Científicos de la Universidad de Queensland en Australia

Identifican rasgos genéticos que están evolucionando en el presente de nuestra especie

Es lógico pensar que los humanos aún estamos experimentando cambios evolutivos, porque la evolución nunca se detiene

Es lógico pensar que los humanos aún estamos experimentando cambios evolutivos, porque la evolución nunca se detiene. Buscando los signos de este proceso en el presente, unos investigadores han descubierto cómo el genoma humano está manifestando cambios en nuestra fertilidad y función cardíaca.

La selección natural no va a un ritmo tan rápido como al que estamos acostumbrados en estos tiempos modernos. Implica cambios forjados lentamente, que toman generaciones, y a menudo son tan sutiles que ni siquiera nos damos cuenta.

Los genetistas de la Universidad de Queensland, Australia, han descubierto una forma de detectar esos cambios con un método estadístico para encontrar mutaciones en el ADN.

Jian Yang, Jian Zeng y un equipo de investigadores del Instituto para la Biociencia Molecular y el Instituto del Cerebro de Queensland, estudiaron los datos genómicos de 126.545 individuos del Biobank; una base de datos de salud anónimos en el Reino Unido.

Se observaron rasgos relacionados con la salud cardiovascular. Imagen vía esan.edu.pe

Examinaron 28 rasgos complejos en detalle, como la densidad mineral ósea del talón, la calvicie de patrón masculino, el IMC (índice de masa corporal), la edad femenina en la primera menstruación y la menopausia, la edad femenina al dar a luz por primera vez, la fuerza de agarre y la relación cadera-cintura.

Al estudiar los genes asociados a estos rasgos en individuos de diferentes edades, es posible ver las diferencias entre generaciones.

«En la selección natural o la ‘supervivencia del más apto’, las características que mejoran la supervivencia tienen más probabilidades de transmitirse a la próxima generación», explica el investigador Jian Yang.

También ocurre lo contrario: por un proceso llamado selección negativa, las mutaciones del ADN, con un efecto perjudicial sobre la aptitud, son menos propensas a transmitirse.

Los investigadores encontraron pruebas de selección negativa en varios rasgos, particularmente la eliminación de variantes de genes deletéreos. De acuerdo al estudio, la evidencia más sólida estaba en los rasgos relacionados con la función cardiovascular y la función reproductiva. También se encontró evidencia de cambios en la presión arterial.

Pero el cambio más fuerte está asociado a la fertilidad. Imagen: soposted.com

Para la función cardiovascular, el equipo observó cambios asociados con la circunferencia de la cintura y la relación cintura-cadera. Ya se ha identificado el exceso de grasa alrededor de la cintura como factor de mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Pero el cambio más fuerte está asociado a la fertilidad y se vio en la edad femenina para la menopausia. También hubo marcadores en la edad de la primera menstruación y del primer nacimiento vivo, lo que, según los investigadores, tiene sentido, ya que existe una fuerte correlación entre la fertilidad y la aptitud genética.

Esta no es la primera vez que los científicos han analizado material del Biobank para estudiar los cambios evolutivos en los humanos.

El año pasado, investigadores de la Universidad de California, en Irvine, estudiaron el ADN de más de 500.000 personas, buscando selección positiva y negativa. Así descubrieron que la evolución favorecía un IMC más alto en los hombres, probablemente debido a la masa muscular, y en las mujeres que dan a luz más jóvenes.

Sin embargo, en 2011 otros científicos encontraron que los cambios evolutivos se desarrollan con bastante frecuencia, pero que no «se adhieren» necesariamente: hace falta un millón de años para que un rasgo evolutivo se desarrolle y perdure.

El reciente estudio apunta a aprender más sobre la evolución y cómo funciona la selección. Publicado en la revista Nature Genetics, «ayudará a comprender mejor la base genética de los rasgos complejos para informar el diseño de futuros experimentos en genómica médica», como dice Jian Zeng.

Fuente: Science Alert

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