En última etapa del juicio oral

Mayor de Carabineros niega supuestas torturas contra ex pareja de Nabila Rifo y apunta a «coartada»

En cuanto a otras pistas que podrían haber apartado a Mauricio Ortega de las sospechas del equipo investigador, el oficial dijo que "se hicieron las diligencias y hasta donde yo sé, no hubo ningún antecedente comprobable, fidedigno, que abriera una línea investigativa fuerte que nos permitiera, en definitiva, establecer una autoría distinta".

Por Matías Rojas

05/04/2017

Publicado en

Chile / Policial

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En la audiencia número 16 del juicio oral contra Mauricio Ortega por la sangrienta agresión que sufrió en mayo de 2016 su ex pareja Nabila Rifo, el comisario de Carabineros de Cochrane, Jorge Valdivia, entregó detalles de su participación en el caso.

El oficial reforzó la tesis del Ministerio Público, en orden a que el imputado supuestamente cometió la golpiza contra la mujer y que desarrolló «acciones de encubrimiento y distracción para poder justificar algún hecho de robo que se pudiese asociar» con la misma.

Ello, tomando en cuenta el antecedente expuesto la semana pasada por un perito de la institución, Jaime Huiriqueo, respecto a la existencia de un llamado telefónico efectuado horas después del suceso entre el celular de la víctima y el del acusado.

Funcionarios que intervinieron en la causa manifestaron que los aparatos, cuyo paradero fue desconocido a los policías por Ortega, aparecieron más tarde al interior de la casa, ocultos.

Valdivia también respondió por las denuncias que lo vinculaban con supuestos apremios ilegítimos contra el ex conviviente de Rifo, esto en el contexto de una visita al penal de Cochrane durante la cual se le habría conminado, forzosamente, a aceptar su culpabilidad.

Dicha situación, que motivó la instrucción de un sumario administrativo en Carabineros, fue desmentida por el mayor, precisando que, en su larga carrera de 23 años de servicio y habiendo participado en la indagación de procesos relacionados con violaciones a los derechos humanos, «nunca jamás» se le había acusado de torturas.

En este sentido, si bien reconoció la interacción con Ortega, explicó que ello sucedió de mutuo acuerdo -tanto por él como por Gendarmería- y que a diferencia de lo expresado al juez de garantía Mario Devaud en su momento, no exhibió piezas del expediente al interno.

«Fue una visita de carácter personal, particular, donde sí hablamos del caso… (ese) era el único tema en común que tenía con el imputado, pero no generó ninguna cuenta ni ningún oficio ni diligencias investigativas», afirmó.

En cuanto a otras pistas que podrían haber apartado a Ortega de las sospechas del equipo investigador, Valdivia sostuvo que «se hicieron las diligencias y hasta donde yo sé, no hubo ningún antecedente comprobable, fidedigno, que abriera una línea investigativa fuerte que nos permitiera, en definitiva, establecer una autoría distinta a la que estamos imputando el día de hoy».

Interrogado por el abogado defensor Ricardo Flores, el policía admitió que llegó a Coyhaique dos días después de ocurridos los hechos, ignorando mayores detalles sobre los funcionarios que rastrearon las inmediaciones del lugar donde Nabila fue encontrada con signos de hipotermia y sin sus globos oculares.

El mayor contestó negativamente cuando se le preguntó si mantenía información de que el trabajo se hubiere desplegado hacia el oriente, en dirección contraria a la casa de la pareja. Cabe indicar que, según los dos testigos menores de edad que presenciaron lo ocurrido, esa habría sido la ruta que tomó el agresor.

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