El mandatario argentino Javier Milei celebró este domingo el triunfo de su «amigo» el ultraderechista, José Antonio Kast, en el balotaje presidencial de Chile.
A través de un mensaje compartido en sus redes sociales, calificó el resultado como una “enorme alegría” y lo vinculó con un cambio de rumbo político en América Latina hacia la derecha «libertaria».
«La Libertad Avanza. Enorme alegría por el aplastante triunfo de mi amigo José Antonio Kast en las elecciones presidenciales de Chile», escribió.
En su publicación, Milei vinculó el resultado chileno con su proyecto de expansión de una agenda conservadora y liberal en la región y planteó que representa “un paso más” para que América Latina defienda “la vida, la libertad y la propiedad privada”.
En ese marco, sostuvo que la elección en Chile refuerza una corriente política común y señaló que trabajará de la mano con el representante del Partido Republicano para que la región «abrace» las ideas libertarias.
«Estoy seguro de que vamos a trabajar juntos para que América abrace las ideas de la libertad», afirmó.
El «libertario» también compartió en X un mapa de la región en el cual se muestra en qué países gobierna la derecha y la izquierda.
Kast y Milei: Más que amigos
El triunfo de Kast representa un giro en el sistema político chileno, abriendo una etapa de restauración conservadora luego de casi veinte años de alternancia entre gobiernos progresistas y de centro-derecha.
A la par, con este resultado, el tablero político sudamericano vuelve a reacomodarse. Actualmente, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Argentina y Chile conforman el bloque de países gobernados por fuerzas de derecha, mientras que Colombia, Brasil, Uruguay, Guyana, Surinam y Venezuela integran el grupo de gobiernos de izquierda.
Detrás de los saludos públicos y las fotos en redes sociales se teje una alianza estratégica profunda. El vínculo entre el presidente electo de Chile José Antonio Kast y el mandatario argentino se erige como un eje articulador de una agenda ultraliberal y antiestatal en América Latina, coordinada a través de una red internacional de think tanks y encuentros ultraconservadores.
La relación se hizo visible a nivel continental en agosto de 2023, cuando Milei se impuso en las primarias argentinas. Kast no tardó en celebrarlo en la red X, con un mensaje que definió el tono de su afinidad: «Histórico triunfo de Milei en las PASO. Desde Chile, todo el apoyo para la dura contienda que viene hacia adelante. Por el bien de Argentina, que gane la fuerza de la libertad y que la corrupción, inseguridad y mediocridad sean derrotadas».
Sin embargo, este apoyo no era el de un mero espectador. Ambos representes de la ultraderecha ya se habían encontrado previamente, forjando una conexión ideológica y estratégica. El primer hito fue en junio de 2022, durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en São Paulo, Brasil. Allí, junto al anfitrión Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro, se gestó el primer encuentro del trío.
«Ahora en la CPAC, el mayor evento conservador del mundo, con los futuros presidentes de Argentina, Javier Milei, y de Chile, José Antonio Kast», escribió entonces el hijo del exmandatario, sentenciado a más de 27 años de prisión por liderar un intento de golpe de Estado.
La alianza se consolidó en julio de 2023, cuando Milei viajó a Chile. En Santiago sostuvo una reunión privada con Kast y participó en eventos organizados por Axel Kaiser y su Fundación para el Progreso. En uno de esos actos, Kast presentó a Milei con palabras elogiosas: «Es un león que está haciendo historia», y cerró su intervención con el ya emblemático grito de campaña del libertario: «¡Viva la Libertad, carajo!».
La conexión no es solo personal o discursiva. Tanto Milei como Kast y Kaiser están integrados en la red de la Atlas Economic Research Foundation, fundada en 1981 para impulsar centros de estudio que difundan la ideología neoliberal a nivel global. Esta red, que durante 17 años fue dirigida por el argentino Alejandro Chafuén, cuenta con más de 400 think tanks en el mundo.
