la reforma que está siendo discutida en el Congreso.

La urgencia asignada al proyecto por el ejecutivo confirma que el mandatario está apostándolo todo a sacar la reforma, aunque le cueste tensionar su propia coalición de gobierno y en particular a la UDI.

El anuncio causó debate, puesto que Piñera señaló que el 6% de cotización adicional con cargo al empleador indicado en la reforma, debe dividirse en 3% a cuentas individuales y el otro 3% a un fondo común, lo que implicaría que estas cotizaciones ya no irían íntegramente a un fondo solidario como exige la oposición.

Críticas a las indicaciones

Los cambios anunciados ya habían sido criticados por Adriana Muñoz, quien fue enfática en señalar que el 6% debe ir íntegramente a un fondo colectivo.

«Nosotros hemos insistido que toda la cotización adicional vaya a un fondo de ahorro colectivo (…) En el marco del 6% (adicional estatal), todo el 6% a un fondo de ahorro colectivo. Creo que hay que seguir conversando», precisó la parlamentaria en una entrevista con Cooperativa.

Asimismo, Muñoz se refirió al eventual y esperado tercer retiro del 10%, señalando que la reforma no debe ir orientada a detener esta medida.

«Nosotros creemos que esta ley y esta reforma no puede ser una reacción a frenar un tercer retiro del 10% (…) Tiene que ser un debate en relación a generar las bases de un sistema previsional desde la perspectiva de la seguridad social, de la solidaridad y no seguir fortaleciendo un sistema de capitalización individual«, puntualizó.

Piñera continúa cautelando el negocio de las AFP

Las críticas continuaron luego del anuncio oficial. Luis Mesina, vocero de la Coordinadora Nacional de Trabajadores No+AFP, enfatizó que Piñera continúa cautelando el negocio de las AFP.

“Como ha sido su trayectoria -propia de un mitómano-, anuncia grandilocuentemente grandes mejoras; pero, oculta la estrategia de fondo de su gobierno, la cual es cautelar que el negocio de las AFP siga intacto”, aseveró el activista.

Mesina también fue crítico respecto a la división del 6% de la cotización adicional, señalando que esto no mejorará las pensiones.

Del 6% de aumento gradual de contribuciones un 3% irá a las AFP ¿qué significa? Que a más de un 70% de los actuales afiliados no les mejorarán las actuales y futuras pensiones”, precisó.

Zanahoria del pilar solidario

Para vencer la resistencia de la oposición a dividir la cotización adicional, el presidente encontró una zanahoria: la ampliación de la cobertura del Pilar Solidario, el cual actualmente cubre hasta el 60% de la población más vulnerable del país. Con la reforma, pasaría a cubrir el 80%.

Otros cambios anunciados corresponden al aumento de la Pensión Básica Solidaria (PBS) y anticipar el reajuste a pensionados entre los 65 y 54 años beneficiarios del Pilar Solidario, el cual está aprobado desde enero de 2020.

Estas dádivas concedidas por el ejecutivo tendrán un costo fiscal importante. En algún momento se habló de financiarlo eliminando algunas exenciones tributarias, pero eso implicaría abrir un flanco con los empresarios.

El director de presupuestos Matías Acevedo señaló a El Mercurio que los anuncios de Piñera costarán unos 1.300 millones de dólares, que serán sufragados el primer año (2022) por los ingresos extraordinarios de la licitación del 5G y los siguientes gracias a un mayor crecimiento económico.

Sin embargo, esto no tiene sustento técnico ni matemático, pues el número de beneficiarios del pilar solidario aumentará en el tiempo según vaya envejeciendo la población chilena, en particular la de menores recursos.

El déficit público viene aumentando desde 2013 y con él la deuda del fisco. A septiembre de 2020 la deuda local ascendía a 62.176 millones de dólares, según cifras de la Dirección de Presupuestos. Los principales acreedores del Estado chileno son las propias AFP, que poseían a esa misma fecha 40.182 millones de dólares en bonos de la tesorería general de la república. Se podría dar el absurdo de que los 1.300 millones y más que se necesitarán para el pilar solidario sean sufragados por los propios pensionados del futuro.

Pero Piñera es un buen jugador e ideó otra fórmula para seducir a la bancada opositora: anunció que el 6% de cotización adicional será administrado en su totalidad por un ente público, dejando fuera a las AFP. A ese nivel está dispuesto a apostar.

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