El presidente estadounidense Donald Trump admitió ante la prensa que busca apropiarse del petróleo que se encontraba en el buque que fue incautado en las costas de Venezuela, acto que la nación caribeña denunció «como un robo descarado».
«La República Bolivariana de Venezuela denuncia y repudia enérgicamente lo que constituye un robo descarado y un acto de piratería internacional, anunciado de manera pública por el Presidente de los Estados Unidos, quien confesó el asalto de un buque petrolero en el mar Caribe», indicó el gobierno venezolano en un comunicado compartido el miércoles.
«Nos lo quedamos, supongo»
Ante la polémica, el magnate republicano fue consultado por los periodistas sobre el destino del crudo que estaba siendo transportado por la embarcación y respondió: «Bueno, nos lo quedamos, supongo».
El mandatario estadounidense evadió la pregunta formulada por uno de los reporteros sobre a cuál puerto sería llevado el buque petrolero.
«Eres un buen periodista. Simplemente, sigue al petrolero. Consigue un helicóptero y sigue al petrolero», contestó.
Asimismo, el inquilino de la Casa Blanca señaló que el barco fue incautado por «una muy buena razón», sin proporcionar detalles inmediatos, pero prometiendo que su administración daría a conocer más información pronto.
«Supongo que se publicarán las fotos muy pronto. Lo discutirán con las personas adecuadas más adelante», indicó, citado por RT.
Trump también se jactó de las dimensiones del buque intervenido, calificándolo de «un petrolero grande. Muy grande… El más grande que se haya visto nunca» y señaló que «están sucediendo otras cosas que lo verán más adelante».
Asedio de EE.UU. en el Caribe
La acción se enmarca dentro del creciente despliegue militar estadounidense en el Caribe, justificado—sin pruebas —por Washington como parte de una lucha contra el narcotráfico, pero denunciado por Caracas y observadores internacionales como una campaña de agresión para controlar los recursos energéticos de la nación suramericana.
Desde agosto pasado, EE.UU. mantiene la mayor presencia militar en décadas en la región. Uha perpetrado varios bombardeos con misiles en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico oriental contra lanchas a las que Trump ha acusado de supuestamente transportar drogas, sin presentar pruebas, una ofensiva que ha dejado al menos 80 personas fallecidas.
La Casa Blanca ha descrito el despliegue de militares estadounidenses en la zona como parte de su estrategia “para detener las drogas que buscan inundar Estados Unidos y para llevar a los responsables ante la justicia”.
Sin embargo, la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC), así como la propia Administración de Control de Drogas de EE.UU., han señalado que Venezuela no es un centro de narcotráfico primario, ya que aproximadamente el 87% de la cocaína llega a Estados Unidos a través de la ruta del Pacífico . Esta evaluación pone en entredicho el fundamento mismo de la campaña militar ordenada por Trump.
En paralelo, el magnate republicano ha acusado al presidente venezolano Nicolás Maduro, sin pruebas ni sustento, de liderar un supuesto cártel del narcotráfico, lo que motivó a que la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, duplicara la recompensa por información que condujera a su arresto.
A mediados de octubre, Trump admitió haber autorizado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), a realizar operaciones encubiertas en territorio venezolano.
Trump tras el petróleo de Venezuela
Ante este escenario, el presidente Nicolás Maduro ha denunciado una “guerra multiforme” orquestada desde Estados Unidos, que incluye agresiones armadas, campañas de desinformación y operaciones encubiertas
Asimismo, el mandatario venezolano ha alertado .que Trump busca imponer un “gobierno títere” y perpetrar una invasión cuyo objetivo final es el control de los vastos recursos naturales venezolanos, que incluyen petróleo, gas y oro.
De hecho, la semana pasada, un tribunal federal de Estados Unidos avaló la venta forzosa de CITGO Petroleum, la principal filial internacional de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y su activo más valioso en territorio norteamericano. Una decisión que el gobierno venezolano calificó como un «vulgar y bárbaro despojo» y que se suma a la incautación del buque petrolero .
«Este nuevo acto criminal se suma al robo de Citgo, importante activo del patrimonio estratégico de todos los venezolanos, arrebatado mediante mecanismos judiciales fraudulentos y al margen de cualquier norma», indicaron desde Caracas en el comunicado emitido el miércoles.

