No hay peor sordo que el que no quiere escuchar…

No cabe duda, el Gobierno no ha logrado comprender lo que proponen los estudiantes, ni menos ha logrado dimensionar a lo que están dispuestos para lograr sus propósitos

Por Director

18/08/2011

Publicado en

Columnas

0 0


No cabe duda, el Gobierno no ha logrado comprender lo que proponen los estudiantes, ni menos ha logrado dimensionar a lo que están dispuestos para lograr sus propósitos.

El documento presentado ayer por el Ministro de Educación es, a todas luces, un chiste de mal gusto… una tomadura de pelos para el movimiento ciudadano y sus demandas.

Por dos razones obvias:

1. Se mueve en la misma lógica del mercantilismo del sistema educativo, pues mantiene la vigencia del crédito bancario como principal fuente de financiamiento de los estudios. Si bien ofrece extender las becas al 5º y 6º decil (clase media) no muestra con claridad el porcentaje de dichas becas en relación al crédito. Tampoco hace mención al término del lucro en educación. En definitiva hace un poco menos oneroso el endeudamiento, al reducir la tasa de interés al 2%, pero no termina con la posibilidad de que los privados (dueños de establecimientos educativos y la banca) sigan apropiándose del dinero de todos los chilenos, en definitiva lucrando con la educación y el futuro de Chile.

2. Su oferta no responde a los puntos que el movimiento estudiantil ha elaborado, sigue con la lógica de los “oídos sordos” profundizando en los temas que el Gobierno quiere poner en la discusión, a saber cómo hacemos que el modelo actual sea mejorado, no otorgándole, con esto, validez a la contraparte, es a todas luces una falta de respeto. Es una respuesta apresurada (por tanto de nuevo improvisada) que no supera los tecnicismos y la visión reducida del problema que, desde el principio, ha tenido el Gobierno sobre el tema. Están esperando, a mi parecer, que el movimiento se agote y todo vuelva a la calma. Al parecer esta estrategia no está dando resultados; hoy jueves 18 de agosto se han congregado miles de personas para marchar pese al frío y la intensa lluvia.

Es así de claro, el Presidente y sus secuaces (ministros) están manejando el Gobierno, y con ello el Estado, como una empresa, o sea externalizan las dificultades, no se hacen cargo de los problemas, cuando estos no pueden ser resueltos, en una lógica empresarial el “hilo se corta por lo más delgado”, pero esta vez no hay hilo, sino un cable de acero, que será muy difícil de partir. El modo de sacarse este problema de encima es mandar propuestas de leyes al Congreso y que allí vean los políticos cómo se resuelve, puesto que los tecnócratas están en el Gobierno, ellos no entran en el terreno de la discusión pues es inoficioso una pérdida de tiempo en una lógica de empresa, pero ¡el Estado no es una de sus empresas señor Presidente!

Un país no puede seguir siendo gobernado con esta lógica de los “iluminados”… concertacionistas y aliancistas deben repensarse como opciones políticas para el futuro de un país diferente; estos jóvenes no son los hijos de la dictadura que en algún momento dimos el apoyo a la Concertación para acabar con la Dictadura y así estuvimos (con esa sombra) casi 20 años. Tampoco son los hijos de la generación de la Transición los que no estaban ni ahí de los años 90… son diferentes, son transversales, comprometidos, lúcidos, directos y eso me gusta, me encanta escucharlos, me fascinó verlos en la sesión de la comisión de educación del Senado donde emplazaron a los “honorables” con preguntas directas “¿cuántos de ustedes han estado más de dos horas esperando ser atendido en un hospital público?, ¿cuántos de ustedes ha almorzado en la Junji (sic, Junaeb)?… los senadores allí presentes creo que no se sintieron muy cómodos, se observaron algunas sonrisas nerviosas y otras caras muy serias… los dejaron al desnudo, el ejemplo claro es cuando preguntan directamente a la senadora designada Ena Von Baer “¿cómo usted identifica que un colegio es de mayor o menor calidad?”… al no tener respuesta el estudiante asertivamente pregunta “¿me imagino que eso lo deben tener claro si esta es una comisión de educación… si no de qué estamos hablando?”…

Pues es así, NO tienen idea de lo que están hablando y esas personas son las que finalmente legislarán sobre la educación del futuro, tengo temor de lo que de allí salga, es por eso que no se quiere llevar y dejar la discusión de estos asuntos en el Congreso, donde finalmente se llegarán a unos acuerdos “en la medida de lo posible”, puesto que de uno u otro lado en su más profundo ser no quieren cambios profundos pues este modelo les ha sido útil, es decir hacen como que escuchan, luego harán lo que a ellos les convenga, esa ha sido la lógica y no veo por qué ahora la van a cambiar “No hay peor sordo que el que no quiere escuchar”.

La lección es una y muy clara, los cambios profundos que la gran mayoría quiere para la educación y para una sociedad más igualitaria pasan por una transformación del sistema político, por una nueva organización constitucional que nos invite a re-pensar el país que ellos -los jóvenes-, quieren para SU futuro, después de todos será para ellos.

Profesor Marcelo Arancibia Herrera

Académico Universidad Austral de Chile

Magíster en Educación – Doctorando UOC

piensalaeducacion.blogspot.com

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