Martín de los Santos Lehmann, imputado como autor de lesiones graves contra el conserje de 70 años, Guillermo Oyarzún, en Vitacura, abandonó Chile con destino a Brasil cuatro días antes de su reformalización. Ahora, prófugo de la justicia, ofrece una parcela en Pichilemu como reparación, pero la víctima y su familia rechazan cualquier acuerdo.
Este lunes, el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago acogió la solicitud de modificación de medidas cautelares que presentó la parte querellante y decretó su prisión preventiva, pero el imputado ya no estaba en territorio nacional.
Según consignaron Teletrece y Bio Bío Chile, De los Santos abandonó Chile el 19 de junio a través del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, con rumbo a Brasil.
En esa jornada, solo debía cumplir con cautelares de firma mensual y prohibición de acercarse a la víctima y al edificio de Vitacura, donde ocurrió la agresión, ya que no contaba con arraigo nacional.

La fuga y la audiencia telemática
La audiencia de reformalización fue realizada de manera telemática, debido a que Martín de los Santos había señalado que se encontraba lejos de Santiago, específicamente en Pichilemu, región de O’Higgins.
Durante la instancia, su actitud distante llamó la atención: en varios momentos, fue visto tomando mate, vapeando y realizando gestos, mientras se presentaban los cargos en su contra.
Incluso, en plena conexión telemática encendió su micrófono e increpó a la jueza Cecilia Villanueva: “Usted está haciendo un show mediático. Todo lo que ha dicho es falso (…) Está modificando su opinión por la presión pública, y eso es ilegal”.
El abogado del conserje agredido, Felipe Silva, indicó que luego de la renormalización se había despachado una orden de detención contra el imputado, con el objetivo de que quedara a disposición del penal correspondiente para cumplir su prisión preventiva. Sin embargo, desconocían su paradero.
“No sabemos dónde está, pero creemos que hay un inminente peligro de fuga“, advirtió.
Agresor del conserje prófugo de la justicia
Tras la audiencia, el abogado Carlos Mora presentó su renuncia al Cuarto Juzgado de Garantía, argumentando «diferencias irreconciliables y falta de confianza con el imputado».
«Por causas sobrevinientes que afectan a esta defensa, principalmente por diferencias irreconciliables y falta de confianza con el imputado, vengo en renunciar al patrocinio y poder que me fue conferido mediante escritura pública. Hago presente que esta situación se encuentra en conocimiento del imputado», indicó el profesional en su escrito.
En su reemplazo, el abogado Óscar Olivares evalúa asumir la defensa y en declaraciones a Emol confirmó que De los Santos está oficialmente en condición de prófugo de la justicia.
«Se encuentra en condición de prófugo toda vez que el día de ayer se ordenó su prisión preventiva, de modo que debió haber ingresado voluntariamente al centro de cumplimiento penitenciario, lo cual no ha ocurrido hasta este momento», señaló.

La oferta de una parcela y el rechazo de la víctima
El violento episodio ocurrió el 17 de mayo, cuando De los Santos, tras ser sacado de un club nocturno en Vitacura, le propinó una casi mortal golpiza Guillermo Oyarzún, con quien se topó en su camino en plena vía pública.
La presencia de un par de electricistas en el edificio en que trabajaba el conserje, quienes al percatarse de que lo estaban golpeando fueron en su ayuda, le salvó la vida y permitió individualizar al agresor.
Oyarzún, a sus 70 años, seguía trabajando en el edificio en donde estuvo 20 años antes de jubilarse. Eso hace 5 años. Tras la brutal agresión permaneció internado en la Mutual de Seguridad durante 15 días. Los exámenes médicos confirmaron daño en los nervios faciales, tras presentar cinco fracturas faciales que requirieron cirugía, loque le provocó secuelas permanentes.
En un intento por reparar el daño, el imputado reveló en una transmisión en redes sociales que le ofreció a la víctima una parcela en Pichilemu y pidió disculpas:
«Conté toda la historia, y es parte de, estoy totalmente arrepentido, le pedí disculpas a él y encantado de poder tener alguna comunicación, don Guillermo usted me dice y nos juntamos a conversar, yo me hago cargo de lo suyo 100% y evaluamos en darle una parcela en Pichilemu», afirmó.
En la actualidad, De los Santos opera de empresario inmobiliario en Pichilemu y creó Terrabank, “un modelo donde mezclamos terrenos, diseño y estrategia de renta corta para que más personas puedan vivir con autonomía y generar flujo”, según promociona en Linkedin y otras plataformas.
El emprendimiento es Vista Cuarzo Pichilemu, en donde comercializa parcelas de cinco mil metros cuadrados en las proximidades de Pichilemu, Punta de Lobos y Cahuil.
Sin embargo, la familia del conserje rechazó de inmediato la oferta, considerando que no hay compensación posible tras la brutal agresión.
«A nosotros no nos interesa ninguna parcela (…) Esta vez no le va a funcionar con nosotros, nosotros vamos a llegar hasta la última para que este tipo esté en la cárce», planteó el hijo de la víctima, en conversación con TVN.
María Vidal, esposa de la víctima, indicó en Mucho Gusto que «lo que nosotros pensamos es que él salió de Chile desde el momento en que se pidió la reformalización, porque sabía a lo que iba. Él debió haber quedado desde el primer momento en prisión preventiva».
Asimismo rechazó el frecimiento de la parcela por parte del agresor de su marido.
«¿Para qué queremos una parcela? Nosotros no queremos nada de él. Lo único que queremos es justicia para mi marido. Nos está mirando como no sé qué cosa. Dirá ‘a estos les tiro un pedazo de tierra o un par de pesos y se van a quedar callados y nunca más van a tocar el tema’. Pero él se topó con otra clase de familia… No vamos a dejar que él venga a querer pisotear nuestra dignidad», sostuvo, según consignó Meganoticias.
Cabe destacar que en una publicación en redes sociales, el propio imputado reveló que no se encuentra en territorio chileno.
«Por desfase horario del país donde me encuentro, el live se realizará a las 21:00 horas de Chile», afirmó.
Según el equipo legal del conserje Martín de Los Santos Lehmann arriesga una pena superior a cinco años de presidio por el delito de lesiones graves. A ello se sumaría la agravante por la edad de la víctima y otros dos cargos: golpes a funcionarios policiales y amenazas.