Edición de genes demuestra eficacia atacando al «centro de comando» del cáncer

El estudio con técnica CRISPR en ratones, logró disminuir en un 30% las células cancerosas de próstata e hígado, sin crecimientos secundarios.

CRISPR. Imagen de referencia (vía Omicrono)

La técnica de edición de genes llamada CRISPR ya ha mostrado un gran potencial para ayudar a tratar las enfermedades más difíciles. Ahora los científicos la han usado para apuntar al «centro de comando» de los tumores cancerosos, deteniendo su crecimiento y mejorando las tasas de supervivencia. El estudio fue realizado en ratones.

Para esta investigación se dirigió CRISPR a los genes de fusión, que se forman cuando dos genes se combinan en un híbrido, dando como resultado proteínas anormales que frecuentemente provocan cáncer o ayudan a su crecimiento, informa Science Alert.

Estos genes de fusión también tienen una marca de ADN única, que los investigadores de la Universidad de Pittsburgh pudieron usar para encontrarlos y modificarlos. Luego se usó virus modificados mediante ingeniería, para reemplazar a los genes de fusión por otros para matar al cáncer.

«Esta es la primera vez que se ha usado la edición de genes para apuntar específicamente a los genes de fusión del cáncer», dice el conductor del estudio, Jian-Hua Luo. «Es muy emocionante porque sienta el precedente para lo que podría ser un enfoque totalmente nuevo para tratar el cáncer», agrega Luo.

La técnica CRISPR permite cortar y pegar partes del ADN en las células para reparar problemas o hacer mejoras, y ya ha sido usada para fortalecer a las células inmunes en la lucha contra ciertos tipos de cáncer.

En este caso el objetivo de los investigadores fue una de las causas del crecimiento de las células cancerosas, demostrando que puede haber una nueva forma de atacar la enfermedad.

El experimento CRISPR contra el «centro de comando» del cáncer se realizó en ratones

Los investigadores trataron un tipo de gen de fusión llamado MAN2A1-FER, que ya había sido identificado por el mismo equipo y que estaba presente en ciertos tipos de cáncer de próstata, de hígado, pulmones y ovarios.

«Otros tipos de tratamientos contra el cáncer atacan a los soldados a pie del ejército. Nuestro enfoque es apuntar al centro de comando, de manera que no haya posibilidad de que los soldados del enemigo se reagrupen en el campo de batalla para un contraataque», explica, metafóricamente, el doctor Luo.

Una vez modificados con CRISPR, los genes para matar al cáncer fueron inyectados en ratones con células cancerosas humanas de próstata e hígado. Los tumores se redujeron en tamaño hasta un 30%, sin crecimientos secundarios. Todos los ratones sobrevivieron hasta el fin de la octava semana de experimentos.

En contraste con estos resultados, el grupo de control con ratones que no recibieron el tratamiento, los tumores crecieron casi 40 veces, la metástasis o el el cáncer se extendió con normalidad y todos los animales murieron antes de terminar el estudio.

Como los genes de fusión solo se presentan en células cancerosas, las células sanas so sufren alteraciones con este tratamiento. Esto podría dar a la técnica CRISPR una gran ventaja sobre la quimioterapia, que tiene una serie de efectos secundarios en partes sanas del cuerpo.

Atacar a los genes de fusión no mató a las células cancerosas completamente, pero hay esperanza de poder refinar el procedimiento para que esto sea posible en el futuro. El estudio fue publicado en la revista Nature Biotechnology.

El Ciudadano

 

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