El investigador y periodista español de Diario Red, Isidoro Román Cuesta, conocido como Román Cuesta, fue agredido el pasado 27 de agosto por tres ultraderechistas a la salida de su domicilio en la localidad de Morille, Salamanca.
Cuesta ha llevado meses desenmascarando perfiles vinculados con la extrema derecha que actúan en redes sociales bajo el anonimato.
Según denunció el propio periodista en sus redes, el ataque ocurrió alrededor de las 23:00 horas de la noche mientras regresaba a casa con su pareja, cuando los agresores, dos individuos y una mujer, que lo esperaban dentro de un vehículo intentaron golpearlo y le rociaron gas pimienta.
«Acaban de presentarse tres fascistas a la puerta de casa a agredirme, les ha salido mal la cosa y solo han podido rociarme con un spray de gas pimienta», publicó Cuesta en su cuenta de X (antes Twitter).
Minutos después de la agresión el propio grupo de ultras difundió un vídeo del ataque a través de X, publicado por la cuenta @infinitack, que durante los últimos días había estado amenazando públicamente a Cuesta junto con otras cuentas relacionadas con la extrema derecha.
En el registro se observa cómo el periodista recibe insultos y posteriormente uno de los agresores corre hacia él y trata de pegarle un puñetazo. Después, mientras Cuesta pide a su psareja que llame a la Guardia Civil, se escucha a los agresores gritar «¡dale, dale!» antes de que una mujer procede a rociarlo con gas pimienta afirmando: «Mi marido las manos, yo un gas».

Relato de la ultraderecha para «criminalizar a la víctima»
El investigador relató de manera más extendida la manera en la que se produjeron hechos en el programa Mañaneros 360 transmitido por RTVE.
«Ocurrió sobre las 11:00-11:15 de la noche. Acababa de llegar mi mujer de trabajar, salíamos a tomar un café al bar del pueblo y apenas nos habíamos alejado unos 10, 20 metros de casa cuando observamos que de un coche que había aparcado al lado de casa se bajaban dos individuos y una mujer que echaron a correr hacia nosotros sin mediar pala, y uno de ellos, como habéis visto en el vídeo, intentó golpearme, pude esquivarle el golpe con el brazo y a partir de ahí la estrategia que emplea esta gente y que veis reflejada en los subtítulos de los vídeos es tratar de criminalizarme a mí diciendo que yo acoso a una de las agresoras en Internet cuando lo que he hecho ha sido desvelar su identidad y desmontar los discursos de odio que estaba vendiendo a través de su cuenta», indicó.
En redes, los agresores intentaron justificar la violencia asegurando que Cuesta portaba un cuchillo. Sin embargo, el periodista lo desmintió tajantemente.
«Si os dais cuenta incluso aluden a que llevo un arma, como parte de un relato para criminalizar al víctima, claramente. Yo lo que llevo en la mano son las llaves de casa. También te digo que si hubiese tenido una navaja y veo que tres energúmenos vienen hacia mí con intención de pegarme no lo voy a utilizar, pero sí puedo usarla para intimidarles. Como no la tengo, tampoco puedo hacerlo. Lo único que tengo son unas llaves con un mosquetón. Pero metidos en esta campaña de bulos, como te digo, ellos tratan de manipular. Ellos venían a grabar el vídeo para humillarme y para escarmentar a otra gente», señaló.
Según relató la víctima, no hubo solo un único episodio violento: tras la primera agresión inicial, los ultras lo siguieron hasta el hospital donde acudió a le limpiaran los ojos por los efectos gas pimienta.
«Fuimos a Salamanca, fui al hospital, me limpiaron los ojos y a la vuelta, cuando ya estábamos entrando otra vez en el pueblo, mi mujer se percató de que había un coche detrás muy similar al que habíamos visto aparcado a la puerta de casa. Entonces en vez de dirigirnos a casa, paramos en la plaza del pueblo, nos pusimos a esperarles con el coche para ver si eran ellos; pudimos apuntar la matrícula del coche y cuando vieron que estábamos allí, siguieron a la huida», dijo.
