Gobierno de México confirma desconocimiento de comicios venezolanos

Este miércoles, el Gobierno mexicano citó a la embajadora de Venezuela, María Lourdes Urbaneja Durant, para reiterar la posición del Gobierno de México, de desconocer el proceso electoral celebrado en el país petrolero el 20 de mayo, así informó la Cancillería, mediante un comunicado.

El vicencanciller para América Latina y el Caribe, Luis Alfonso de Alba, «reiteró a la representante diplomática venezolana, que México no reconoce la legitimidad de dicho proceso por no cumplir con los estándares internacionales de un proceso democrático, libre, justo y transparente».

Con la misiva el Gobierno de  México considera que la cita da cumplimiento a la declaración del Grupo de Lima y del comunicado de la Cancillería, emitidos el 21 de mayo.

El país anfitrión informó a la diplomática venezolana sobre «las medidas específicas que adoptará«, como resultado de ese desconocimiento.

Parte de las acciones comunicadas a la funcionaria son: «reducir el nivel de las relaciones diplomáticas con el gobierno venezolano que considera entre otras, la disminución o cancelación de actividades culturales y de cooperación, incluida la militar».

México continua con la agenda injerencista internacional contra Venezuela

Es de destacar que, el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto «seguirá buscando tanto en el ámbito bilateral como multilateral contribuir por la vía diplomática a la restauración de la institucionalidad democrática, el respeto de los derechos humanos y la plena vigencia del estado de derecho en ese país», puntualiza el reporte oficial.

Finalmente, la Cancillería mexicana anunció que se mantendrá atenta a la evolución de los acontecimientos en Venezuela.

Más amenazas de México

En horas del día, autoridades financieras mexicanas advirtieron los riesgos de realizar operaciones originadas en la legislación de la Asamblea Constituyente de Venezuela, que ha sido desconocida por el Gobierno de México.

«Las Autoridades Financieras (mexicanas) advierten a las entidades que operen al amparo de la legislación financiera mexicana, sobre los riesgos de celebrar operaciones con personas o sujetos, creados u originados por la Asamblea Constituyente de Venezuela reputados como inválidos por los organismos internacionales y en consistencia con la Declaración de Lima», firmada el 8 de agosto de 2017 y ratificada el 21 de mayo pasado por gobiernos de 14 países, entre ellos México.

El Grupo de Lima y sus cosas

El documento conjunto, titulado reseña que el 8 de agosto de 2017, los cancilleres y representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, reunidos en la capital peruana para «explorar cómo contribuir a la restauración de la democracia a través de una solución pacífica y negociada», emitieron la Declaración de Lima que rechazó los comicios del pasado domingo.

¿Casualidad o causalidad?

El Grupo de Lima está conformado por una serie de países que están aliados por intereses económicos al imperio Yanqui, dichas naciones comulgan con los principios de ultraderecha y todas operan bajo la subordinación y el miedo a represalias estadounidenses, que los obliga a desconocer la democracia participativa venezolana, tras el inminente triunfo del Gobierno del presidente reelecto Nicolás Maduro.

Además las acciones de México representan un ejemplo claro de lo que es el principio de la transposición del padre de la propaganda nazi Joseph Goebbels, que se trata de cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

Las sanciones contra Venezuela de organismos internacionales sólo demuestran el desespero de la ultraderecha en no reconocer los avances de una democracia participativa, con un sistema electoral reconocido en el mundo por su transparencia y eficiencia y que pese a la guerra económica orquestada por Estados Unidos con apoyo, dieron como ganador y reeligieron a Maduro.