Cuba denuncia «recrudecimiento de la política genocida» del bloqueo de EEUU

El gobierno de Cuba presentó un nuevo informe en el que se detallan las consecuencias del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la isla. Además de las pérdidas millonarias- que ascienden a un billón 112.534 dólares – se denuncian violaciones a los derechos a la salud, alimentación y educación del pueblo cubano que se mantuvieron a lo largo de cinco décadas. En el último año, la política genocida buscó un refuerzo extraterritorial: “hay un acoso sin precedente a la actividad bancario-financiera”.

“El bloqueo contra Cuba se mantiene en su totalidad, y el Presidente Obama, como sus antecesores, refuerza su aplicación, sin poder justificar su implementación”, sostuvo el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Abelardo Moreno, al presentar el informe sobre la resolución 68/8 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

“El bloqueo, además de ilegal es moralmente insostenible” sostiene el documento, al detallar consecuencias contra el pueblo cubano en áreas como salud y educación, durante el periodo comprendido entre abril de 2013 y junio de 2014. “No existe un sistema de sanciones unilaterales similar que se lleve a cabo con ningún otro país del mundo por un periodo tan prolongado”, pese a que la Asamblea General de Naciones Unidas se pronunció en contra del bloqueo en 22 ocasiones.

También detalla que luego de 55 años, el bloqueo aún se rige por el memorando del ex-Subsecretario asistente de Estado para Asuntos Interamericanos, Lester Mallory, que indica que el aislamiento busca provocar “el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno” cubano, hoy presidido por Raúl Castro.

“El complejo y ramificado conjunto de leyes y normas políticas y administrativas que codifican al bloqueo no se deroga. Muy por el contrario, se refuerza y reafirma su vigencia”, indica el informe en su introducción. Una de esas normas es la Ley de Comercio con el Enemigo que se prorroga anualmente luego de ser sancionada en 1917 como medida de guerra para restringir el comercio con naciones consideradas hostiles.

Consecuencias de la política genocida

Una de las características de los últimos años, es el refuerzo del alcance extraterritorial que se manifestó “en el acoso sin precedente” a la actividad bancario financiera. “Desde enero de 2009 hasta el 2 de junio del presente año, la Administración Obama ha obligado a 36 entidades estadounidenses y extranjeras a pagar casi 2.6 miles de millones de dólares, por mantener vínculos con Cuba”, ejemplifica el informe.

En términos económicos, el bloqueo provocó perjuicios por más de 116. 880 millones de dólares norteamericanos (un billón 112 mil 534 millones de esa moneda, si se calculan en función de los precios del oro). Las pérdidas son generadas por los ingresos dejados de percibir por exportaciones de bienes y servicios; los gastos que provoca la reubicación geográfica del comercio, en particular los derivados de la inmovilización de inventarios; y las afectaciones monetarias-financieras debido a la exposición de los actores económicos a las variaciones de las tasas de cambio (no puede utilizarse el dólar en los pagos y cobros) y el incremento de los costos del financiamiento.

Respecto a la violación al derecho a la salud, el informe señala la “imposibilidad de acceder a insumos de última generación, tecnología, conocimientos y otros recursos vitales”. De acuerdo al Ministerio de Salud Pública, trepan a 66,5 millones de dólares los gastos adicionales por la adquisición de insumos en mercados alejados. Consecuencias similares fueron señaladas en torno al derecho a la educación, e incluso a la alimentación.

En ese marco, el gobierno de Cuba ratificó que el bloqueo es un acto de genocidio, en el marco de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948. También lo califica como “un acto de guerra económica”, de acuerdo a la Declaración relativa al derecho de la guerra marítima, adoptada por la Conferencia Naval de Londres de 1909.

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