Protección de los recursos naturales, ¡Prioridad Nacional!

Por Xel Arianna Hernández

El patrimonio forestal de México, que nos posiciona en el lugar 12 a nivel mundial, es de los recursos más codiciados por los extranjeros y al mismo tiempo, el más ignorado por los compatriotas. La Comisión Nacional de Áreas Protegidas, tan solo cuenta con 1, 233 elementos para vigilar 182 áreas protegidas que incluyen 90.8 millones de hectáreas, habitadas por más de 1.4 millones de personas; la falta de protocolos preventivos, así como de control, derivan en una proliferación de grupos delictivos de tala clandestina, sin mencionar los llamados “proyectos de muerte” empresariales.

Urge tomar acciones de rescate a los recursos naturales; el medio ambiente no espera y una muestra clara es la degradación de diversos tipos de hábitat, que están dejando sin espacios dignos para vivir a muchas especies y peor aún, a muchas familias alrededor del mundo.

Una de las condiciones que generan mayor desgaste al tejido social de una comunidad, es el desapego respecto a su entorno y sin duda el dolor, la impotencia y el sentimiento de pérdida que se experimenta frente a un incendio forestal y frente a los, ahora llanos, montes, en ausencia de árboles y aún más de especies animales endémicas, profundamente lamentable.

Puebla, valle entre montañas, representa uno de los estados más vulnerables ante esta situación, desde 2017, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) registró indicios de alrededor de 28 mil 579 árboles talados en varios municipios, casi 158 hectáreas afectadas, según información de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).

Las áreas más afectadas son el valle del Izta-Popo, donde ya se detectó a un presunto responsable conocido como “El Pichón”, el cual según informaciones recluta a jóvenes y los instruye a cometer este delito.

Por otro lado, la situación en las faldas de la Malinche, colindante con el estado de Tlaxcala, es aún más grave, es ahí donde colectivos juveniles comunitarios se han aglomerado con el único objetivo de salvar a la muy lastimada “Matlacueye”, tal es el caso del grupo “Xochitelpocame” emergido de San Miguel Canoa. Igualmente, las iniciativas no cesan para visibilizar este problema, por ejemplo, las jornadas de reforestación recurrentes y la Feria del Hongo Silvestre, perteneciente a la misma junta auxiliar por medio de la cual cada año se invita a turistas, alpinistas y curiosos a conocer las bondades de la Malintzi sin las cuales no subsistiría esta comunidad. Siete son los pueblos originarios adyacentes que dependen de la madre montaña que, hoy en día, se encuentran en el abandono.

Sin embargo, no todo el panorama es pesimista, a principios del mes de noviembre se firmó el acuerdo COP26 en Glasgow, en dicho compromiso participan más de 100 países y de por medio se juegan 19 200 millones de dólares para apoyar a determinados países en tareas de conservación de bosques, restauración de los suelos y fortalecimiento de las comunidades adyacentes a bosques. Oportunidad de oro para México de ganarse el premio mayor junto con el reconocimiento de la comunidad internacional y la reivindicación geopolítica como líder latinoamericano, ahora en el rubro medio ambiental.

En el plano local, la Secretaría de medio ambiente, Beatriz Manrique, ya emprendió esfuerzos en conjunto con su homólogo veracruzano respecto al Parque Nacional Pico de Orizaba y desde este medio le invito respetuosamente a que de igual forma tenga a bien visitar las demás áreas afectadas, que, a pesar de ser “áreas protegidas y parques nacionales” no se han tomado en cuenta para ser partícipes del algún protocolo como las reuniones virtuales convocadas de este mes, a través de las cuales se pretende avanzar en estrategias de restauración, conservación y medios legales de protección a nuestros bosques. Que este esfuerzo sea solo el comienzo…

*Diputada local por el partido Morena.