Además, en toma de posesión de Milei en diciembre de 2023, Kast no solo asistió como invitado especial antes que el presidente chileno Gabriel Boric, sino que aprovechó el palco para una foto emblemática junto a referentes globales de la derecha radical: el argentino Agustín Laje (Fundación Libre), el propio Alejandro Chafuén (Atlas), Santiago Abascal (VOX España) y Eduardo Verástegui (CPAC México).
El reencuentro de la tríada Bolsonaro-Milei-Kast se repitió en julio de 2024, en una nueva edición de la CPAC en Balneario Camboriú, Brasil. Allí, Kast dictó una conferencia sobre el panorama latinoamericano. Esta sincronía explica, en parte, la adopción de tácticas similares de campaña. Inspirado en los recitales rockeros de Milei, el Partido Republicano de Kast alquiló el Movistar Arena para un evento masivo bajo el lema ‘La Fiesta de Chile’, buscando replicar el carisma y la conexión emocional con sus bases.
El «modelo» Milei y su sombra en Chile
La promesa de recortes fiscales de Kast encuentra su espejo y su inspiración en el gobierno de Milei, quien hizo de la motosierra un símbolo de su cruzada contra el Estado. El diagnóstico de su gobierno fue radical: «no hay alternativa posible al ajuste fiscal», prometiendo un shock económico «sin anestesia».
Una vez en el poder, el ministro Luis Caputo lanzó un paquete de medidas que incluyó una devaluación del peso del 50%, la reducción de ministerios de 18 a 9, y recortes severos en salud, educación, ciencia y obra pública. Se eliminaron subsidios a servicios básicos, se congelaron pensiones y se liberalizaron tasas de interés.
Si bien el gobierno exhibe como logro la reducción de la inflación –del 9,3% en 2023 al 5,2% en 2024– y un superávit fiscal aplaudido por el FMI, los costos sociales y productivos han sido altísimos. El analista económico Alejandro Marcó del Pont advirtiò: «este superávit no es un signo de salud; es el síntoma de una hemorragia interna. Es un ahorro forzado extraído de las entrañas de la economía doméstica».
Las cifras son contundentes: la actividad industrial cayó un 9,4% en 2024 y la construcción se desplomó un 27,5%. Un informe del sector industrial reconoció que unos 1.200 establecimientos industriales cerraron durante 2024. La demanda interna se contrajo, con ventas minoristas cayendo un 28,5% en los primeros meses de gobierno. El desempleo alcanzó el 7,9% en el primer trimestre de 2025.
El experimento libertario ha mostrado tal fragilidad que requirió un salvavidas internacional. El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump otorgó recientemente una línea de apoyo de 20.000 millones de dólares, recordó el periodista Mauricio Becerra en su artículo «La motosierra de Milei que salpica a Kast» para El Ciudadano.
Aunque el secretario del Tesoro de la nación norteamericana, Scott Bessent, lo justificó diciendo que «el presidente Milei está restableciendo la estabilidad económica tras décadas de mala gestión argentina», las propias palabras de Trump pintaron un panorama más sombrío: «no tiene dinero, no tienen nada, están luchando fuerte para sobrevivir… están muriendo».
Más allá de las felicitaciones en redes y los gritos de «libertad», la relación Kast-Milei es la punta de lanza de un proyecto político y económico articulado a nivel continental.
Mientras Milei intenta sostener su gobierno con apoyo externo tras un año de durísimas consecuencias sociales, Kast busca en Chile capitalizar ese mismo discurso, presentándose como el socio natural de un bloque que aspira a redefinir el rol del Estado en América Latina. La alianza es, sin duda, mucho más que una amistad: es una apuesta por expandir la agenda «libertaria» en región.
De momento, siguiendo el ejemplo de la «motosierra» de Milei, Kast prometió—sin explicar cómo— aplicar un recorte fiscal de 6.000 millones de dólares en los primeros 18 meses de su administración.

