Asociaciones de vecinos luchan contra la voracidad de inversionistas y gobernadores

Movimientos vecinales presentes en el 3. Congreso Peatonal

En el marco del Tercer Congreso Peatonal, organizado por la Liga Peatonal en el barrio de la Merced, 3 organizaciones vecinalespresentaron las problemáticas que viven sus colonias en relación a nuevas construcciones y proyectos.

Por El Ciudadano México

09/05/2016

Publicado en

Latinoamérica / México

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Foto: Magali Fabila

En el marco del Tercer Congreso Peatonal, organizado por la Liga Peatonal en el barrio de la Merced, 3 organizaciones vecinales presentaron las problemáticas que viven sus colonias en relación a nuevas construcciones y proyectos. La colonia Juárez, la colonia Granadas y los Pedregales expusieron su modo de acción y de organización así como las consecuencias de algunos proyectos que se desarrollan sin el consentimiento o la opinión de los habitantes mismos.

Foto: Magali Fabila

Foto: Magali Fabila

06600 Plataforma y Observatorio Vecinal de la Colonia Juárez: anulación del corredor cultural Chapultepec

“Más de 1 200 habitantes han sido expulsados el año pasado en nuestra colonia”. Así inicia su intervención Sergio González, vecino de la colonia. “La presión que está ejerciendo el capital conlleva a la expulsión de vecinos y esto es muy grave. No existe ninguna política que defienda el arraigo de la población al territorio”. Con su compañera Sandy Choreño, explicaron dos de los proyectos que se desarrollaron en la colonia. El corredor cultural Chapultepec, que después de una intensa lucha ha sido anulado y el CETRAM (Centro de transferencia modal) que pretende “ordenar el caos” en la salida del metro Chapultepec.

En el caso del CETRAM, Sergio González denotó el papel de asociaciones público-privadas a las cuales se les entrega un terreno para que construyan y sean responsables del nuevo proyecto. Este mecanismo, puesto en marcha por Simón Levy, ofreció a BBVA-Bancomer el terreno del paradero para que se invirtiera en él y además, se pueda construir una torre para oficinas. “El esquema es siempre el mismo, dicen que no hay dinero.  Como este proyecto costará más o menos 114 millones de pesos y que no hay dinero, se necesita un intervencionista privado. Simón Levy entrega un terreno a BBVA-Bancomer para que ellos inviertan. Que construyan una torre para sus oficinas, un hotel de lujo para que los pobres de BBVA Bancomer renten unos cuartitos. ¡Y también un centro comercial pues! Ya hay una torre ahí, pero pues que tengan dos! Van a gastar un montón ahí. A cambio, a la Ciudad de México le van a dar el 2% de todas las ganancias. ¿Buen esquema verdad?” Sergio González, con la Plataforma de vecinos, reivindica el derecho a ser socios de la ciudad, a tener un derecho de voto y la capacidad de decir no a cualquier proyecto que se desarrolle en su colonia.

De la misma manera, su compañera, Sandy Choreño explica cómo lograron anular el proyecto del corredor cultural de Chapultepec, “otra idea de Simón Levy, joven promesa de la ciudad”. Se propuso construir un segundo piso en Avenida Chapultepec, una de las avenidas históricas de la ciudad. Este corredor iba a tener árboles, centros comerciales, culturales y cines. “Para eso, se reunió con inversionistas y decidió darles la concesión de toda la avenida por 40 años”. En ese momento, Sandy se encontraba en Estados Unidos pero regresó para votar en su delegación. “Me encontré a unos loquitos – entre ellos Sergio-  que me empezaron a contar lo que estaba pasando. Pero no tenían mucha información al respecto. Sólo habían salido algunas notas pero en medios como El Financiero, es decir, con estas características de negocios”. Empezaron a investigar y a informar a la gente de las calles aledañas. Muy pocos eran los que estaban enterados del proyecto. “Empezamos a crear núcleos de resistencia. Gente de Coyoacán, de la Doctores y de otros lados nos vinieron a apoyar. Nos reuníamos en el acueducto todos los días”. El giro se dio cuandoun gremio de arquitectos se unió al movimiento y declaró que el proyecto era “una locura” porque se iba a construir sobre un cajón de metro además de ser una zona sísmica con fallas estructurales. “El gremio nos dio el aval, dieron datos muy técnicos que mostraban que no se podía construir ahí. Decidimos pedir una consulta al INE pero nos dijo que tenía que ser de toda la delegación. Nos asustamos, ¿cómo íbamos a informar a toda la delegación?” Sandy Choreño y sus compañeros empezaron a recorrer la ciudad, explicando las consecuencias de una privatización del espacio público. El 6 de diciembre 2015, la resistencia ciudadana dio sus frutos, ganó el “NO”.

