Los astrónomos están a punto de determinar el origen de los enigmáticos ‘estallidos rápidos de radio’ del espacio

Las hipótesis sobre el origen de los FRB (Fast Radio Bursts) han incluido estrellas en explosión, reverberaciones de objetos raros -llamados cuerdas cósmicas- o incluso faros distantes de naves alienígenas interestelares. Las nuevas observaciones apuntan a una estrella de neutrones que gira rápidamente y que está protegida por un campo magnético ultra poderoso.

CSIRO’s Australia Telescope

Los astrónomos parecen estar acercándose a la fuente que origina los estallidos rápidos de radio que vienen del espacio y que han sido objeto de intensa especulación científica por más de una década.

Las hipótesis sobre el origen de los estallidos rápidos de radio (FRB/Fast Radio Bursts) han incluido estrellas en explosión, reverberaciones de objetos raros, llamados cuerdas cósmicas, o incluso faros distantes de naves alienígenas interestelares.

Ahora, las nuevas observaciones respaldan un escenario que involucra a una estrella de neutrones que gira rápidamente y que está protegida por un campo magnético ultra poderoso, informa el medio británico The Guardian. La explicación es más conservadora que algunas de las alternativas ofrecidas, pero podría indicar a los astrónomos hacia algunos de los más extremos entornos magnéticos en el universo conocido.

«Nuestro modelo preferido es que provienen de una estrella de neutrones… que podría tener solo 10 o 20 años en un entorno magnético extremo», dijo Jason Hessels, coautor del nuevo documento y astrónomo del Instituto de Radio Astronomía de los Países Bajos, en la ciudad holandesa de Dwingeloo.

Los estallidos rápidos de radio son señales que han dejado perplejos a los astrónomos desde que se descubrieron en 2007 en los primeros datos de observación del radiotelescopio Parkes, en Australia.

Al principio fueron descartados por muchos investigadores como fallas en los datos, pero desde entonces se ha identificado 30 fuentes similares. Solo una de ellas, conocida como FRB 121102, se ha visto estallar repetidamente. Todo lo demás han sido explosiones puntuales, lo que hace que sean difíciles de estudiar y casi imposibles de localizar. Sin embargo la intriga ha provocado un creciente interés, dando paso a tantas teorías como a observaciones reales.

Cuando el repetitivo FRB 121102 fue localizado el año pasado en una galaxia enana de apariencia poco común a tres mil millones de años luz de la Tierra, el enigma se profundizó. Los astrónomos calcularon que la fuente debía emanar tanta energía como 500 millones de soles en el espacio de un milisegundo, para explicar cómo podía ser detectable incluso a tres mil millones de años después del evento.

Los últimos hallazgos surgen de las observaciones de las FRB 121102 realizadas simultáneamente el 26 de agosto por el proyecto Breakthrough Listen de caza alienígena, utilizando el Telescopio Green Bank, en Virginia Occidental, y un equipo holandés que utilizó el Telescopio William E. Gordon, en el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico.

Los astrónomos identificaron 16 nuevos estallidos durante un período de 10 horas y, por primera vez, pudieron captar distorsiones en las señales, las que revelaron que, después de ser emitidas, las ondas de radio habían pasado a través de un campo magnético ultrapotente.

En la Vía Láctea, el único ejemplo conocido de un entorno magnético tan extremo está en las proximidades del enorme agujero negro en el centro galáctico. Es posible que una estrella de neutrones que se encuentre en tal posición pueda producir tales explosiones. Otra posibilidad, dijo Hessels, es que el material expulsado en una supernova, cuando una estrella masiva se derrumba, podría dejar a la estrella de neutrones remanente rodeada por una nebulosa arremolinada que podría crear un campo magnético extremadamente fuerte.

«Naturalmente, se espera que una estrella de neutrones muy joven esté en una especie de ‘capullo’ de material», explicó Hessels. «El único problema es que para explicar [el campo], la nebulosa tendría que ser ridículamente grande, más grande que cualquier cosa que hayamos visto en nuestra propia galaxia», agregó.

Duncan Lorimer, astrónomo de la Universidad de West Virginia que co-descubrió los primeros FRB, dijo que las últimas observaciones fueron muy emocionantes. «Demuestran que este FRB se encuentra en un entorno altamente magnetizado», dijo, agregando que la teoría de la estrella de neutrones era plausible, pero que las posibilidades alternativas aún no podían ser excluidas en este momento.

Los astrónomos todavía no comprenden las circunstancias bajo las cuales las estrellas de neutrones desatarían explosiones de radiación tan poderosas, pero hay muchas preguntas sin respuesta sobre la física que rige a las estrellas de neutrones, que están entre los objetos más exóticos del universo. Solo tienen 19 kms. de ancho, pero una cucharadita de material de estrella de neutrones tiene una masa de alrededor de mil millones de toneladas. El núcleo es una sopa de neutrones puros, mientras que la corteza es lisa, sólida y 10 mil veces más resistente que el acero.

Hessels dijo que los astrónomos pueden haber sobreestimado la cantidad de energía emitida, ya que es posible que el campo magnético actúe como una forma de lupa cósmica, haciendo que la fuente parezca 10 o 100 veces más brillante de lo que es realmente.

Los hallazgos fueron presentados en la reunión de invierno de la Sociedad Astronómica Estadounidense en Washington DC y publicados en la revista Nature.

Por The Guardian. El Ciudadano.

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