Crimen de scout Tomás Acevedo: Declaran culpables a imputados por delito de homicidio calificado

La decisión fue tomada por votación unánime del tribunal, por lo que los imputados, Ulises Labrín y una joven de 16 años, fueron declarados culpables por el delito de homicidio calificado.

Por Leonardo Buitrago

02/06/2021

Publicado en

Chile / Justicia y DD.HH / Portada

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El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó este miércoles a los dos imputados por el crimen del joven scout Tomás Acevedo Olea, registrado en 2019 en la comuna San Vicente, región de O’Higgins.

La decisión fue tomada por votación unánime del tribunal, por lo que los imputados, Ulises Labrín y una joven de 16 años, fueron declarados culpables por el delito de homicidio calificado.

A través de su cuenta en la red social Twitter, el Poder Judicial informó que la sentencia será leída el próximo 11 de junio.

Según recoge Meganoticias, la jueza del tribunal sostuvo que “para llegar a tal decisión, se ha tenido en consideración lo siguiente: en cuanto al delito de homicidio, no fue discutido por los intervinientes que el día 27 de julio de 2019, poco antes del mediodía, la víctima Tomás Acevedo Olea, fue citado a fin de que concurriera a reunirse con la menor en las cercanías del puente Zamorano, ubicado en la comuna de San Vicente de Tagua Tagua, donde esta se encontraba con el coimputado Ulises Labrín”.

El joven scout de 16 años recibió cerca de 397 puñaladas, por lo que Labrin y la adolescente están enfrentando un juicio por el delito de homicidio calificado.

De acuerdo con las investigaciones, Labrin de 23 años habría actuado en venganza, por una relación que Tomás sostuvo con una menor de edad y que en ese momento estaba vinculado sentimentalmente con el acusado, quien además habría dado su consentimiento para acabar con la vida del scout.

La joven, de iniciales F.S.M., habría acusado a Tomás de violarla, y lo citó a acudir al sector de Estero Zamorano, lugar en el que fue asesinado por Ulises, quien habría usado guantes quirúrgicos y una daga para propinarle los cortes.

La menor también habría acudido al lugar y presenciado el hecho, dando su consentimiento para asesinarlo.

Posteriormente tanto Labrin como Francisca se ocuparon en limpiar la sangre y cambiarse de ropa y llevarse el teléfono celular de la víctima, para luego retirarse del lugar.

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