Guadalupe Centeno de la colonia Las Granadas

La colonia Granadas era una antigua zona de fábricas. Como se fueron poco a poco, había muchos terrenos disponibles, en los cuales se empezaron a construir grandes edificios, sobre todo de Carlos Slim. La colonia se conoce como “Ciudad Slim” pero también como “El nuevo Polanco”. Guadalupe Centeno lleva 10 años viviendo en esta zona “muy sexy”. Sin embargo, denota que el metro cuadrado empezó costando 10 000 pesos y que hoy ya está entre 70 000 a 90 000 pesos.

“Están construyendo predios de 40 pisos. Antes eran de 15 máximo. No hay ningún programa de desarrollo urbano”. Centeno subrayó la falta de transparencia y la desinformación ciudadana. “No podemos dejar que el gobierno tome la ciudad. Aquí, llevamos 2 años de lucha ciudadana. Se hacen mesas de diálogo con los vecinos, discutimos de cómo vamos a planear lo que ya está construido porque no tenemos cabida en las decisiones”.

Los principales problemas mencionados por Guadalupe Centeno son la expansión urbana aunada a la falta de transporte público. Asimismo, la llegada de Bancomer a la Avenida Mariano Escobedo reflejó la falta de planeación en vialidades. “Bancomer decidió poner el área de fumar a la altura de la calle. Los empleados salen a fumar en la calle, la banqueta ya es área privado. Pero hay muchas mamás que pasan por ahí con sus niños. La delegación dice que no se puede hacer nada. ¿Cómo es posible que se le permitió a esta empresa construir una área de fumar en la banqueta?”

Demián Reyes de los Pedregales

Demián Reyes, un joven estudiante de 19 años expuso los problemas que está viviendo la zona de los Pedregales, al sur de la Ciudad. Esta zona, en la cual no sólo se encuentran colonias sino barrios y pueblos originarios, se empezó a construir a final de los años 1920. Muchos emigraron de Puebla y Veracruz a pie y llegaron a esta zona. “Observé que no sólo fue un proceso de migración sino también de autogestión comunitaria. Las personas que llegaron eran de las poblaciones más marginales del país. No llegaron a comprar un predio o un territorio. Ellos mismos construyeron los pedregales. Justamente pedregal por la piedra volcánica”.

En diciembre del 2013, la planta de asfalto que se encontraba en la zona (Avenida del Imán 263) se dona a Simón Levy a través de la empresa paraestatal ProCDMX. Se pretendía realizar grandes obras con fines comerciales en ese terreno, denominados Zona de Desarrollo Económico y Social (Zode). “Siempre usan estos nombres muy especializados pero en este caso, para quién es el desarrollo? Se convirtió en empresa privada”.

Demián explica que se añadió al movimiento sólo a principios del 2015 porque “durante todo ese año, había una gran falta de información y muchos conflictos”. A partir de entonces, construyeron un movimiento en la zona aunque ya había una coordinadora de asambleas. El objetivo era la reincorporación del predio al patrimonio de la ciudad. “Creamos ese movimiento que se basaba en un sistema federativo. Cada barrio/pueblo/asamblea decide por sí mismo cómo va aportar al proceso. No hay un núcleo central. Yo por ejemplo no represento al movimiento como tal. Usamos la democracia directa. No se vota, llegamos a un consenso a través del dialogo. Puede durar horas o días pero lo esencial es que queremos protagonismos”.

Hoy, en el pueblo de Los Reyes, en Avenida Aztecas 215, “quieren construir un hotel de más o menos 20 pisos y muchos departamentos”. El lugar ya está concesionado a ciertos grupos empresariales. Pero el problema es la falta de agua ya que las construcciones toman una gran parte de ella para llevar a cabo el proyecto. Se puso una denuncia ante la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial. “En este momento hay un plantón en la zona. Están luchando contra un edificio privado. Pero ya hubo represión policial”.

Por Sara González

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