A más de cinco décadas de la ejecución de 14 campesinos de Paine en 1973, el Plan Nacional de Búsqueda volvió a la cuesta de Chada con una meta concreta: revisar nuevamente el lugar donde, según se expuso, fueron asesinadas las víctimas del sector El Escorial por soldados de la Escuela de Infantería de San Bernardo. Este lunes 15, la ministra en visita extraordinaria Marianela Cifuentes Alarcón informó los resultados de esa prospección arqueológica y detalló hallazgos que, aunque no incluyen nuevos restos óseos, sí reactivan una ruta de peritajes clave.
La audiencia, realizada en el auditorio “Ministro Héctor Solís Montiel” de la Corte de Apelaciones de San Miguel, reunió a equipos profesionales de la Bridehu de la PDI, Servicio Médico Legal, Laboratorio de Criminalística Central, peritos y representantes de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Paine. El objetivo fue compartir un cierre técnico y humano del trabajo desplegado en el marco del Plan Nacional de Búsqueda, con las familias presentes desde las primeras diligencias.
Plan Nacional de Búsqueda: revisión en la cuesta de Chada por Paine 1973
La ministra Cifuentes explicó el sentido del despliegue y la participación de las víctimas y sus familias en el proceso: “el Plan Nacional de Búsqueda tiene un enfoque distinto respecto de la participación de las víctimas en los trabajos de búsqueda de víctimas de desaparición forzada. Ellos estuvieron presentes desde las primeras diligencias en las inspecciones de prospección arqueológica y en esa oportunidad yo me hice un compromiso con ellos de que una vez que estuvieran listas todas las pericias relativas a las evidencias levantadas en el lugar, se iba a hacer una reunión informativa con el fin de hacer un cierre de los trabajos realizados en la cuesta de Chada”.
En esa misma línea, la ministra relató que la reunión permitió repasar lo ocurrido en el sitio, el modo en que se ejecutó a las víctimas, el abandono de los cuerpos y cómo se encontraron algunos restos que fueron entregados en los años 90, además de los objetivos específicos de la prospección reciente.

Hallazgos: evidencia balística, material genético y envío de muestras a Austria
En el balance, la jueza fue precisa respecto de lo encontrado y lo que no. “En resumen, se encontró mucha evidencia balística que está relacionada o vinculada a la ejecución de las víctimas. Y además, se logró encontrar un proyectil que tenía una cápsula que corresponde a material genético humano. Lamentablemente no pudimos encontrar nuevos restos óseos, pero si se les informó que dentro de los sacos que en su oportunidad fueron remitidos los restos óseos al Servicio Médico Legal, se encontraron pequeños fragmentos de restos óseos humanos, tres de los cuales todavía permiten extraer el material genético y se dispuso que fueran remitidos a un laboratorio en Austria para realizar ese examen”, finalizó.
El dato no es menor: el hallazgo de material genético humano en una cápsula asociada a un proyectil, junto con fragmentos óseos que aún permiten extracción de ADN, abre una etapa de análisis que podría aportar nuevas certezas en una causa marcada por el paso del tiempo y por la exigencia de verdad.

Familias y cierre de diligencias
Desde la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados de Paine, su presidenta Flor Lazo Maldonado valoró el tono y el trabajo institucional desplegado: “ella fue muy enfática para explicarnos a nosotros con una delicadeza tremenda, para explicarnos qué es lo que se iba a hacer allá y cómo porque se hizo un trabajo enorme para llegar a esta conclusiones”.
La audiencia, en definitiva, no solo entregó resultados técnicos: también puso en el centro a quienes han sostenido la búsqueda durante décadas, reafirmando que el Plan Nacional de Búsqueda no se agota en el terreno, sino que también exige información, acompañamiento y rendición de cuentas hacia las víctimas y sus familias.

