La solidaridad que necesita Ancud

En Ancud todos tenemos algún familiar, amiga, amigo o conocido que trabaja en la empresa salmonera Cultivos Marinos Chiloé, como también creo que todos sabemos la calidad de sueldos que reciben, el tipo de jornadas laborales y cómo tienen que barajarse la vida cientos de familias con ese escaso dinero. Hoy Ancud necesita una respuesta solidaria…

Luego del fracaso de la mesa en que se negociaban los sueldos entre trabajadores y empresa, hoy hay más de 350 personas, ciudadanas y ciudadanos de Ancud, dando una pelea por dignidad.

Desde el día viernes 8 de junio el Sindicato «Unión es Fuerza» de la salmonera Cultivos Marinos está en huelga legal, lo que se tradujo en la toma de la entrada de la empresa en el sector de Mutrico en el ingreso a la ciudad, acción que se mantendrá por todos los días necesarios para que la empresa responda, se ponga la mano en el bolsillo y resuelva lo que hoy son “sueldos de hambre”.

Sobrevivir con un sueldo promedio de $220.000 mensuales, del cual en muchos casos el 65% de éste se gasta en el pago de arriendo de casa, luz, agua y gas, es el injusto desafío con que deben lidiar las trabajadoras y trabajadores de esta empresa, esto agravado con condiciones de trabajo en humedad y a bajas temperaturas, horarios de turnos de día y de noche, y la realización de trabajos repetitivos, constituyéndose en una actividad de alto riesgo de enfermedades profesionales.

Esta es la dura realidad conocida por Ancud; realidad que contrasta con el actual momento de la industria salmonera, que luego de la crisis del virus ISA y la inyección de recursos del Estado para salvarla, hoy disfruta del repunte y, por supuesto, de grandes utilidades. Sin embargo, esta llamada “Industria 2.0” y su resurgimiento no está contemplando a sus trabajadores.

Un aumento salarial para los trabajadores de esta empresa, considerada como el “pulmón laboral” de la comuna, significa, aparte de la mejora de la calidad de vida de las personas, un aporte a la economía local, ya que se trata de dineros que quedan en la ciudad y que son gastados principalmente en el comercio local. Por lo tanto, un beneficio para todos los ancuditanos.

Si muchos nos sentimos identificados con el movimiento social que se levantó en Aysén, que hizo en cierta medida vernos como un sólo Sur, cómo no  poder entender y solidarizar con las trabajadoras y trabajadores de Cultivos Marinos. Gente de nuestro territorio, gente de nuestra comuna, gente de nuestro Chiloé.

Históricamente el pueblo chilote se ha destacado por su capacidad solidaria, por entregar apoyo al vecino que necesita la ayuda de su comunidad. Este elemento de nuestra identidad cultural llamado Minga, que muchas veces sólo se grafica en una tiradura de casa, nos pone a prueba hoy en la comuna de Ancud: podemos quedarnos como meros espectadores de esta realidad social que afecta a nuestros vecinos o demostrar con fuerza nuestro espíritu solidario y conciencia social, y darle la mano que necesita ese otro/a ancuditano/a.

Por Rodolfo Norambuena Fernández

Periodista ancuditano