La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó este martes desde Palacio Nacional que el gobierno federal garantizará una reparación integral del daño a todas las víctimas del descarrilamiento del Tren Interoceánico ocurrido el pasado domingo, al tiempo que detalló las acciones de apoyo inmediato y los procesos de investigación en marcha para esclarecer las causas de la tragedia.
«Es muy doloroso lo que ocurrió», afirmó la mandataria al referirse al accidente que enlutó a decenas de familias. Sheinbaum Pardo dejó en claro que el compromiso del Estado va más allá de la ayuda inicial ya entregada.
Destacó que habrá reparación integral del daño a partir de lo que determinen los seguros correspondientes y los peritajes que realiza la Fiscalía General de la República (FGR) y que todo el proceso se llevará a cabo «en comunicación directa con las víctimas».
Las cifras del accidente en Tren Interoceánico
El balance oficial, actualizado este martes, confirma la magnitud del siniestro. El tren, que partió de Salina Cruz, Oaxaca, con destino a Coatzacoalcos, Veracruz, se descarriló con 250 personas a bordo. El saldo, hasta el momento, es de 13 personas fallecidas y 98 lesionados. De estos últimos, 36 continúan hospitalizados en distintos centros médicos del país, «donde reciben atención especializada y acompañamiento permanente».
Atención inmediata y acompañamiento
Sheinbaum relató su visita a Oaxaca el lunes, donde supervisó personalmente la atención médica en hospitales del Issste, del IMSS-Bienestar y del IMSS en Tehuantepec y Salina Cruz, y se reunió con familiares de las víctimas mortales. Como apoyo de emergencia, se otorgó un apoyo inmediato de 30 mil pesos a cada familia para cubrir gastos urgentes.
La presidenta mexicana fue enfática en aclarar que esta ayuda «no sustituye la reparación integral del daño que será definida conforme a la ley», consignó La Jornada.
Además, anunció una medida de acompañamiento por parte del Estado y señaló que «se asignó un servidor público por cada familia para brindar acompañamiento permanente».
Dos vías de investigación y la búsqueda de responsabilidades
Para determinar las causas técnicas del accidente, se han iniciado dos procesos paralelos. Por un lado, «la FGR ya abrió las carpetas de investigación correspondientes y trabaja con peritos especializados», lo que incluye el análisis de la información contenida en la caja negra del tren.
Por otro, «la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario realizará su propio dictamen técnico» en coordinación con otras instancias federales.
Sheinbaum explicó el procedimiento de la FGR e indicó que «para hacer los peritajes, la fiscalía requiere expertos: un experto en vías, un experto en locomotoras, en fin, los expertos que se requieran. Si los tiene, son los que están en la fiscalía, y, si no, contrata expertos externos que le ayuden a hacer este dictamen de la causa de por qué hubo este accidente».
Ante la pregunta de si se buscarían comisiones internacionales para la investigación, la mandataria respondió que «la fiscalía tiene esa atribución y buscará a los expertos correspondientes para poder hacer el análisis».
El objetivo final, más allá del dictamen técnico, es el deslinde de responsabilidades. Sheinbaum advirtió que si la investigación encuentra irregularidades en la modernización de la Línea Z –la vía donde ocurrió el accidente–, se revisarán los antecedentes y «se podrían fincar responsabilidades a funcionarios públicos».
«La fiscalía tiene que hacer una investigación responsable. Primero, el dictamen técnico de qué ocasionó el accidente. A partir de ese dictamen, pues el deslinde de responsabilidades. Y ahí, si es el caso, pues tendrán que llamar a quien decidan llamar a dar su testimonio», declaró la mandataria.
Certificación internacional para una vía recién rehabilitada
Uno de los puntos más destacados del informe fue el anuncio de que, una vez concluida la investigación, el gobierno federal buscará que una certificadora internacional avale la seguridad de la vía accidentada antes de retomar su operación para pasajeros.
«Creo que es muy importante que se tenga una certificación externa para cuando queramos utilizar nuevamente la vía para transporte de pasajeros, sobre todo. Hay varias certificadoras internacionales de vías para poder garantizar que la vía y las locomotoras están en buen funcionamiento», explicó Sheinbaum.
Este anuncio adquiere relevancia dado el historial reciente de la línea. La Línea Z, que corre a lo largo de 202.9 kilómetros entre Salina Cruz y Coatzacoalcos, fue rehabilitada a partir de 2019 con trabajos de modernización para mejorar su seguridad y operación, dada la complejidad de su trazo con curvas pronunciadas. Fue inaugurada hace apenas dos años, en diciembre de 2023.
Sheinbaum aclaró que el Tren Interoceánico ya contaba con certificaciones, pero el objetivo es encontrar la mejor evaluadora.
«Ahora vamos a buscar a la mejor certificadora para que, si hace recomendaciones de qué es lo que hay que hacer en estas curvas, si hay alguna otra recomendación para hacer más seguro el recorrido, pues que lo tomemos en cuenta», prometió.

