El 10 de octubre se viene anticipando desde enero de este año como un momento cúlmine para la historia de Lucybell, cuando anunciaron su receso de los escenarios. Un día para los registros y en el cual se bajó el telón de la banda, con un show de larga duración en el Movistar Arena de Santiago.
Pasadas las 21 horas, y con el recinto a tope, un circuito de pantallas led recibió en el escenario al trío capitalino, quienes iniciaron su último recorrido con “De sudor y ternura”.
La energía desbordante del público embriagó a Cote, Edu y Claudio, quienes desde el primer momento se mostraron emocionados y comunicativos con los vítores desde las gradas.
Fueron 34 años resumidos en tres horas de show, repasando momentos en acústico, con vientos y con cuarteto de cuerdas incluidos, cantando éxitos a destajo y sin reparar en una propuesta sonora cuidada para la ocasión. “Hoy soñé”, “Carnaval” y “Milagro” se apropiaron a coro de los presentes. Temas que transcurrieron entre el escenario principal y uno secundario, ubicado al otro extremo.
Durante toda la noche, los miembros del grupo expresaron su gratitud hacia sus seguidores, entre emotivos discursos y miradas cómplices, todo ante un ambiente impregnado de nostalgia, alegría y agradecimiento, reflejada en cada acorde y cada palabra compartida.
Hacia la mitad del show momentos tales como “Sálvame la vida”, “Infinito amor” y la continuación con “Luces no bélicas” transcurrieron ante la euforia y comunión de miles en celebración a la historia del legado de Lucybell.
El triplete de “Fe”, “A perderse” y “Cuando respiro en tu boca”, significó una ovación cerrada y agradecida, para finiquitar con el último encore de la banda: la indiscutida “Mataz” se encargó de cerrar el capítulo.
Se escribe el epitafio con “Mil Caminos” y surge una última reverencia: Un preciso instante en que la historia de Lucybell se consolida y su legado se expande.

El Ciudadano