Los gobiernos de Irán y Venezuela han fortalecido su alianza estratégica, denunciando conjuntamente las acciones ordenadas por el presidente estadounidense Donald Trump en el Caribe como «piratería» y «terrorismo internacional». A través de una llamada telefónica, los cancilleres de ambas naciones ratificaron el compromiso de cooperación en todos los ámbitos para enfrentar las agresiones de Washington.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, informó detalladamente sobre la conversación sostenida con su homólogo iraní, Seyed Abás Araqchi y señaló que se centró en revisar el estado de las relaciones bilaterales, enmarcadas en un acuerdo de cooperación estratégica. Además, abordaron las amenazas, actos de piratería y el saqueo de buques cargados de petróleo venezolano por parte del inquilino de la Casa Blanca.
Solidaridad de irán con Venezuela y oferta de cooperación integral
La postura iraní, expresada a través de Araqchi, fue descrita por Gil como un respaldo total a la nación caribeña.
«Venezuela ha recibido una muestra plena de solidaridad del gobierno de la República Islámica de Irán, así como su ofrecimiento de cooperación en todos los ámbitos para enfrentar la piratería y el terrorismo internacional que Estados Unidos busca imponer mediante la fuerza militar, violando la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional», indicó el canciller venezolano en su cuenta de Telegram.
Cabe recordar que el pasado 17 de diciembre, la República Islámica de Irán condenó enérgicamente las declaraciones y amenazas de bloqueo marítimo y exportaciones legales de petróleo por parte de Trump hacia Venezuela.
“Estas acciones son manifestaciones evidentes de una política basada en el recurso a la fuerza y el acoso sistemático, que constituyen una flagrante violación de los principios y normas reconocidas del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, incluyendo la libertad de navegación, la seguridad marítima y la libertad del comercio internacional”, indicó Teherán en un comunicado.
La nación persa señaló que ninguna potencia tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de Venezuela, que, según los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, “goza del derecho inherente a la defensa propia frente a cualquier amenaza o agresión externa”.
En este contexto, Irán advirtió que el persistente unilateralismo beligerante de Washington contra países independientes, en caso de no haber una reacción responsable de la comunidad internacional y las Naciones Unidas, llevará a un “precedente peligroso”.
El detonante: el bloqueo naval y la incautación de petroleros
El contexto de llamada entre los cancilleres Gil y Abás es la escalada de medidas estadounidenses en aguas venezolanas. La semana pasada Donald Trump, anunció que había ordenado “un bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela”.
Esta orden ejecutiva no fue una mera declaración. Se produjo después de una acción militar inusual: el 10 de diciembre, fuerzas estadounidenses incautaron un buque petrolero frente a la costa venezolana. Este acto, calificado por Venezuela como un robo de sus recursos energéticos, se suma a una creciente y visible presencia militar de EE.UU. en la región caribeña durante los últimos meses.
La administración del magnate republicano justifica su despliegue en el Caribe como parte de una amplia ofensiva «antinarcóticos» que han dejado al menos 104 personas fallecidas, acusando, sin presentar pruebas, al gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de estar vinculado a una red de tráfico de drogas.
Sin embargo, desde Caracas han acusado que la intención del ultraderechista es drenar los ingresos del Estado venezolano y robar los recursos naturales del país, en particular el crudo.
El pasado sábado el gobierno venezolano denunció el “robo y secuestro” por parte de Estados Unidos de “un nuevo buque privado” que transportaba crudo proveniente de la nación latinoamericana , el segundo petrolero confiscado en menos de dos semanas por el país norteamericano en el mar Caribe.
En un comunicado, el Ejecutivo calificó el hecho como un acto de “piratería” y denunció también la “desaparición forzada” de la tripulación.
El país suramericano advirtió que “estos actos no quedarán impunes” y que ejercerá “todas las acciones correspondientes, incluyendo la denuncia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, otros organismos multilaterales y los Gobiernos del mundo”.
“El modelo colonialista que pretende imponer el Gobierno de los Estados Unidos con este tipo de prácticas fracasará y será derrotado”, afirmó.
Caracas agregó que el derecho internacional “se impondrá y los responsables de estos graves hechos responderán ante la justicia y la historia por su criminal proceder”.

