Raras especies viven en una cueva que estuvo sellada por 5 millones de años

Los científicos han descubierto varias especies raras en la Cueva de Movile, pero todavía no saben cómo llegaron a vivir aisladas en un ambiente tan inhóspito.

Por Sofia Olea

23/05/2016

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bichos raros

Criptos anomalans centipede confrontando a un pseudoscorpión (Patrick Landmann/Science Photo Library)

Los habitantes de la Cueva de Movile no tienen igual. Las condiciones extraordinarias de esta cueva rumana, a sólo unos pocos kilómetros al oeste del Mar Negro, parecen fuera de este mundo. Este lugar  se ha mantenido hermético por unos 5,5 millones de años y aunque el aire es venenoso e insoportablemente húmedo, este cóctel de factores ha creado una mina de oro para los biólogos.

Menos de 100 persona han logrado indagar en ella, de acuerdo a BBC Earth. Fue descubierta por los humanos recién en 1986, cuando unos trabajadores de la República Socialista de Rumania estaban buscando un nuevo terreno para construir una planta de energía nuclear. Actualmente, la cueva está bloqueada por las autoridades y sólo es accesible con autorización especial, aunque las cavernas centrales están protegidas por una serie de pozos verticales y estrechos túneles de piedra caliza.

En las profundidades de la cueva, el aire contiene la mitad de oxígeno que lo normal y es alto en dióxido de carbono y ácido sulfhídrico. Es completamente oscura; no ha visto un solo rayo de luz solar desde hace 5,5 millones de años.

Pero dentro de este ambiente tan hostil para los humanos, los científicos han identificado 48 especies animales hasta el momento. Entre las criaturas hay arañas, escorpiones de agua, pseudoscorpiones, centípedos, sanguijuelas e isópodos. 33 de estas especies son exclusivas de esta cueva en particular.

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Armadillidium sp. Oniscidea

La mayoría de la criaturas de la cueva no tienen visión y carecen de pigmento. Son un grupo de bichos con extremidades muy alargadas y antenas que les ayudan a ubicarse en la oscuridad.

Como si este mundo no fuera lo suficientemente extraño, es uno de los únicos ecosistemas conocidos que dependen de bacterias quimiosintéticas. La mayoría de los sistemas usan la fotosíntesis para obtener energía. Sin embargo, como en la Cueva de Movile no hay luz natural, las bacterias toman la energía y el carbono directamente de reacciones químicas como la oxidación del sulfuro o del amonio.

Lo que los científicos todavía no saben es cómo estas especies llegaron a vivir aisladas en esta famosa cueva.

«Es muy probable que las bacterias hayan estado ahí por mucho más que cinco millones de años, pero que los insectos se hayan quedado encerrados ahí más o menos por ese tiempo», explica a BBC Earth , microbiólogo de la Universidad de Anglia del Este. «Puede que simplemente hayan caído en la cueva, quedando atrapados cuando la piedra caliza de desmoronó, sellándola hasta fue descubierta otra vez en 1986», agrega Murrell.

Todavía hay muchos misterios en las profundidades de la Cueva de Movile. Aún después de 30 años de conocer su existencia, a los investigadores les quedan más habitantes por descubrir, algunos de los cuales podrían guardar mucha información sobre la biología evolutiva y tal vez sobre la naturaleza de la vida misma.

Fuente IFLScience

El Ciudadano

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