Las características de esta planta permiten aprovecharla en su totalidad para diferentes tipos de industrialización

Más allá de la medicina y las fumadas

El tema de la marihuana cada vez se hace más frecuente en la sociedad actual: legalización, auto cultivo, regulación, despenalización, son algunas palabras familiarizadas con el controvertido tema, sin embargo los “reflectores” de medios convencionales siguen apuntando al tema del uso lúdico y medicinal, dejando de lado la infinidad de usos a nivel industrial que se derivan de la planta.

Por El Ciudadano México

23/01/2016

Publicado en

Latinoamérica / México

0 0


Foto: Eduardo Blas
Foto: Eduardo Blas

Foto: Eduardo Blas

El tema de la marihuana cada vez se hace más frecuente en la sociedad actual: legalización, auto cultivo, regulación, despenalización, son algunas palabras familiarizadas con el controvertido tema, sin embargo los “reflectores” de medios convencionales siguen apuntando al tema del uso lúdico y medicinal, dejando de lado la infinidad de usos a nivel industrial que se derivan de la planta.

¿Marihuana o cáñamo?

Ambas plantas son similares pues su origen radica en la misma especie; mejor dicho, la marihuana pertenece a una categoría de cáñamo cuya diferencia radica en la concentración del componente psicoactivo TetraHidroCannabinol (THC) y es asociada a los fines lúdicos y medicinales de la planta. Por su parte el cáñamo, proviene de la planta con el mismo origen diferenciándose en los niveles de THC bajos o nulos y su riqueza radica en los usos industriales. El THC es la sustancia psicoactiva que genera los efectos en los consumidores de marihuana.

Industria verde

Las características de esta planta permiten aprovecharla en su totalidad para diferentes tipos de industrialización, teniendo como uno de sus principales beneficios la reducción del impacto ambiental. Alimento, combustible, textiles, papel, materiales de construcción y plásticos; son ramos industriales que han desarrollado tecnologías y nuevos productos a base de cáñamo.

La alimentación es un aspecto del cáñamo que comienza a destacar como una implementación de la alimentación diaria, su riqueza principal proviene de las semillas de la planta ya que por su valor nutrimental contiene todos los aminoácidos y ácidos grasos esenciales que requiere nuestro organismo ayudando a reforzar el sistema inmunológico. Pan, leche, aceite y fibra, son parte de los alimentos que se pueden producir para su consumo.

En el caso de la industria papelera, un árbol puede tardar de 20 a 30 años para poder producir papel, mientras que el cáñamo tarda solo 6 meses contando con la ventaja de poder ser reciclado hasta siete veces, mientras que el papel derivado de la madera puede hacerlo máximo 3 veces, de esta forma se reduciría la deforestación que ha llevado a la destrucción de los ecosistemas.

En el ámbito textil, el cáñamo es el mejor reemplazo ante el uso del algodón pues su cultivo no requiere uso de pesticidas o herbicidas tóxicos, por lo que en el uso de prendas de vestir no es perjudicial para la piel. Con respecto a la producción, 2 o 3 hectáreas de algodón equivalen a cuatro mil metros cuadrados de cáñamo. Además suele ser un textil de larga duración y retardante del fuego por encima del algodón y otras fibras.

Las energías renovables no se quedan atrás, por medio de la planta se puede generar combustible de dos maneras distintas. El aceite derivado de la semilla de cáñamo puede procesarse para convertirlo en biodiesel, combustible biodegradable y de nulo impacto ambiental; o bien, el tallo de la planta en proceso de fermentación puede producir etanol y metanol sin los cuidados necesarios que requiere el que se produce con maíz.

Del ámbito industrial, la escena automotriz ha destacado por el uso de materiales a base de la planta, teniendo como principal antecedente a Henry Ford, creador de la marca automotriz hasta hoy vigente quien a inicios del siglo XX fue el primero en impulsar al cáñamo no solo en la construcción de autopartes o vestiduras, sino también con los combustibles. En 1925 declaró al diario New York Times que el etanol sería el combustible del futuro. Su visión buscaba vincular la naturaleza con la tecnología para buscar opciones sustentables.

“¿Por qué hemos de utilizar los bosques que han tardado años en crecer y las minas que han tomado siglos en asentarse, si con el cultivo de un año de cáñamo, se puede obtener la materia prima suficiente para sustituir los productos del área forestal y minera?” Henry Ford.

Hoy en día diferentes compañías como BMW, Mercedes Benz, Audi y VolksWagen han sustituido el uso del cáñamo en reemplazo de materiales similares a sus nuevos proyectos, pues además de ser materiales biodegradables, suelen ser más ligeros hasta en un 30% del peso total de los automotores, entre más ligero sea el auto menos energía requiere para desplazarse.

Tomando en cuenta los múltiples usos y beneficios tanto humanitarios como económicos de la planta, el tema de la regulación de la planta debe ser tratado, analizado y formalizado con cautela, además de no minimizar el ámbito industrial en comparación al medicinal y recreativo; pues si bien es importante el derecho a la salud, vida digna y a la libre autodeterminación de las personas para elegir que consumir, el ámbito industrial es una opción que no debería descartarse tomando en cuenta el debilitamiento de la economía mexicana, la carencia de empleo, la taza de hambruna y la falta de viviendas, problemáticas que podrían combatirse a través de esta industrialización.

Si su regulación es eficiente y creada tomando en cuenta ambas perspectivas, esta planta podría proveer de alimento, ropa, techo y trabajo a miles de personas que se encuentran en condiciones precarias en nuestro país, mismo que por sus condiciones geográficas podría ser un proveedor de materia prima industrial a nivel global.

Foto: Eduardo Blas

El Ciudadano

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones