El martes por la noche, desconocidos ingresaron por segunda vez en menos de dos meses al domicilio del director de Revista de Frente en Peñalolén. Los hechos coinciden con la publicación de investigaciones periodísticas sobre presuntos casos de corrupción y narcotráfico al interior de instituciones del Estado.
Este martes 17 de diciembre, Nicolás Romero, director de la revista De Frente, fue víctima de un robo al interior de su domicilio en la comuna de Peñalolén, por segunda vez en menos de dos meses. El primer hecho ocurrió durante la primera semana de noviembre, periodo en que Romero se encontraba en campaña como candidato a diputado por la comuna.
El segundo robo se registró el pasado martes cerca de las 19:45 horas. Pese a ello, según relató Romero, Carabineros concurrió al domicilio recién alrededor de las 23:00 horas y no tomó la denuncia en el lugar, la que pudo ser ingresada recién al día siguiente de forma presencial en la comisaría.
Romero, abogado y comunicador con magíster en Sociología, dirige la revista De Frente desde su fundación en 2017. Según indicó, en el último tiempo el medio ha publicado denuncias de interés público que involucran a funcionarios de Carabineros.
Uno de estos casos está vinculado al denominado caso Iván Tapia, un ex Carabinero que actualmente se encuentra condenado a siete años de cárcel y que denunció un montaje que tenía por objetivo responsabilizarlo de la pérdida de dos armas de fuego. Este caso involucra a Carabineros del retén Valle Hermoso de La Ligua.
Al ser consultado por las coincidencias temporales entre la publicación de las denuncias en el medio y los dos robos sufridos en su domicilio, Romero indicó que, “efectivamente, el acompañamiento de esta denuncia, y otras denuncias en contra de casos de corrupción, y particularmente de narcotráfico en Carabineros, ha venido de la mano con estos dos robos sufridos. Uno ocurrió en la primera semana de noviembre, y el segundo ocurrió el día de ayer en mi casa a las 20 horas. Y claro, coincide con esta investigación en curso».
Si bien señaló que no puede afirmar con certeza que los robos estén directamente vinculados a las investigaciones del medio, Romero indicó que no descarta esa posibilidad. En ese sentido, advirtió que sería de la máxima gravedad que se recurriera a delincuentes comunes para ejercer presiones o actos de hostigamiento contra comunicadores.
Asimismo, explicó que decidió hacer pública la situación por razones de seguridad, considerando que los hechos han ocurrido en un contexto familiar delicado. Según relató, en ambas ocasiones los desconocidos ingresaron a la habitación de su hijo de dos años, quien incluso se encontraba allí minutos antes del primer robo.
“Entonces evidentemente mi sentido es poder hacer pública esta denuncia, para así buscar un mayor resguardo en atención a que este hecho podría, no sólo constituir un delito común de robo en lugar habitado, sino que más bien un acoso en contra de comunicadores que estamos denunciando situaciones que involucran a personajes institucionales con poder», declaró.
Por este motivo, desde el medio decidieron hacer público el caso, considerando que los robos se produjeron mientras la revista desarrolla investigaciones de interés público y mantiene una línea editorial crítica respecto de redes de negocios ilegales y crimen organizado. Su objetivo es buscar visibilidad y protección “frente a lo que podría ser, no lo podemos afirmar concluyentemente, una situación de acoso por las investigaciones que realizamos».
Además, Romero señaló que el día miércoles 17 interpuso una denuncia ante el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) para dejar constancia de los hechos. Aclaró que, para que el INDH pueda actuar, necesita pruebas de que existen funcionarios públicos involucrados en violaciones a derechos humanos, lo que no ha sucedido en este caso. Por lo tanto, Romero realizó la denuncia y entregó los antecedentes para que el caso quedará registrado.
Por último, a nivel internacional, el abogado indicó que se está haciendo público el caso a través de medios de comunicación con el fin de tener mayor visibilidad, “esperando de que eso nos ayude a evitar futuros o eventuales ataques», concluyó.
Aunque no se puede concluir que Carabineros u otros actores políticos estén involucrados en estos hechos, la coincidencia temporal entre los robos y las denuncias publicadas por la revista De Frente abre la interrogante sobre las condiciones de resguardo y protección con que cuentan comunicadores y medios que investigan casos de corrupción y crimen organizado en el país.

