Bruno Bernal, atleta del Bicentenario: «La Maratón de Santiago cometió un error histórico conmigo»

A pesar de ser el primer chileno en correr la Maratón a los 80 años, los organizadores de la Maratón de Santiago lo dejaron fuera de la estadística oficial…

Por seba

14/07/2010

Publicado en

Deportes / Entrevistas / Portada

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A pesar de ser el primer chileno en correr la Maratón a los 80 años, los organizadores de la Maratón de Santiago lo dejaron fuera de la estadística oficial…. a pesar de haberlo premiado.

Bruno Bernal Díaz acaba de convertirse en el primer chileno en correr la maratón a los 80 años de edad. Este logro lo consiguió en la Maratón Internacional de Santiago, disputada el pasado 11 de abril de 2010.

Bernal ya había hecho historia en el atletismo, en 1996, cuando completó 80 mil kilómetros, sumadas las distancias de sus entrenamientos y competencias, equivalentes a dos vueltas al mundo. En reconocimiento a su inagotable esfuerzo fue homenajeado -en aquel año- por la rama deportiva de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y por el Club Atlético Bernardo O`Higgins de esta misma ciudad.

Este personaje porteño, nació el 8 de diciembre de 1929 en el desaparecido Hospital Enrique Deformes de Valparaíso. Es soltero y amante de la poesía. Así lo atestiguan sus poemas “Un 18 de mayo, fallecidos en Antuco”, “José Miguel Carrera”, “Caupolicán” y “Manuel Rodríguez Erdoíza”, que pueden leerse en la web de El Ciudadano.

Antes de convertirse en atleta, fue nadador del Deportivo Playa Ancha (DPA), boxeador y salvavidas.

En Valparaíso es toda una leyenda. Los wanderinos lo aplauden de pie cuando lo ven entrar al Estadio. En diciembre pasado, en medio de la disputa por el ascenso de este club, más de un millar de hinchas guardaron silencio cuando Bruno Bernal se puso a interpretar a viva voz su poema dedicado al equipo de sus amores:

Verde es su color,
verde la camiseta,
verde el pabellón,
Y también verde es la ilusión,
Que el wanderino lleva muy dentro del corazón (extracto)

En entrevista con El Ciudadano relata los aspectos que considera más relevantes de su trayectoria deportiva.

-¿Cómo nació su vocación de atleta?

“Fue en Lonquimay, al interior de Curacautín, en la Región de la Araucanía donde empecé a trotar cierto día. Fueron cinco minutos de trote con respiración jadeante, piernas acalambradas y paso tambaleante”.

-¿Qué lo indujo a correr?

“Tal vez fue el paisaje y el desafío de correr alguna vez una maratón. Recuerdo que esos primeros minutos de trote los hice a campo traviesa, con perfume de arbustos y matorrales, metido entre cerros, ríos, lagos y volcanes.

Con estos hermosos paisajes conviví un feliz verano mientras cumplía funciones aduaneras en ese pueblo cordillerano. El 14 de febrero de 1964 fue mi año primero, desde entonces he venido corriendo, devorando kilómetros y kilómetros como un lobo hambriento.

Luego pasé a Antuco, al interior de Los Ángeles. Ahí seguí corriendo sin importarme para nada ni la lluvia ni el viento. Entonces, 15 kilómetros corría casi todos los días, por lo mismo mis piernas estaban más fortalecidas, ya no me tambaleaban y fielmente cumplían con el sacrificio diario que yo les imponía”.

-¿Qué recuerdos tiene de sus comienzos como atleta en esos pueblos cordilleranos?

“Inolvidables, porque me trataron con mucho cariño como si hubiera sido un hermano. En ellos cambié el rumbo de mi vida. Vayan mis cariñosos saludos a Lonquimay y Antuco”.

… y de regreso a Valparaíso: ¿Qué hizo? ¿Siguió con sus prácticas atléticas?

“Por supuesto que sí. Hasta el día de hoy en que me encuentro en el máximo de experiencia como maratonista”.

-Háblenos de esa experiencia…

“Llevo 14 maratones internacionales: una Costa del Pacífico (Viña del Mar) y 13 maratones de Santiago”.

-¿Ha llegado en todas a la meta?

“Sí, siempre he corrido con decoro, nunca me he retirado. Mis entrenamientos son muy rigurosos y con gran responsabilidad”.

-¿Qué implica esto?