Sobre cuáles fueron las intenciones de los agresores de registrar el ataque y luego difundirlo en redes sociales, el comunicador señaló que «la última pretensión era grabar un video humillándome y apalizándome para escarmentar al resto de periodistas o activistas que nos dedicamos a desmontarles los bulos».
Además, indicó que siguen una estrategia: «Tratar de criminalizarme a mí diciendo que yo acoso a una de las agresoras en internet cuando lo que he hecho es desvelar su identidad y desmontar los discursos de odio que estaba vertiendo a través de su cuenta», dijo el periodista en declaraciones al programa ‘Todo es Mentira’ (Cuatro).
Sin embargo, dejó en claro que pese a las agresiones e intimidaciones continuará adelante con su trabajo periodístico.
«Conmigo dan con un hueso duro de roer. Yo no voy a parar, al revés, para mi esto es un chute de adrenalina para trabajar con más intensidad», aseguró.
Agresores vinculados con Vox
Entre los agresores se encuentra Sheila Muñoz Polo, exmodelo falangista vinculada a la organización fascista FACTA que lo roció con el gas pimienta, a quien el propio periodista había desenmascarado semanas antes en un reportaje publicado el 22 de agosto en Diario Red, tras revelar que usaba sus cuentas en X para difundir mensaje de odio.
Fue precisamente Muñoz Palo, que opera en redes sociales con el alias @infinitack, quien publicó el vídeo de la agresión.
FACTA es un grupo que no se esconde en redes a la hora de compartir simbología fascista y neonazi, como el eslogan de la División Azul, enviada por el dictador español Francisco Franco para apoyar a Adolfo Hitler. Sus perfiles también contienen mensajes xenófobos y racistas.
El otro agresor sería Pedro Bayonas, ex candidato de Vox a la alcaldía del municipio Blanes de Girona en 2019 y actual concejal del partido en Mataró, provincia de Barcelona.
Bayonas, quien es pareja de Muñoz, también forma parte de FACTA y se ha dejado ver en redes sociales junto Carlos San Frutos, el líder de la agrupación fascista acosando a trabajadores de Cruz Roja durante la depresión aislada en niveles altos (DANA) que afectó a varias provincias españolas en octubre y noviembre de 2024
“El que intentó agredirme, el hombre del que pude esquivar el golpe, se presentó en las listas de Vox en un pueblo de Girona, Blanes. Pero además este señor salió de Vox, o se le puso en cuestión, porque en su pasado aparecieron fotos con la estelada. Tenía un pasado independentista, y acabó en las filas de Vox”, aseguró el periodista en declaraciones al programa ‘Todo es Mentira’.
Tras la agresión, el comunicador presentó una denuncia ante las autoridades. El Diario Red tuvo acceso al documento, en el que se identifica y nombra a otro de los fascistas implicados. Se trata de Abraham Fernández Sánchez, conocido en la red social X como @abraharmforksaken ((actualmente cambiado a @abrahamforsak_).
Según consta en la denuncia presentada ante la Guardia Civil, este individuo es quien grabó con su teléfono celular el ataque perpetrado.
Asimismo, se conoció que una hora antes de hacerse pública la agresión, el neonazi Alberto Pugilato, quien agredió hace un año al cómico Jaime Caravaca mientras realizaba un monólogo en el local Beer Station de Madrid, avisó de la futura publicación. «Recordad que la calle no es internet. Atentos a sus pantallas», escribió en su cuenta en redes.
Pugilato es muy conocido en redes sociales por estar relacionado con movimientos de ultraderecha y es el líder de un grupo de rock en cuyas canciones se incluyen mensajes contra la inmigración o los homosexuales. También se vio envuelto en polémica después de mostrar su apoyo al supremacista que mató a medio centenar de personas en una mezquita de Nueva Zelanda, lo que le valió que la Fiscalía solicitase cuatro años de cárcel por delito de odio.
Ultraderechistas celebran la violencia
Tras el ataque, se desató una oleada de solidaridad con el periodista en redes sociales, sin embargo un grupo de ultraderechistas celebró la violencia fascista y difundieron informaciones falsas para intentar desacreditar al periodista.
