Ciclismo urbano

Daniela Suau, integrante del FMB5: “Usar la bicicleta como medio de transporte es una decisión política”

Próximamente Chile será sede del Foro Mundial de la Bicicleta. En esta entrevista analizamos el estado del ciclismo urbano en la capital, las tareas pendientes de las autoridades y las que deben asumir los "pedaleros" para mejorar el cada vez más masivo uso de la bicicleta.

Por Daniel Labbé Yáñez

24/01/2016

Publicado en

Chile / Entrevistas / Portada / Transportes

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Daniela Suau. Foto: Claudio Olivares (Bicivilízate)

Entre el 31 de marzo y el 5 de abril se realizará en nuestro país el Foro Mundial de la Bicicleta Chile 2016 (FMB5), un evento de carácter internacional que reunirá a representantes de diversas naciones en torno a temáticas de interés común, como son la bicicleta, el sistema de movilidad y la apropiación de nuestro entorno.

Conversamos respecto de este encuentro y sobre el estado del ciclismo urbano en Chile con Daniela Suau Contreras, miembro de la agrupación Newindie y Coordinadora de Comunicaciones del FMB5.

¿Qué conclusiones sacan de que se haya escogido a Chile para ser sede de la quinta versión del Foro Mundial?

Que en Chile hay un alto porcentaje de la ciudadanía que desea que de una vez se impulsen políticas públicas que integren modos de transporte sustentable como la bicicleta y que éstas vayan en la línea de proteger al ciclista. El Estado no ha respondido efectivamente a esa necesidad y, de hecho, está en deuda. Lo que ha hecho las últimas décadas es fomentar irresponsablemente el uso del automóvil y hoy percibe el error que cometió. Desde la sociedad civil organizada, el movimiento ciclista viene dando luces concretas desde hace décadas de que hay un capital humano importante pedaleando y solo basta con observar nuestras calles. Ahora esperamos que por fin nos escuchen y que se tomen en serio la urgencia de una política pública integral, que además considere educación vial y mayor fiscalización en las calles, o de nada servirán medidas como la reducción de velocidad urbana.

¿Qué objetivos esperan conseguir con la realización del FMB5?

Como objetivo general, esperamos que el Foro Mundial de la Bicicleta sea un espacio propositivo y de discusión, donde los ciudadanos de los diversos países que se reunirán en Santiago discutan en torno a los asuntos de interés común respecto de sus ciudades: la bicicleta, el sistema de movilidad y la apropiación de su entorno. Como objetivos específicos, apuntamos a generar equidad en el uso del espacio público, a través de una movilidad a escala humana; promover la autonomía ciudadana mediante el uso de la propia energía (cinética) renovable humana; y crear conciencia de trabajo colectivo y empoderamiento de las organizaciones sociales, ciclistas y ciudadanas, para incidir en el diseño de los espacios públicos, la movilidad, y la generación de políticas públicas en estas materias.

¿Por qué creen que es importante que los ciclistas urbanos se organicen?

Porque es la única manera de conseguir los cambios que esperamos para la ciudad que soñamos: una ciudad donde se privilegie la calidad de vida de las personas, donde lo elemental sea la escala humana. La sociedad organizada es vital para impulsar los cambios que se requieren y el movimiento ciclista en Chile es un excelente ejemplo de ello. Actualmente hemos formado parte de la discusión sobre el proyecto de modificación a la Ley de Tránsito y eso se ha logrado gracias a la apertura de las actuales autoridades de convocarnos, escucharnos y considerarnos, pero además gracias al trabajo de las propias organizaciones que siempre han estado haciendo saber su opinión y experiencia respecto a temas de ciudad, en particular de movilidad. La experiencia del usuario es elemental a la hora de repensar la ciudad.

"Cicletada primer martes del mes". Foto Daniel Labbé

«Cicletada primer martes del mes». Foto Daniel Labbé

CIUDADANOS MÁS CONSCIENTES

Para quienes usan cotidianamente o regularmente la bicicleta, esta es mucho más que un medio de transporte. ¿Cómo definirías tú el ser un “cletero”?

Ser un ciclista urbano te brinda una forma diferente de vivir la ciudad, porque te permite ir a tu ritmo, no dependes de nadie más que de ti mismo, puedes observar el entorno desde otro prisma, entender el movimiento desde un medio de transporte que precisamente te da el espacio para detenerte, percibir tu alrededor y lo que sucede. El automóvil no. Aunque muchos nos vean como una moda o perciban a los ciclistas urbanos como ciudadanos que se creen moralmente superiores, en el fondo, le guste a quien le guste, un ciudadano consciente de su impacto en la ciudad que opta por la bicicleta como medio de transporte, en efecto, está aportando a la sociedad, a la descontaminación, a la descongestión, al evitar el calentamiento global y, sin duda, es alguien más consciente.

El uso permanente de la bicicleta tiene entonces alcances políticos, filosóficos…

Totalmente, pedalear, usar la bicicleta como medio de transporte y participar de la “Cicletada del Primer Martes de cada mes» es una decisión política, porque significa formar parte de esa masa crítica que desea ser vista por el resto de la sociedad, contagiar a más personas, influenciar positivamente su entorno, mejorar su ciudad y hacer un llamado a las autoridades, para que desde las políticas públicas se garantice una mejor ciudad para todos.

