CBS frenó abruptamente un reportaje de 60 Minutes que incluía testimonios de hombres venezolanos deportados a la megacárcel CECOT, en El Salvador, y el coletazo fue inmediato dentro de la propia sala de prensa. La decisión —tomada a pocas horas de su emisión— abrió una disputa pública sobre límites editoriales, presiones políticas y el rol de las redacciones cuando el poder decide no dar la cara.
Según informó POLITICO, el segmento “Inside CECOT” fue retirado por orden de la recién nombrada editora en jefe, Bari Weiss, quien pidió múltiples incorporaciones, entre ellas sumar una entrevista con el asesor de Donald Trump, Stephen Miller, u otro alto funcionario de su administración. CBS, de acuerdo al mismo reporte, aseguró en un comunicado que el reportaje saldrá al aire “en una fecha posterior”.
Pero el punto de quiebre no fue solo el cambio de programación. Fue el mensaje que dejó hacia adentro: la periodista a cargo del trabajo, la corresponsal veterana Sharyn Alfonsi, condenó la decisión y la calificó derechamente como política.
— 60 Minutes (@60Minutes) December 21, 2025
Captura del aviso editorial de CBS: la cadena informó que el reportaje “Inside CECOT” no se emitirá esta noche y quedará para una futura edición de 60 Minutes.
Reportaje frenado sobre la megacárcel en El Salvador y el choque en la redacción
El segmento cancelado se enfocaba en la prisión CECOT y en la política de deportaciones impulsada por el Presidente Donald Trump, quien habría enviado inmigrantes a ese recinto pese a reportes de violaciones a los derechos humanos. En el reportaje, varios hombres ya liberados relataban las condiciones que dijeron haber soportado dentro de la cárcel.
De acuerdo con POLITICO, Weiss defendió la decisión de retener la historia en una declaración entregada al propio medio: “Mi trabajo es asegurarme de que todas las historias que publicamos sean lo mejor posible… Retener historias que no están listas por cualquier razón —por ejemplo, porque les falta contexto suficiente o porque no incluyen voces críticas— ocurre todos los días en todas las salas de prensa. Espero emitir este reportaje importante cuando esté listo”. La editora sostuvo, en esa línea, que frenar una pieza por falta de contexto o por ausencia de voces clave sería parte del trabajo cotidiano.
Ahí vino el golpe más duro: para Alfonsi, bajar la historia tan cerca de la emisión “no es una decisión editorial, es una decisión política” [en inglés: “not an editorial decision, it is a political one”.]. Esa frase forma parte de un correo compartido por The New York Times.
“El silencio del gobierno no es un veto”
“El silencio del gobierno es una declaración, no un VETO”, escribió Alfonsi. Y agregó que la negativa a dar entrevistas puede ser una maniobra “diseñada para matar la historia”. En otras palabras, si se acepta como estándar que una investigación solo salga al aire con autoridades hablando “en cámara” —y dejando registro—, entonces la autoridad gana un mecanismo práctico para bloquear cualquier reportaje que le incomode.
En esa misma línea, Alfonsi advirtió —según el mismo reporte— que, si el nuevo estándar de CBS exige entrevistas gubernamentales para emitir segmentos, el gobierno “en la práctica gana control sobre la transmisión de 60 Minutes” [en inglés: “effectively gains control over the ’60 Minutes’ broadcast”]. Y remató con otra alerta interna: “Hemos estado promocionando esta historia en redes sociales durante días. Nuestra audiencia la está esperando… el público identificará correctamente esto como censura corporativa” [en inglés: “We have been promoting this story on social media for days. Our viewers are expecting it… the public will correctly identify this as corporate censorship”.].
La corresponsal también hizo una comparación que apuntó directo a la reputación del programa: “Estamos cambiando 50 años de reputación de ‘estándar de oro’ por una sola semana de calma política”. El mensaje, leído como denuncia de censura corporativa, terminó amplificando el conflicto fuera de la redacción.
La defensa de Weiss y el debate por “contexto” y “voces críticas”
Durante una llamada editorial realizada el lunes, Weiss habló de confianza entre el equipo y el público. Según POLITICO, la editora afirmó: “La única sala de prensa que me interesa dirigir es una en la que podamos tener desacuerdos intensos sobre los asuntos editoriales más complejos con respeto y, crucialmente, donde asumamos la mejor intención de nuestros colegas. Cualquier otra cosa es absolutamente inaceptable”.
Weiss reiteró que “Inside CECOT” se frenó porque “no estaba listo”. Y, según POLITICO, sostuvo que el reportaje incluía testimonios potentes sobre tortura, pero que “The Times y otros medios ya habían hecho trabajos similares”.
Un clima de tensiones mayores en CBS
El episodio se suma a otras controversias recientes: en julio CBS anunció un acuerdo por 16 millones de dólares con Trump tras una demanda ligada a su aparición en 60 Minutes; y después de ese acuerdo, la administración Trump aprobó la adquisición de CBS por Paramount Skydance.
Según POLITICO, Weiss —fundadora de The Free Press— fue nombrada editora en jefe en octubre por David Ellison para “reorganizar la sala de prensa”. Y el medio añade que Trump sigue expresando su descontento con CBS, mientras Ellison busca apoyo de la administración en su intención de adquirir Warner Bros. Discovery.
En ese contexto, el reportaje sobre CECOT dejó de ser solo un segmento: se convirtió en un termómetro del conflicto entre criterio editorial, poder político y la autonomía real del periodismo en una gran cadena.