Uno de los que expresó su respaldo a la agresión a Román Cuesta fue Daniel José Santomé Lemus, conocido como Dalas Review, quien tiene más de 11 millones de seguidores en YouTube y quien incluso ofreció consejos a los responsables para “mejorar” en futuros ataques, diciendo: “Bro, ¿qué cuesta hacer las cosas bien? (…) ¿Qué os costaba planearlo mejor? (…) A ver si para la próxima os sale mejor”.
Otra de las ultraderechistas que apoyó la agresión es Cristina Seguí, quien en declaraciones a prograams de televisión ha propagado discursos de odio. Seguí llamó a los fascistas “buenos cristianos” y destacó su “generosidad” y “el valor” que tuvieron con el periodista. También llegó afirmar que la agresión fascista era “jarabe democrático” y acusó a Cuesta de ser un “ciberacosador de extrema izquierda”.
También José Casado Ortega, concejal de Vox en Mataró, se sumó a la celebración del ataque. En redes sociales, escribió: “Menuda galleta (golpiza) te han dado)”.
Por su parte, Herqles, medio vinculado a Vox también difundió noticias falsas con el propósito de criminalizar al periodista, legitimar a los fascistas y ensalzar la agresión, llegando incluso a calificar a los agresores como “patriotas”.

“Basta de violencia ultraderechista contra la prensa”
Este ataque a Román Cuesta vuelve a situar en el centro del debate el aumento de la intimidación a periodistas e investigadores que trabajan en el ámbito de la información y la denuncia social.
Por tal motivo, la agresión en contra del comunicador de Diario Red ha producido una oleada de solidaridad de parte de dirigentes políticos, como el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla; la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre; el portavoz de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví y el ministro de Transportes, Óscar Puente, quien trasladó públicamente su apoyo al periodista y denunció la agresión como “un nuevo ejemplo de la violencia de los grupos de ultraderecha”.
El director de Canal Red y ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, también denunció la agresión adjuntando el video del ataque.
“Román lleva tiempo haciendo periodismo para desenmascarar a esta gentuza (…) Espero que sean detenidos de inmediato. Basta de violencia ultra contra el periodismo de izquierdas”, afirmó.
“Cazan a personas migrantes, cazan a los periodistas valientes que están desenmascarando a acosadores cobardes”, escribió en un mensaje publicado en sus redes sociales la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en respuesta al “terrorismo de extrema derecha” del que ha sido víctima Cuesta.
En la misma línea, la eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad, Irene Montero planteó: “Ojalá el Gobierno y el PSOE no miren para otro lado otra vez”.
“Es gravísimo e intolerable, los agresores deben ser detenidos de inmediato”, declaró, por su parte, el portavoz del Podemos, Pablo Fernández.
El periodista experto en extrema derecha Miquel Ramos, con quien Cuesta colaboró en el informe ‘De los neocon a los neonazis. La derecha radical en el Estado español’, se sumó a las muestras de apoyo al investigador. «Román lleva tiempo desenmascarando traficantes de odio. Intentaron agredirle entre varias personas en la puerta de su casa. Así de cobardes son los fascistas. El fascismo es un problema de todos. Abrazo y todo mi apoyo. Estamos contigo, compañero», escribió.
Asociaciones y organismos internacionales también reaccionaron con contundencia, haciendo un llamado al Ministerio del Interior a que garantice la seguridad del investigador.
La Fundación Internacional de Derechos Humanos condenó la agresión, exigiendo a las autoridades españolas la detención inmediata de los tres agresores y expresando su solidaridad con Román Cuesta.
Periodista español: «La aprensa libre, combativa y de izquierdas es un objetivo»
Román Cuesta sostiene que no se trató de un ataque fortuito, sino que estuvo directamente relacionado con su labor como periodista, puesto que en los últimos meses había publicado informaciones sobre la actividad en redes de determinados grupos, vinculados con la extrema derecha.
