Monsanto, el glifosato y el mercado de la muerte

Aunque un importante número de estudios científicos ya habían indicado la peligrosidad del herbicida glifosato para la salud humana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desestimó en reiteradas ocasiones esta amenaza, en concordancia con los intereses de la transnacional Monsanto, que monopoliza estas “soluciones” para el agro a nivel mundial. Sin embargo, nuevas evidencias obligaron finalmente a la OMS a tener que asumir el carácter nocivo del glifosato. Exploramos más detalles de este macabro negociado.

¿Qué es el glifosato? Básicamente, y sin entrar en definiciones químicas, se trata del herbicida más utilizado a nivel mundial para eliminar distintas amenazas naturales que afectan a los cultivos, propiciando de esta manera un mayor rendimiento y un incremento de la producción. La multinacional Monsanto lo comercializa a través de su producto Round up.

Desde hace décadas, estudios de especialistas y científicos de todo el mundo sostienen que el glifosato puede provocar consecuencias negativas para las poblaciones expuestas. Las mismas abarcan disminución de la fertilidad y generación de abortos espontáneos, incremento en los casos de defectos de nacimiento y patologías del desarrollo o leucemia y diferentes variedades de cáncer, entre otras enfermedades.

EL GLIFOSATO Y EL RECONOCIMIENTO DE LA OMS

A pesar de estas evidencias, la OMS entendía hasta el momento que el glifosato era un producto no cancerígeno y que no ofrecía peligro alguno. Sin embargo, un informe publicado el 20 de marzo pasado por la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IARC, según sus siglas en inglés), que forma parte de la OMS, reconoce directamente que el glifosato modifica el sistema endocrino y el equilibrio de las bacterias intestinales, altera el ADN y funciona como un controlador de mutaciones que llevan al cáncer. Antes de esta conclusión, 17 expertos de 11 países realizaron evaluaciones previas entre el 3 y 10 de marzo.

Por otro lado, muchos investigadores sostienen que el glifosato es motivo de deficiencias nutricionales (sobretodo en cuanto a minerales) y que además genera toxicidad sistémica. Algunos arriesgan que se trata del factor más importante para el desarrollo de enfermedades crónicas e inconvenientes de salud que incrementaron su incidencia en las sociedades occidentalizadas en las últimas décadas, incluyendo por ejemplo al cáncer, al autismo o al Alzheimer.

GLIFOSATO: MONSANTO Y SU “AGRICULTURA SUSTENTABLE”

¿Cuál es la actitud de Monsanto? Aunque parezca increíble, la compañía se sigue promocionando como una empresa que brega por la “agricultura sustentable”. Sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos comprobó en dos ocasiones que la multinacional falsificó en forma deliberada distintas pruebas efectuadas en laboratorios de investigación para estudiar los efectos del glifosato. Un primer caso afectó a Industry Biotest Laboratories, mientras que en el segundo incidente estuvo implicado el laboratorio Craven Labs.

Por si esto fuera poco, en 2007 Monsanto fue declarada culpable de publicidad engañosa en Estados Unidos, por presentar al Round up (glifosato) como biodegradable. No cabe duda que el poderío económico e influencia política de esta transnacional la hacen sentirse capaz de atropellar cualquier tipo de control. Aquí es donde los ciudadanos y consumidores deben tomar conciencia y ponerle un freno a esta locura.

Fuente: tuciencia.es