Merokot, tras el negocio del agua en Paraguay

La firma es señalada como responsable de instaurar un “apartheid” contra el pueblo palestino y es un símbolo de la ocupación del Estado sionista. Días atrás, Mekorot fue denunciada ante las Naciones Unidas como una de las multinacionales que atenta contra los Derechos Humanos. En Argentina, un negocio similar alzó una férrea oposición de organizaciones políticas.

El pasado 26 de junio, el vicepresidente de Paraguay, Juan Eudes Afara, recibió a una delegación oficial del Estado de Israel liderada por el director interino de Mekorot, Amiram Ohayon. “Se proyecta la instalación de una Planta de Agua con toda la mecanización requerida a fin de que pueda brindar a la ESSAP (Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay) un apoyo”, informó la vicepresidencia, a cargo del Ejecutivo mientras Horacio Cartes se encontraba en Japón.

Los diálogos por acordar negocios en el manejo del agua en el país suramericano datan desde principio de año: en el mes de marzo, representantes de la empresa israelí se habían reunido con el ministro de Obras Públicas y con el propio presidente Cartes.

“El Presidente ha dado el visto bueno y su apoyo para que el MOPC (Ministerio de Obras Públicas) conduzca las conversaciones hacia el desarrollo del interés de esta empresa del Gobierno de Israel de participar de las licitaciones que pretendemos llevar adelante antes de fin de año”, indicó en esa oportunidad el líder de la cartera, Ramón Jiménez Gaona.

Precisó que la “participación” alcanzaría proyectos de tratamiento de agua, agua potable, tratamiento de afluentes y alcantarillado sanitario. El medio local E´a señaló que en un principio las obras con técnica sionista se realizarían en Asunción, cuatro ciudades de Alto Paraná y la cuenca del lago Ypacaraí.

Las críticas a la iniciativa alcanzan al menos tres puntos: se trata de una empresa colaboradora del genocidio contra el pueblo palestino; pesa sobre ella la amenaza de un boicot internacional; y promovería la privatización del derecho al agua en Paraguay.

La empresa estatal de agua israelí es un símbolo de la ocupación y opresión israelí sobre el pueblo palestino en su propio territorio: está acusada de ejercer una suerte de apartheid con la distribución del agua en la región. Suministra 40 litros diarios a los habitantes de Gaza y Cisjordania (un 10 por ciento de lo que reciben los colonos israelíes), cuando la Organización Mundial de la Salud establece que el mínimo recomendado es de 100 litros.

“Esta empresa lo que ofrece, y a muy alto costo, es tecnología de desalinización. La empresa está exportando tecnología a muy alto costo que significaría mucho dinero de los ciudadanos paraguayos en los precios pagados por el agua, dinero que iría a una empresa criminal de guerra. Y esto significaría una elitización del agua. Y el agua ya no sería un derecho, sino el privilegio de los que tienen el dinero para pagarla”, sostuvo la coordinadora de Relaciones Internacionales de la campaña Stop the Wall (Paren el Muro), Maren Mantovani, en diálogo con E´a.

En el año 2012, en Argentina se alzó un fuerte repudio a un convenio firmado por la gobernación de la provincia de Buenos Aires con la empresa israelí – que fue suspendido en mazo de este año-.

Denunciaron que la licitación era “absolutamente violatoria de los acuerdos del MERCOSUR. Los mismos excluyen expresamente de toda consideración comercial a los productos y servicios israelíes que estén instalados en los territorios Palestinos ocupados, haciéndolos partícipes directos de las más graves violaciones de los Derechos Humanos”, destacó en esa oportunidad Tilda Rabi, representante de la Federación de Entidades Argentino Palestina (FEAP).

Esas denuncias fueron ratificadas días atrás en la 26° Sesión del Consejo de Naciones Unidas en Suiza – luego del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP)- donde también se señaló a otras multinacionales acusadas de violar derechos humanos en distintos países del mudno: Chevron en la Amazonia Ecuatorial; Shell en Nigeria; Glencore en Filipinas, Zambia, República Democrática del Congo, Peru y Colombia; Pacific Rim en El Salvador; Lonmin en Sudáfrica; Coca-cola en Colombia; e Hidralia en Guatemala.

Fuente: Noticias Pia