En conversación con el podcast La Base, conducido por Pablo Iglesias junto con Irene Zugasti y Manu Levín, el periodista fue consultado por cuál considera que son los motivos para recibir tanto odio por parte de los fascistas.
«Yo me imagino que el estar desmontando toda esta maquinaria dedicada a propagar discursos de odio en equis, les está haciendo mucho daño. Una vez que esta gente pierde el anonimato, ya no es tan valiente a la hora de difundir este tipo de discursos. Y yo creo que esta campaña que iniciamos hace unos meses, desenmascarando a estos traficantes de odio, les está haciendo muchísimo daño en las redes», respondió.
Iglesias también le preguntó su opinión sobre la estrategia de reversión de los hechos que están utilizando desde la extrema derecha para desprestigiarlo, acusándolo de agredir a mujeres o acosar a los fascistas,
«Es una campaña de exposición para acusarnos de lo que ellos hacen, es lo que hacen con todos nosotros, Intentar darle la vuelta a la tortilla y que las víctimas acabemos siendo los agresores. Lo que pasa es que creo que tienen muy poco recorrido, En estos días estamos viendo la campaña que nació con tanta fuerza de apoyo a la cuenta @infinitack, se ha ido apagando poco a poco, a medida que han ido publicando los datos que demostraban que todo lo que estaba diciendo era falso. De todas formas, este grupo yo creo este comando, voy a definirlo comando, es de lo más torpe que han organizado estos nazis en los últimos tiempos. Torpes a la hora de auto incriminarse, de colgar las pruebas en internet y de una campaña de exposición (…) Yo creo que han hecho un club como ellos se denomina y programaron esta agresión con la intención de pillarme, no les salió bien y a partir de ahí han ido perdiendo terreno», explicó.
En la conversación con el podcast La Base, Cuesta planteó que con el ataque del que fue víctima «está claro que la prensa libre, como nosotros, y combativa, y de izquierdas, es un objetivo».
«Yo he sido la última, pero no la única víctima de esta campaña contra Canal Red. Ahí están los compañeros Raúl Sorís, Fonsi Lozaina, Laura Arroyo (…) yo creo que todos y cada uno de los que hemos colaborado con Diario Red en algún momento dado o en otro, hemos sido objeto de estas campañas de acoso salvaje», expresó el comunicador, advirtiendo que este tipo de agresiones fascistas contra los periodistas no cesarán, sino que van en aumento
«El dar este salto e intentar agredirme, para silenciarme, es una escalada en esta estrategia que vamos a ir viendo. Además, de cara a la celebración de noviembre nacional, van a ir calentando las calles para provocar ese caos y ese pretendido levantamiento popular que llevan buscando sin éxito desde la pandemia», argumentó.
También criticó que gran parte de la prensa española guarda silencio ante este grave ataque al periodismo.
«En cuanto a la reacción de los compañeros y de asociaciones y de otros medios de comunicación, ha sido lo que me esperaba. Quitando un par de programas en Televisión Española como el de Jesús Cintora o el de Javier Ruiz y un intento de emboscada en La Cuatro que pude sortear, tenéis razón en que el silencio ha sido flamadoso», describió.

Injurias y calumnias de la ultraderecha contra el Director de El Ciudadano
El ataque del fascismo y la ultraderecha no solo se evidencia en España, en Chile se han registrado casos de comunicadores, activistas y defensores de derechos humanos que han sido víctimas de amenazas y agresiones por parte de grupos vinculados con este sector.
A finales de la semana pasada, desde El Ciudadano denunciamos las injurias y calumnias de las que fue objeto nuestro director Javier Pineda Olcay por parte de cuentas anónimas y bots al servicio de la ultraderecha.
A través de las redes sociales, estas cuentas publicar información falsa acusando al abogado, académico y activista , especializado en derechos laborales y derechos humanos, de «difundir mentiras» y «organizar a manifestantes de izquierda» para supuestamente funar en eventos a los candidatos de la ultraderecha José Antonio Kast (Partido Republicano) y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario). Esto como parte de una estrategia para intentar amedrentar o censurar a nuestro medio.