Meteorología cósmica:

Descubren en el norte de Chile un agujero negro que devora nubes de gas intergaláctico

Desde ALMA, un equipo internacional de astrónomos pudo presenciar por primera vez en la historia cómo un agujero negro supermasivo traga un cúmulos de nubes de gas intergaláctico que “llovía” sobre él. Todo esto, en el centro de una enorme galaxia a mil millones de años luz de la Tierra. El estudio publicado en la última edición de Nature, además comprueba una teoría de la física sobre la variada alimentación de los agujeros negros, llamada acreción.

Por Ciudadano

16/06/2016

Publicado en

Chile / Medio Ambiente

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Antes del hallazgo, los astrónomos creían que, en las galaxias más grandes, los agujeros negros supermasivos tenían una dieta lenta y constante de gas caliente ionizado. Pero desde ahora es posible afirmar que también se dan un festín de nubes gigantes de gas molecular muy frío, cuando las condiciones meteorológicas intergalácticas son favorables.

El fenómeno fue revelado gracias a las observaciones de ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) que corresponden a la primera evidencia directa de que estas nubes frías y densas pueden fusionarse a partir de gas caliente intergaláctico y sumergirse así en el corazón de una galaxia para alimentar a su agujero negro supermasivo central. Esto modifica la idea de cómo estos últimos se alimentan, en un proceso conocido como acreción.

“Aunque ha sido una predicción teórica importante en los últimos años, esta es una de las primeras pruebas que, sin ambigüedad, ofrecen una evidencia observacional de una diluvio frío y caótico alimentando a un agujero negro supermasivo, cuya masa es de unas 300 millones de veces la del Sol”, dijo Grant Tremblay, astrónomo de la Universidad de Yale en New Haven (EEUU) autor principal del artículo (“Cold, clumpy accretion onto an active supermassive black hole”).

El doctor en Astronomía e investigador de la Universidad Andrés Bello, Timo Anguita, comentó a Explora que son resultados muy interesantes e importantes. “Lo que dilucidó es una propiedad física de cómo se distribuye el gas molecular alrededor de los agujeros negros. Se dieron cuenta de que las nubes de gas coexisten con el gas ionizado. Imaginemos que las nubes son como unas naranjas frías y que alrededor de ellas, es decir, en la cáscara, está este otro gas, mucho más caliente”, ejemplifica.

“Eso es una parte del descubrimiento, la segunda es que notaron que estas naranjas además estaban cayendo dentro del agujero negro. Es algo que se había teorizado pero que no se había observado. Un agujero negro se alimenta de todo, cualquier cosa que pase cerca de él”, agregó Anguita, experto en cúmulos de galaxias.

Los investigadores analizaron a  Abell 2597, un cúmulo de galaxias brillante que reúne a 50 de ellas. Las nubes se movían a una velocidad de un millón de kilómetros por hora; cada una contiene tanto material como un millón de soles y mide decenas de años luz. Los astrónomos del grupo creen que existen miles más en las proximidades del agujero negro, esperando ser descubiertas, así que tiene “alimento” para rato.

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