¿Cómo observan la evolución del ciclismo urbano en Chile, especialmente en Santiago, en donde más se puede evidenciar?

Es un movimiento al alza. No sólo desde las organizaciones, sino desde el ciudadano común. Las personas cada vez son más conscientes de su entorno y no pedalean solo por evitar el tráfico o el transporte público, sino porque saben que pueden aportar y deciden hacerlo. Misma escalada puede verse en la generación de consciencia al momento de decidir reciclar, reutilizar o generar menos desechos. Las cifras nos avalan y, como te decía antes, basta con observar nuestras calles, cada vez más llenas de ciclistas. Aunque las autoridades han demorado en darse cuenta y recién desde hace poco han impulsado la creación de más ciclovías en aquellas vías que es necesario, los chilenos pedalean hace rato. La bicicleta como medio de transporte experimenta un alza sostenida casi del 20% anual, desde 2005. Incluso las cifras que la EOD entregó este año, lo confirman.

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Foto: Claudio Olivares (Bicivilizate)

CICLISTAS “VEREDISTAS” Y USO DE CASCO

¿Cómo evalúas el rol de las autoridades en cuanto a generar mejores y más seguras condiciones para quienes usan las bicicletas como medio de transporte?

Estimo que tardaron mucho en darse cuenta, pero actualmente ya se están encausando. En especial, se ven acciones importantes desde la Subsecretaría de Transportes y, en especial, desde la Intendencia. Sin embargo, esto no sería posible sin el rol de las organizaciones que vienen alertando de esta situación hace años e impulsando la necesidad de medidas integrales de fondo, tales como la reducción de velocidad urbana y la educación vial, porque no se trata solo de políticas públicas, sino de medidas que vayan de la mano con educar y reeducar a la ciudadanía, respecto de que la calle no es de los autos, nos pertenece a todos y hay que compartirla.

Como alguien que está vinculada al mundo de los cleteros, ¿qué autocrítica haces hacia los conductores de este medio de transporte? ¿Qué cosas esenciales falta que se hagan costumbre, por ejemplo?

En primer lugar, hay un porcentaje de ciclistas urbanos que al momento de elegir la bicicleta como medio de transporte en la ciudad no escatimó las responsabilidades asociadas, como en todo orden de decisiones que uno toma. Si, por ejemplo, temes pedalear por la calle –que por lo demás es tu lugar como ciclista, porque eres un medio de transporte-, debes privilegiar rutas donde haya ciclovías o calles menos transitadas, aunque eso te obligue a hacer trayectos más largos. Pues así como no deseas sentirte inseguro al movilizarte por la ciudad, tampoco debes invadir el espacio de los peatones –la vereda-, atemorizándolos respecto de su propia seguridad. Sin embargo, como ciclista urbano con más experiencia, estimo que no hay que caer en mirarse el ombligo y perder la perspectiva. Porque si hoy me preguntan si a mi sobrina de 11 años le aconsejaría que pedalee por la calle, mi respuesta es un tajante ¡no! Como ciclista conozco los riesgos que se viven al pedalear en la calzada y sé que no es llegar y tirarse a la calle.

Mencionabas el caso del ciclista que anda por la vereda. Es probablemente una de las críticas que más se repite entre los peatones…

Pero el odiado “veredista” tomó la mitad de la buena elección, que es andar en bicicleta, lo que beneficia a toda la ciudad; el punto es qué y cómo hacemos para que se baje a la calle. Sencillo: infraestructura y reducción de la velocidad como medidas que se asocian a otorgarles las garantías necesarias para que no se sienta inseguro en la calle. Y eso se consigue por medio de políticas públicas y con educación vial. Sin embargo, no puedo dejar de señalar que no todos los ciclistas que van por la vereda temen a ir por la calle, hay muchos que lo hacen por flojera. Lo veo a diario donde vivo, en Merced con Purísima, donde a escasos metros tienen la ciclovía de José María Caro –al lado del Mapocho- además de la vía compartida del Parque Forestal, sin embargo, muchos insisten en pedalear por la vereda de Merced y eso lisa y llanamente es flojera y no preocuparse por los demás actores de la ciudad.

¿Qué otra autocrítica sumarías?

El desconocimiento de la ley de tránsito y la importancia de la comunicación en la calle, como es el uso de luces en la noche, no ir en contra del tránsito y respetar el espacio con los demás ciclistas; no creer que porque son vías exclusivas, las ciclovías son autopistas de carrera. Sobre el uso del casco, la verdad es que –personalmente- discrepo de la obligatoriedad de su uso y estimo que usarse el criterio. Finalmente, si un automóvil te choca de nada te sirve su uso, dado que los cascos no están hechos para chocar con vehículos a más de 30k/h y sabemos que la velocidad actual mínima es el doble de eso.

Por Daniel Labbé Yáñez

*Te invitamos a leer los reportajes dedicados al ciclismo urbano que vienen en la última edición impresa de El Ciudadano (n° 173)

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