Apologías al terrorismo preocupan a los familiares de las víctimas

Lorena Pizarro, presidenta de la AFDD: «Familia Kast está vinculada al terrorismo de Estado»

Tras la propuesta de José Antonio Kast de ampliar Punta Peuco y retirar de la Plaza de la Constitución la estatua de Allende, la dirigente recordó la vinculación de los Kast con los crímenes cometidos en Paine tras el Golpe de Estado de 1973. "Que hable él es lo mismo que hable Pinochet o Manuel Contreras", sentenció.

Por Absalón Opazo

09/09/2017

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En una entrevista concedida a radio Cooperativa, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, acusó a la familia del candidato presidencial independiente José Antonio Kast de estar vinculada al terrorismo de Estado durante la dictadura militar.

La dirigente fue consultada por el programa El Diario de Cooperativa sobre la propuesta de Kast de ampliar Punta Peuco y de retirar de la Plaza de la Constitución la estatua del ex Presidente Salvador Allende. «Lo que a mí me provoca -quiero ser bien clara-, a mí no me extraña, a nosotros no nos extraña; sólo con decir Kast, la familia Kast está vinculada a violaciones a los derechos humanos, particularmente en la zona rural de Paine, donde por número de población es donde más victimas de la dictadura hubo, fundamentalmente a inicios de esta», señaló Pizarro.

«A mí no me extraña, lo que ocurre es que me preocupa que tengan la posibilidad de hacer esta apología al terrorismo, que en la práctica es lo que hacen. Lo que hace particularmente José Antonio Kast es una provocación, es una provocación propia de quien tiene una ideología partícipe de terrorismo de Estado y genocidio. Que hable Kast así es lo mismo que hable Pinochet o Manuel Contreras; no son distintos, son lo mismo. La familia de José Antonio Kast es una familia vinculada al terrorismo de Estado», expresó la dirigente en la emisora.

La presidenta de la AFDD también se refirió a los dichos del empresario y candidato presidencial Sebastián Piñera, quien declaró que «una cosa es la justicia y otra es la venganza» luego de la carta publicada en El Mercurio en la cual un grupo de 16 ex comandantes en jefe del Ejército denunciaban una «discriminación» en la justicia. «Está mostrando su careta. Piñera hoy día está flanqueado por la extrema derecha, por la UDI, por esos que son participes del genocidio, aquellos que les gustaba el exterminio, que lo sentían necesario; por lo tanto, los dichos de Piñera es mostrar lo que él realmente es, nunca ha sido otra cosa», sentenció.

Pizarro agregó que «eso del odio, ‘la justicia es buena pero el odio no’, yo quisiera saber en dónde ha habido odio cuando se condena un violador de derechos humanos, más bien lo que ha habido es una acción de impunidad disfrazada que por crímenes asesinatos, son muy pocos los que tienen condenas a cadena perpetua, no están en cárcel común. Lo que tenemos que buscar es una sociedad consciente y sobre todo autoridades y quienes ostentan distintos cargos de representación, que no puede relativizarse el terrorismo de Estado», sostuvo la dirigente.

Finalmente, la presidenta de la AFDD recordó que «cuando hace pocos días veíamos que en Alemania una mujer -de más de años de 80 ó 90 años- señaló que el campo de concentración de Auschwitz había sido un lugar de trabajo, un campo de trabajo, negando el holocausto nazi, fue condenada a prisión, no creo que sea por ánimo revanchista. Los países que sufrimos el exilio, terrorismo de Estado, los que vivieron el holocausto, lo que tenemos que asegurar es que no exista esa conciencia, independientemente del lugar político en que tú te ubiques respecto a lo ocurrido en los países en los años de terrorismo y de exterminio», recalcó.

Los crímenes de Paine: El callejón de las viudas

En los archivos periodísticos de la red aparece una entrevista de Ruby Weitzel en el diario El Mercurio de Valparaíso, en la cual se refiere a su libro «El callejón de las viudas», donde narra justamente los crímenes cometidos por militares y civiles de derecha en la localidad de Paine.

