Seis suboficiales del Ejército de Chile fueron detenidos tras ser vinculados a una organización criminal dedicada al tráfico de drogas desde la región de Tarapacá hacia la región Metropolitana de Santiago. El caso, calificado como «difícil y delicado» por las autoridades, involucra el ingreso de casi 500 mil dosis de cocaína, avaluadas en más de $3.000 millones.
Los militares, pertenecientes a la Segunda Brigada Acorazada de Cazadores de Pozo Almonte, fueron sorprendidos in fraganti junto a un civil durante un operativo del OS7 de Carabineros.
Según el general director de Carabineros, Marcelo Araya, como parte del procedimiento se logró incautar, se logró incautar 16.,575 kilos de clorhidrato de cocaína y 29.186 kilos de pasta base de cocaína, equivalente a 498.266 dosis, avaluadas comercialmente en $3.009.449.000; además de tres vehículos avaluados en $40 millones que fueron parte de la estrategia para comercializar esta droga, haciendo presente que esta se desplaza desde la región de Tarapacá hacia la región Metropolitana”.
La fiscal regional de Tarapacá, Trinidad Steinert, indicó que la captura de estos militares se produjo a raíz de una denuncia del mismo Ejército, la cual surgió de los propios controles internos de la institución.
«Controles internos permitió al Ejército notificar lo sucedido. Destacar toda la colaboración prestada para diligencias específicas. Sin ello, la investigación habría sido más lenta», expresó.
La detención de los seis suboficiales y el civil -quienes permanecen en Santiago- se amplió hasta el próximo jueves 26 de junio, jornada en la que se definirán sus medidas cautelares. A todos los involucrados se les imputarán los delitos de tráfico de drogas y asociación criminal.
“La audiencia de formalización y solicitud de medidas cautelares se amplió hasta el día jueves a desarrollarse en la ciudad de Iquique, en la región de Tarapacá”, explicó la persecutora, según consignó Bio Bío Chile.

¿Militares narcos?
La fiscal Steinert destacó que los miembros del Ejército no actuaban con los uniformes y que algunos de ellos fueron detenidos en la capital, al ser captados en pleno traslado de la droga.
“Sí existía una estructura en la cual se dividían funciones y eso es importante para establecer que estamos frente a una organización criminal. Ustedes saben que tiene que haber una especie de división de funciones y en ese sentido uno de ellos era quien realizaba las coordinaciones necesarias para el traslado de la droga, otros coordinaban los automóviles y quiénes iban a realizar las funciones de transportista”, señaló.
El general Pedro Varela, comandante de Operaciones Terrestres, informó que tras conocerse los hechos, “de inmediato, el Ejército adoptó las medidas administrativas correspondientes, procediendo a tramitar la baja de los funcionarios involucrados”.
“Estos delitos en que estarían involucrados resultan inaceptables y constituyen una falta gravísima a los valores de quienes abrazamos la carrera militar. Esto daña la labor que de manera abnegada, profesional y comprometida desarrollan a lo largo de nuestro país los más de 30.000 hombres y mujeres del Ejército de Chile”, planteó.

Ministro Cordero: «Es una situación difícil y delicada»
Por su parte, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, calificó el caso como «una situación difícil y delicada de todo el punto de vista institucional», pero valoró la reacción del Ejército para detectar los hechos, mediante su mecanismo de control interno.
Agregó que “hay algunas interrogantes que se encuentran abiertas y que van a ser objeto de la investigación, cómo se contactaron y quién eran sus distribuidores”.
De acuerdo con el secretario de Estado no existen «antecedentes de otra asociación similar dentro del Ejército».