Avanza la investigación sobre el cannabis en el tratamiento de la epilepsia y los resultados se ven alentadores

La Dra. Emma Stockings, de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, realizó una revisión sistemática de todo lo que las revistas médicas han publicado sobre el tema y encontró evidencia consistente de que los compuestos del cannabis a menudo reducen la frecuencia promedio de los ataques epilépticos en niños y jóvenes, cuando los fármacos convencionales están fallando.

Una revisión de 36 estudios confirmó la eficacia de los cannabinoides en el manejo de las crisis epilépticas en pacientes jóvenes. Este estudio surge un año después de publicarse el primer ensayo controlado importante sobre este campo particular.

La creciente aceptación de que ciertas sustancias de la marihuana tienen beneficios para la salud, está contribuyendo con un aflojamiento global de las restricciones contra esta planta. Sin embargo por causa de la histórica prohibición, todavía no hay suficientes pruebas contundentes de su efectividad. Es muy difícil obtener la aprobación para estudiar un medicamento que te puede llevar a la cárcel si lo consumes o facilitas su consumo.

Las historias sobre la marihuana reduciendo la intensidad de los ataques epilépticos están muy extendidas, por eso en algunos lugares se han aflojado las restricciones. En un intento por agregar un poco de rigor al debate, la Dra. Emma Stockings, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, realizó una revisión sistemática de todo lo que las revistas médicas han publicado sobre el tema. Encontró evidencia consistente de que los compuestos del cannabis a menudo reducen la frecuencia promedio de los ataques epilépticos en niños y adolescentes, cuando los fármacos anticonvulsivos convencionales están fallando.

La revisión, publicada en Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, mostró que las convulsiones se habían reducido al menos en un 50% en casi la mitad de los pacientes estudiados.

De los treinta y seis estudios revisados, seis eran ensayos controlados aleatorios, donde el cannabis o sus componentes se compararon con un placebo. Esta rigurosidad es importante para tener resultados confiables. El resto de los estudios fue puramente observacional y a veces de un solo caso, lo que no los invalida totalmente, pero sí los hace menos confiables.

«Incluso incluimos los malos estudios, pero los ponderamos por la calidad», dijo Stockings a IFLScience. «Usamos todo lo que consideraba cannabis y epilepsia, a menos que fuera un artículo de opinión sin datos reales».

Hasta el año pasado, el mayor ensayo controlado aleatorio solo tenía 15 participantes. Los tres ensayos publicados recientemente también tuvieron números modestos, pero ganaron credibilidad por la consistencia de sus resultados.

La mayoría de los estudios fueron realizados en niños. La Dra. Stockings atribuye esto a que en los casos más graves, la tasa de mortalidad es tan alta que muchos de los que más necesitan un tratamiento efectivo no sobreviven hasta la edad adulta. También hay gran presión de los padres para que se realicen investigaciones.

Pronto debería haber nuevos y mejores datos, ya que actualmente se están llevando a cabo 10 estudios más. Esto es alentador porque la revisión reciente recalca que sabemos muy poco sobre cuál debe ser la dosis ideal de cannabis para el tratamiento. Además, hay algunas pruebas de que este funciona mejor en combinación con clobazam, el medicamento común. Pero como aún no hay total certeza, se requiere más investigación que incluya estudios comparativos entre los extractos de cannabis y otros tratamientos; incluso en las personas que responden a los medicamentos convencionales.

El Ciudadano, vía IFLScience

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