Weitzel al momento del Golpe era jefa de informaciones del diario La Nación. Uno de sus hijos fue asesinado por las fuerzas armadas: su cuerpo estaba tirado bajo un puente de la ciudad. De ahí vino un ostracismo de 10 años y el retorno a trabajar al diario La Tercera hasta el año 1991, cuando junto a la Vicaría de la Solidaridad comenzó a trabajar un escrito sobre los desaparecidos de Pisagua, que después sería el libro «Tumbas de cristal», su primera publicación.

En la nota del Mercurio porteño, Weitzel explica que «envuelta en la investigación de esos casos, comencé a darme cuenta que había muchas denuncias sobre presuntas desgracias en Paine, pero en ese momento estaba metida en otra cosa. Al tiempo, me acerqué al secretario ejecutivo de la Vicaría para proponerle que escribiéramos sobre eso, pero la institución se iba a cerrar así que me ofreció el material», el cual tardó más de dos años en ordenar antes de viajar a Paine a entrevistar a los familiares de las víctimas. En total, seis años para publicar «El callejón de las viudas», cuyo nombre se refiere a la desaparición de todos los hombres de una calle de esta localidad.

Los crímenes cometidos en esta zona rural también aparecen detallados en el libro «Los cómplices civiles de la dictadura», de Javier Rebolledo y Nancy Guzmán. Ahí, se indica que la familia Kast habría facilitado los camiones e inclusive sindicado a algunos campesinos que posteriormente fueron asesinados.

«Christian Kast, hijo del propietario de establecimientos Bavaria, fue citado a declarar por la justicia el 2003. En esa ocasión, Kast declaró que ‘no recuerdo si estos traslados (de detenidos) se hacían también durante la noche, de lo que estoy seguro, es que nunca mi móvil quedó en la comisaría sin el conductor que trabajaba para mí. Carlos, al regresar, me comentaba que efectivamente habían trasladado a los familiares de los funcionarios de Paine'».

Francisco Luzoro, dueño de camiones y dirigente de la Asociación Gremial de Camioneros -procesado por varios crímenes- reconoce en el libro que “los operativos que realizaba personal de carabineros escoltados por nosotros (los civiles) eran exclusivamente para detener gente en diferentes lugares, los cuales eran trasladados a la Subcomisaría de Paine, sin saber cuál era su destino final (…) Quiero hacer presente que no solo yo estaba prestando colaboración con vehículos a personal de Carabineros, sino que habían otras personas civiles y que además tenían otros vehículos (…) pero no recuerdo quiénes eran, como asimismo había otras camionetas, pero de diferentes colores».

Uno de los sobrevivientes de la represión de Paine, Martín Faunes, menciona en su testimonio, publicado en el portal Las historias que podemos contar, a Christian Kast como uno de los civiles que estaba «celebrando» con los uniformados mientras ellos eran torturados.

«Vino otro entonces con un alambre y me amarró las manos atrás por la nuca, después me empujaron de la banca para dejarme botado en el suelo. Cuando empezó a oscurecer, sacaron unas chuicas de vino y empezaron a prender fuego para un asado. Había carabineros y civiles, casi todos camioneros. Estaban los Carrasco, el Tito y el Toño Ruiz Tagle, el peluquero Aguilera, el Pato Meza, Miguel González, Carlos Sánchez, el Jara, el Cristián Kast, Larraín, Suazo. Eran unos quince civiles y unos dieciocho carabineros, yo los veía desde mi rincón cómo se reían y emborrachaban, pero estaba muy quieto, porque cuando se acordaban de mí, se acercaban civiles o pacos a darme de puntapiés por las costillas. Al rato vinieron a hacerme tragar más vino y uno dijo «a este guevón hay que pasarlo pa’dentro, pa’que sepa lo que es canela», entonces Retamal me sacó el alambre y empezaron a empujarme al calabozo», dice una parte del relato de Faunes.

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