El Consejo del Banco Central de Chile anunció una nueva reducción de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base, situándola en 4,5%. La decisión, adoptada por la unanimidad de sus cinco miembros, se produjo en un contexto de inflación a la baja, un entorno externo algo más favorable y un significativo repunte en el precio del cobre, que hoy supera los US$5 por libra.
El comunicado emitido al término de la Reunión de Política Monetaria (RPM) de diciembre presenta un escenario macroeconómico con luces y sombras que justifica, a juicio del instituto emisor, continuar con el proceso de normalización de la política monetaria iniciado en octubre.
En el texto, el Consejo destacó que el «panorama global muestra un impulso externo algo mayor para la economía chilena», fundamentando esta visión en que, durante el tercer trimestre, «la actividad de los principales socios comerciales habría crecido más de lo previsto».
Entre los factores que explican este dinamismo, el Banco Central mencionó «el aumento de las inversiones en nuevas tecnologías y el mayor gasto fiscal en economías desarrolladas».
Asimismo, se refirió al hecho de que la Reserva Federal (Fed) recortó su tasa de referencia en diciembre y las expectativas de mercado anticipan nuevos recortes el próximo año.
Este entorno ha permitido que «las condiciones financieras globales han continuado mejorando, destacando el incremento generalizado de las bolsas».
Un capítulo aparte, y de vital importancia para Chile, lo ocupa el metal rojo y el ente emisor destacó que «el precio del cobre ha aumentado significativamente y supera los US$5 la libra».
No obstante, el organismo mantuvo un tono de cautela, advirtiendo que «los riesgos globales siguen siendo elevados y no puede descartarse un deterioro abrupto de las condiciones financieras».
A nivel local, los mercados han replicado la tendencia alcista global. «La bolsa (IPSA) ha registrado ganancias y las tasas de interés de largo plazo han descendido en los últimos meses. El peso se ha apreciado», detalló el comunicado. En cuanto al crédito, este «se mantiene sin grandes cambios, aunque la cartera comercial muestra algunas señales de recuperación».
La evolución de la actividad económica chilena ha estado, en términos generales, «en línea con lo previsto», con un desempeño diferenciado entre sectores.
El Banco Central precisó que en el tercer trimestre «el crecimiento del PIB no minero se ubicó en línea con lo esperado, destacando el desempeño de los servicios y, en menor medida, del comercio». En contraste, «el crecimiento del PIB total se vio afectado por el débil desempeño del sector minero».
Actividad e inflación: la mezcla que permite el recorte
En el desglose por componentes del gasto, la inversión en maquinaria y equipos volvió a expandirse por sobre lo previsto», mientras que «el consumo privado se comportó en línea con lo esperado».
El mercado laboral, por su parte, «muestra mejoras, aunque persisten desafíos relevantes. La tasa de desocupación ha bajado en los últimos meses, pero la creación de empleo todavía es acotada».
El pilar fundamental que sostiene la decisión del Banco Central de recortar la Tasa de Política Monetaria es la desaceleración inflacionaria.
Según el organismo, los datos son contundentes, ya que la «inflación total y subyacente se han reducido, con una variación anual que en noviembre fue de 3,4% en ambos indicadores».
Además, las expectativas de inflación a dos años plazo, tanto de la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) como de la Encuesta de Operadores Financieros (EOF), «se ubican en 3%», anclándose en la meta del Banco Central.
Este avance ha sido destacado, ya que «la inflación se ha reducido más rápido que lo proyectado en septiembre, en un entorno económico local y global algo mejor que lo esperado».
En su nuevo escenario central, presentado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, «la inflación llegaría a la meta de 3% en el primer trimestre de 2026». Este camino considera «el comportamiento más favorable de algunos factores de costos», en un contexto donde «los riesgos para la convergencia inflacionaria se han reducido».
Compromiso del Banco Central con la flexibilidad en la política monetaria
El comunicado establece que el Consejo «evaluará los próximos movimientos de la TPM considerando la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia inflacionaria».
Asimismo, el Banco Central reafirmó su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, asegurando que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años».
El detalle de las discusiones que llevaron a esta decisión unánime se conocerá con la publicación de la Minuta de la RPM, el lunes 5 de enero de 2026 a las 8:30 horas. mientras que la próxima reunión del Consejo para definir la TPM está programada para los días lunes 26 y martes 27 de enero de 2026.

