Servel desestimó denuncia de acoso laboral y sexual contra su director

El Consejo Directivo del Servicio Electoral de Chile rechazó en forma unánime la denuncia por acoso sexual interpuesta por la ex funcionaria de la Institución, de iniciales L.E.N.S., en contra del actual director del Servicio, Raúl García Aspillaga, y dispuso que se dicte la correspondiente resolución de sobreseimiento definitivo.

Según consignó el organismo en un comunicado público, la decisión se adoptó una vez conocidos todos los antecedentes que arrojó la investigación sumaria instruida el 21 de febrero pasado, en especial las declaraciones de la denunciante, el denunciado, de los testigos mencionados por ellos y de otras personas que fueron consultadas por el investigador designado, cuyos testimonios constan en la carpeta del caso.

«El Consejo Directivo, deliberando sobre cada uno de ellos, se formó la convicción de que los hechos denunciados no constituyen acoso sexual ni que tampoco se ha acreditado ninguna situación que pueda catalogarse de acoso sexual», explica el comunicado.

Recordemos que una vez que se conoció la denuncia en su contra, Raúl García defendió su inocencia asegurando que, ante su negativa de renovarle el contrato a la ex funcionaria a fines del año pasado, ésta lo amenazó con realizar una denuncia por acoso sexual en su contra.

La mencionada funcionaria, contadora pública y auditora de la subdirección de gasto y financiamiento, denunció, mediante un escrito dirigido al presidente del consejo de la institución, Patricio Santamaría Mutis, una serie de episodios ocurridos dentro y fuera de las dependencias laborales, en los que García Aspillaga habría ejercido hostigamiento en su contra.

Según consignó en su momento La Tercera, la denuncia afirma que en una ocasión Aspillaga habría invitado insistentemente a la mujer a subir por las escaleras los 27 pisos de la Torre Centenario, en calle Miraflores, donde existen dependencias del Servel, a lo que ella se habría negado en un inicio, accediendo finalmente a la solicitud en razón de que éste era su jefe. Estando arriba, el abogado se le habría acercado y le habría puesto sus manos sobre el cuello para tomar sus pulsaciones, manteniendo un contacto físico que le habría sido incómodo y que la denunciante considera como una insinuación sexual.

En otra ocasión, añade la denuncia, la funcionaria se dirigía al metro Bellas Artes y se encontró con Aspillaga en la calle, obligándola a acompañarla desde Miraflores a su oficina en la calle Esmeralda fuera de horario laboral, cerrando la puerta para conversar a solas con ella y echando del lugar a otros trabajadores.