“Me refiero a la cantidad de mis entrenamientos diarios. Ellos son mi bencina. La maratón es como cruzar un desierto. Con poca bencina se corre el riesgo de quedar botado a medio camino”.

Con ocasión de la Maratón de Santiago 2010: ¿Cuánta bencina le puso a sus pies?

“Mi kilometraje de preparación alcanzó 713 kilómetros 859 metros, en 46 días, con un promedio diario de 15 kilómetros 518 metros. Todo este entrenamiento en Chile es inédito. Nadie lo hizo antes con 80 años y 4 meses”.

-¿Qué otros recuerdos tiene de esta prueba?

“Muy gratos. El afecto de la gente a lo largo del trayecto y, sobre todo, el apoteósico recibimiento que me dieron mis amigos cuando me faltaban 500 metros para cruzar la meta. Me acompañaron con mucha alegría y gritos de alabanza referidos a Valparaíso. Enarbolaron una bandera chilena sobre mis hombros e hicieron sonar una estridente chicharra que anunciaba mi llegada triunfal a la meta”.

“Luego se apersonó un señor de la organización y colgó en mi cuello una medalla con cinta tricolor con la inscripción que me acreditaba ser ‘primer lugar, categoría 70 años y más, varones, Maratón Internacional de Santiago, Adidas, 2010’. Una dama, que le acompañaba, me hizo entrega de un hermoso trofeo que al igual que la medalla certificaba haber ganado la citada prueba”.

Pese haber premiado a Bernal, la estadística oficial de dicha competencia no lo reconoció como ganador, dejándose desierta la categoría de 70 años y más en la que él participaba. Lo que sucedió es que, como Bernal demoró más de 6 horas en llegar a la meta, los organizadores –que estaban al tanto que él se mantenía en competencia- apagaron el reloj electrónico y desmontaron el podio por lo que no hubo un registro oficial de su tiempo. Este hecho mancha a esta prestigiada competencia y constituye un agravio al deportista y a la historia del atletismo chileno.

Aunque Bernal ha sido el único chileno en correr la maratón con más de 80 años, no está claro si la historia le reconocerá este mérito.

En este sentido es importante destacar que El Mercurio de Valparaíso le dedicó gran espacio a su hazaña al titular el 13 de abril “Bruno Bernal hace historia en el atletismo chileno”. Sin embargo, El Mercurio, de Santiago, ni lo mencionó en una nota que realizó sobre atletas longevos que disputaron esta prueba y que fue publicada al día siguiente de verificada esta Maratón. Incluso fue más allá en su falta: aseveró que un atleta de 79 años, que corrió sólo los 10 kilómetros, fue el veterano más longevo de la prueba.

Nos intentamos comunicar con los organizadores de la Maratón Internacional Santiago, que fueron los que entregaron la información errada a la prensa, pero estos no respondieron a su requerimiento.

-¿Qué sabor le dejó haber competido en esta prueba? Se lo pregunto por qué, a pesar de haber sido premiado, no quedó registrado en la estadística oficial como ganador y atleta más longevo en correr la maratón.

Creo que los organizadores de esta competencia cometieron un error histórico conmigo. No comprendieron la importancia que tenía para la historia del atletismo nacional, que un chileno, por primera vez, corriera la maratón a los 80 años. Cometieron una injusticia que debe ser reconocida y remediada.

-¿Qué más puede agregar sobre su trayectoria de maratonista?

Quisiera resaltar algunos de mis cronos cada cinco años. Estos son:


· 60 años, 3:38:36,
Maratón Internacional de Santiago;

· 65 años, 4:6:09, Maratón Internacional de Santiago, Record de Chile para la categoría;

· 70 años, 4:23:57, Costa del Pacífico, Record de Chile y Sudamericano;

· 75 años, 5:27:26, Maratón Internacional de Santiago, Record de Chile en poder de Femachi (Federación de Atletas Master de Chile), para su homologación;

· 80 años, Maratón Internacional de Santiago (2010). Primer chileno en correr a esta edad. Crono sin registro oficial.

-¿Qué otras cosas quisiera decir?

“Quiero agradecer a todos mis amigos que aquel día (Maratón de Santiago 2010) me acompañaron en esta magna competencia. Al policía motorizado que cuidó de mi seguridad en los últimos 21 kilómetros del trayecto. Y a El Ciudadano por esta entrevista, como por el valioso espacio que me concede al publicar mis poemas”.

Por Francisco Marín

El Ciudadano N°82

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