“No pasarán”: Kobane resiste solitaria y heroicamente la embestida del Estado Islámico y se prepara para una eventual masacre

   “¡No pasarán! El fascismo quiere conquistar Madrid, Madrid será la tumba del fascismo”

Por Arturo Ledezma

10/10/2014

Publicado en

Columnas

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Bombardeo de la coalición sobre islamistas en Kobane

  

“¡No pasarán! El fascismo quiere conquistar Madrid, Madrid será la tumba del fascismo”. La muy famosa proclama enunciada, entre otros, en un gran cartel en las calles madrileñas en 1937, en pleno desarrollo de la Guerra Civil Española, mostraba todo el ímpetu y la determinación del Bando Republicano de detener el avance de las tropas franquistas que amenazaban España. Como sabemos, tal determinación fue finalmente superada por las tropas fascistas del Bando Nacional, lo que eventualmente decantaría en una dictadura que se extendió por 36 años, con todos los horrores que ello implicó.

   Una determinación y valor homologables, si no superiores, son los que hemos podido apreciar durante ya largas semanas en la ciudad kurda de Kobane, en la frontera entre Siria y Turquía, asediada por el Estado Islámico que cuenta, según reportes de la zona, con miles de combatientes, armamento pesado y vehículos blindados (como los tanques M1A1 Abrams de fabricación estadounidense y capturados al ejército iraquí) y que es defendida por los izquierdistas milicianos y milicianas de las YPG (Unidades de Defensa Popular) y las milicianas de las YPJ (Unidades de Defensa de Mujeres), que sólo cuentan con armamento ligero, más algunos civiles que decidieron permanecer y defender con sus vidas la codiciada ciudad.

   La importancia capital de Kobane radica en una serie de factores detallados por expertos en la zona. Desde el punto de vista estratégico, su posición como tercer y último cantón libre en el norte de Siria la sitúa como un enclave que los yihadistas ansían tener para controlar completamente la zona en cuestión, logrando una hegemonía local no despreciable, con sus frentes resguardados y la indiferencia voluntaria de Turquía actuando como muro de protección, además de facilitar rutas de suministros y tropas de refresco para su Estado Islámico. Todo esto sin contar el valor mediático que esta acción tendría, sobre todo teniendo en cuenta la masividad de los medios tradicionales y la no menor actividad de las redes sociales, algunas de las cuales (twitter, principalmente) son usadas no sólo por periodistas y civiles en la zona, sino también por las propias fuerzas en conflicto; kurdos y yihadistas.

   Por su parte, para los Kurdos la ciudad de Kobane es aún más importante dado el vínculo con su propia historia política y social. Como manifiesta Günter Seufert, especialista en Turquía del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad, “El líder de los kurdos de Turquía, Abdullah Öcalan, inició hace año y medio un proceso de paz con Ankara. Por otra parte, viene propiciando un modelo de sociedad basado en una nueva propuesta de convivencia pacífica entre los diferentes grupos étnicos y religiones de Oriente Medio, basada en gran medida en una democracia directa y participativa. Este modelo se había tratado de implantar en Kobane, lográndolo hasta cierto punto. Es decir: para los kurdos turcos (especialmente los seguidores del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, PKK) Kobane es de gran importancia simbólica por ser el lugar donde por primera vez se ha ensayado el modelo social de su líder político. Para ellos Kobane simbolizaba el futuro de los kurdos en el Medio Oriente”. Con la caída de la ciudad peligra el desarrollo mismo de esta verdadera revolución en esta región que se conoce como Rojava, o Kurdistán Occidental.

   En este punto cabe recalcar que no estamos frente a fuerzas parejas en lo bélico, como detallábamos más arriba. Kalashnikovs contra Abrams. Fusiles contra tanques. Son estas condiciones de inferioridad armamentística y de suministros, que sufren las milicias kurdas, las que han encendido las luces de alarma en la población mundial que se mantiene al tanto del conflicto ya que, de conquistar la ciudad y como han venido demostrando desde hace varios meses, los combatientes yihadistas producirán de seguro una masacre en Kobane, ejecutando, decapitaciones incluidas, a todos y todas quienes se encuentren ahí. ¿Qué hace entonces la coalición de más de cincuenta países que se conformó justamente para combatir al Estado Islámico?

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Mapa actual del asedio y resistencia en Kobane

Como buitres sobre Kobane.

   En Septiembre se anunciaba al mundo la creación de una fuerza conjunta de decenas de países, liderados por Estados Unidos y la Unión Europea, que se juramentaban en la destrucción del EI. Si bien dicha fuerza ha realizado bombardeos selectivos a algunas posiciones de los yihadistas, en poco más ha consistido su actuar y se ha quedado más que nada en el anuncio de su conformación. El caso más claro y ejemplar de esta situación se da justamente en estos momentos en la ciudad de Kobane, donde Turquía, miembro no sólo de la mencionada coalición sino que además de la O.T.A.N (y teniendo el segundo ejército más grande de ésta) mantiene una treintena de tanques en la línea fronteriza, situada a metros de la ciudad, pero en una total inacción respecto a la desesperada situación de los kurdos en resistencia. Como si esto fuera poco, al cerrar la frontera con Siria, el gobierno turco ha clausurado el paso de cientos de kurdos de Turquía que quieren ir en auxilio de sus compañeros y compañeras de Siria, llegando incluso a reprimirlos duramente en la misma frontera y cortando la posibilidad del envío de suministros. El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, ha mantenido una posición rígida respecto a Kobane, no decidiéndose a acudir en su ayuda dados los lazos políticos de los combatientes kurdos-sirios con el PKK, grupo este último considerado como terrorista por la propia Turquía, E.E.U.U. y la Unión Europea, y con pretensiones de autonomía en parte del territorio turco. En sus últimos discursos ha manifestado que el PKK es tan peligroso como el Estado Islámico (igualándolos en su condición de enemigos de Turquía) lo que ha causado escozor en la opinión pública que considera intolerable la implícita negociación que hace el mandatario al condicionar su posible ayuda a los asediados a la aceptación por parte de éstos de medidas que eventualmente los disminuirían como amenaza a la unidad nacional turca.

   Todo lo anterior pareciese volver cierto el viejo refrán kurdo que dicta que “los kurdos no tienen más amigos que las montañas”. Sin embargo, a nivel popular, de masas, se comienzan a multiplicar las protestas de kurdos y simpatizantes en varias ciudades de Europa y aun en la propia Turquía donde los esfuerzos gubernamentales de represión se han cobrado la vida de una veintena de manifestantes. La población consciente y empática a nivel mundial no deja de manifestar su apoyo a la heroica resistencia kurda en Kobane y se cuentan por miles los jóvenes voluntarios que intentan aún cruzar la frontera en auxilio de sus camaradas, pero que son rechazados por las fuerzas de seguridad turcas. Quizás una de las fuentes de motivación más importantes para lograr tal nivel de solidaridad sean los dramáticos ejemplos del heroísmo de los combatientes kurdos pero, muy especialmente, de las combatientes kurdas.

Ejemplos revolucionarios: las mujeres que desafían al EI.

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Arin Mirkan

   Uno de los aspectos más llamativos de la revolución kurda en general, y que encuentra en Kobane nuevamente algunas de sus expresiones más notables, es el papel de la mujer dentro no sólo de la política tradicional de los movimientos sociales sino que además, y especialmente, en las guerrillas. Desde un cuidado  y siempre en desarrollo estudio de la historia de la mujer, su sumisión forzada por el hombre y el tipo de contribución que esta forma de esclavitud ha hecho a la opresión general e histórica que ha devenido en el capitalismo, se pasa sin cavilar a la acción bélica inmediata, dada la urgente necesidad de combatir para sobrevivir y proteger a la población civil, por una parte, y la firme creencia en una igualdad de géneros, por otra. La muestra latente de la determinación igualitaria y combativa de kurdos y kurdas militantes es la conformación de las YPJ, o Unidades de Defensa de Mujeres que, como su nombre indica, son cuerpos armados compuestos exclusivamente de jóvenes voluntarias comprometidas con la revolución. Más allá de la instrucción ideológica-intelectual y el entrenamiento para la guerra, el heroísmo de estas combatientes ha quedado demostrado en sitios como Kobane, donde las kurdas no han vacilado a la hora de sacrificar sus propias vidas en aras de las de sus compañeros y compañeras, la población civil y los ideales por los que luchan.

   El caso más emblemático de los últimos días ha sido el de la capitana de las YPJ, Amir Mirkan quien, ante la desesperación del avance aparentemente incontenible de los combatientes del califato se lanzó en un ataque suicida contra un carro blindado detonando un artefacto explosivo, falleciendo en el acto y llevándose consigo a una docena de yihadistas. Tal acción, más allá de las bajas concretas causadas al enemigo, ha enardecido la moral de sus camaradas y ha provocado una innegable admiración entre estos y la población mundial que sigue los eventos en Rojava, quienes además aumentan su indignación al ver cómo los defensores y las defensoras de la ciudad deben recurrir a prácticas extremas ante la desesperación de la masacre inminente que es fomentada por la inacción turca y occidental, cuyos escasos bombardeos a los alrededores de Kobane apenas han ralentizado la avanzada de los autodenominados islamistas. Y esto, considerando el poderío supremo en lo bélico de E.E.U.U., da para pensar.

   Habiendo transcurrido más de veinte días desde que comenzara el asedio de Kobane por parte del Estado Islámico, la resistencia kurda sigue en pie, herida pero inclaudicable en su determinación de defender hasta las últimas consecuencias el último reducto kurdo en la región, cuyo valor es primordial no ya sólo para este pueblo sino para la humanidad en su conjunto. Después de todo, en Rojava se enfrentan más que dos bandos en conflicto, dos cosmovisiones contrapuestas y excluyentes, que hacen recordar, sin repetir pero sí relevándolas, las defensas heroicas en pos de un bien mayor, como es Kobane y fue Madrid, y también las amenazas terribles en ciernes, como es el islamismo terrorista del EI y el imperialismo occidental y fue en su momento el fascismo franquista. No en vano el escritor Albert Camus cerraba su novela “La Peste” con las siguientes palabras: “Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa”.

Quedamos en la esperanza de que esta vez la Ciudad Dichosa venza y resista a la opresión.

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