Soon 28 mujeres del Centro Penitenciario Femenino

INDH recurre a la Justicia por agresiones de funcionarios de Gendarmería a internas en Talca

"Habrían sido golpeadas duramente con pies, puños y palos, que les provocaron lesiones de diverso tipo. Además se hizo un uso excesivo de gas pimienta, que incluso provocó lesiones en las partes íntimas de algunas de las internas", señala el organismo.

Por Jose Robredo

25/08/2017

Publicado en

Chile / Justicia y DD.HH / Portada

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(Referencial)

El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ingresó un recurso de amparo en la Corte de Apelaciones de Talca con el objetivo de proteger la «libertad personal y seguridad individual» de «28 internas del Centro Penitenciario Femenino»,  las que fueron víctimas de «violentas agresiones tanto físicas como sicológicas» por parte de Gendarmería.

A través de un comunicado, el INDH que a través de la acción judicial se solicita el resguardo de «otras seis internas que fueron testigos de los vejámenes», ocurridos el pasado 8 de agosto pasado, «en el contexto de un allanamiento, fueran encontrados dos cargadores de celular».

Según establece el organismo, según publica Cooperativa, el descubrimiento «motivó represalias por parte de Gendarmería en perjuicio de dos internas, a quienes se les revocó el beneficio de trabajar en la cocina del penal. Esto motivó el enojo de las internas, quienes se amotinaron en sus celdas, bloqueando los accesos a éstas».

En el operativo para reprimir el motín se denuncia que «fue totalmente desmedido, debido a que habrían sido golpeadas duramente con pies, puños y palos, que les provocaron lesiones de diverso tipo. Además se hizo un uso excesivo de gas pimienta, que incluso provocó lesiones en las partes íntimas de algunas de las internas».

El INDH agrega que las internas fueron también «duramente insultadas, incluso algunas en razón de su edad y orientación sexual», y «la situación se agravó cuando muchas fueron obligadas a desnudarse ante personal masculino de Gendarmería, permaneciendo así durante un extenso periodo de tiempo».

El Instituto calificó el procedimiento como «brutal y desmedido», y reclamó que «las humillaciones, insultos y vejaciones relatadas bajo ningún contexto se enmarcan en un procedimiento con uso racional y proporcional de la fuerza, sino que tenía fines de castigo e intimidación en la población penal».

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