Evo Morales y Dilma Rousseff buscarán reforzar la relación diplomática

Morales llegará al Palacio de Planalto (Brasilia) en la que será la primera visita oficial del mandatario boliviano desde que Rousseff llegó al poder, hace poco más de cinco años.

A raíz de la fuga de Pinto, las relaciones bilaterales se enfriaron porque el Senado brasileño, controlado por la oposición, bloqueó durante dos años (2013-2015) la propuesta de Rousseff de Raymundo Santos Rocha Magno como nuevo embajador en Bolivia, que finalmente se concretó en 2015 y asumió funciones.

Los temas a tratar

En ese encuentro, según fuentes oficiales de ambos países, la agenda que discutirán los mandatarios incluirá asuntos relacionados con las áreas de energía, infraestructura, comercio, cooperación fronteriza, combate al narcotráfico, entre otros.

El tema de infraestructura es uno de los más ambiciosos, pues se abordará en la reunión y tiene como punto principal un proyecto para la construcción de un ferrocarril entre el puerto brasileño de Santos, en el océano Atlántico, y las terminales peruanas de Ilo o Matarani a través del territorio boliviano.

El proyecto es impulsado por Evo desde hace años, pero hasta ahora no prosperó y ahora tiene el obstáculo de que Brasil ya acordó con Perú y China, que financiaría las obras, la construcción de un tren “transoceánico” que llevaría a los mismos puertos peruanos, pero sin pasar por Bolivia.

El ministro boliviano de Obras Públicas, Milton Claros, explicó ayer, en Brasilia, a las autoridades brasileñas, detalles del proyecto del tren bioceánico central que pretende unir el Atlántico con el Pacífico, un día antes de la reunión bilateral entre Morales y Rousseff. Explicó el estudio de factibilidad del corredor bioceánico central y sus ventajas frente a los corredores norte y sur que se perfilan en los dos polos de Sudamérica.

En la cita de los mandatarios también se discutirá la posible ampliación del contrato mediante el cual Bolivia suministra gas natural a Brasil, firmado en 1999 y que vencerá en 2019, pues la idea es renovarlo por otras dos décadas y mantener el bombeo en unos 32 millones de metros cúbicos diarios de gas hacia el mercado de Brasil.

Fuente: El Deber