En México, el software habría intervenido 15 mil teléfonos

Sedena, exenta de aclarar uso de Pegasus, pese a ser cliente

La Secretaría de la Defensa compró y operó el programa, entre 2011 y 2018; el software es capaz de infectar cualquier teléfono móvil para después convertirlo en un arma de espionaje contra su propio dueño

Por El Ciudadano México

02/08/2021

Publicado en

Actualidad / México / Política

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Por Juan Omar Fierro

Ciudad de México. El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido transparentar todos los contratos relacionados con la compra y operación del programa espía Pegasus, de la compañía israelí NSO Group, una tecnología intrusiva que en México fue usada para seleccionar 15 mil números telefónicos como posibles blancos de espionaje.

Sin embargo, la instrucción presidencial para dar a conocer los contratos públicos que el gobierno federal ha firmado para el uso de Pegasus dejaron fuera a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

La dependencia adquirió en 2011 el programa que es capaz de infectar cualquier teléfono móvil para después convertirlo en un arma de espionaje contra su propio dueño.

El aval presidencial al silencio de la Secretaría de la Defensa sobre la compra y operación de Pegasus entre 2011 y 2018 ocurre pese a que Pegasus Project, una investigación colaborativa en la que participaron 80 periodistas y 17 medios de todo el mundo, tras la filtración de 50 mil registros telefónicos que fueron seleccionados como blancos de espionaje por esa plataforma, logró identificar a la Sedena como uno de los mayores usuarios de ese spyware en México

Centro Nacional de Inteligencia, segundo mayor usuario

Además, el segundo mayor usuario de Pegasus en nuestro país, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), sucesor del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen), tampoco ha acatado la instrucción de López Obrador de transparentar los contratos que celebró entre 2013 y 2018 para la adquisición del programa espía; y la compra de licencias que permitieron su uso constante durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

En suma: una semana después de que se diera a conocer que la plataforma Pegasus ingresó los números telefónicos de al menos 50 personas del círculo íntimo de López Obrador –incluyendo a sus hijos y esposa– como objetivos de espionaje, todavía no se ha hecho público ningún contrato relacionado directamente con la compra y operación del software creado, según NSO, para ayudar a los gobiernos en su lucha contra el crimen organizado y el terrorismo.

Contratos de la Sedena

El manejo de la información relativa a Pegasus ha sido tan discrecional, que el actual titular de la Sedena, el general Luis Cresencio Sandoval González, ni siquiera ha tenido que explicar la compra que realizó esa dependencia del programa espía entre septiembre de 2010 y finales de 2012, documentada por el reportero Zózimo Camacho en mayo de 2012.

Los cinco contratos divulgados por Contralínea señalan que:

  • El primer sistema Pegasus adquirido por la Sedena tuvo un costo superior a los 8 mil millones de pesos; se habría instalado en cerca de 200 computadoras, mismas que estaban al servicio de inteligencia militar.

Once años después de esta primera revelación, la Secretaría de la Defensa Nacional mantiene en el más absoluto sigilo el uso que ha dado al programa espía, y lo único que se ha conocido es una factura expedida por la Sedena para el pago a la empresa Proyectos y Diseños VME, por la renovación de licencias de Pegasus, por el concepto de “servicio de monitoreo remoto de información”.

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Dicha factura fue publicada por Aristegui Noticias el 10 de julio de 2017, junto a otros documentos fiscales que amparan la compra de licencias para actualizar Pegasus por parte del Cisen y de la Procuraduría General de la República, que inicialmente compró el programa espía a otro proveedor, Tech Bull, por la cantidad de 32 millones de dólares.

Aún faltan más explicaciones de Sedena

La Sedena tampoco ha explicado todos los pagos que realizó entre 2011 y 2018 a la red de empresas fachada que formaban parte del Corporativo KBH; en algunos casos para las actualizaciones del sistema Pegasus y en otros para la compra de bienes y servicios tan dispares; como la compra de juguetes y el mantenimiento de aviones Hércules.

De hecho, la Sedena es la dependencia del gobierno mexicano que mayores tratos tuvo con el empresario de origen israelí Uri Emmanuel Ansbacher Bendrama, principal intermediario de NSO Group para la venta de Pegasus en México y fundador del Corporativo KBH; un entramado de 30 empresas fachada creadas en:

  • México
  • Panamá
  • Estados Unidos

Unos 40 contratos por 10.8 millones de pesos

Una revisión exhaustiva realizada por Proceso, con auxilio del portal QuienEsQuien.Wiki, de Proyecto Poder, indica que durante el sexenio de Peña Nieto, la Sedena otorgó a diferentes empresas de Corporativo KBH al menos 40 contratos por un monto global de 10.8 millones de pesos, así como uno adicional para la actualización de Pegasus, por 1 millón 113 mil dólares, la mayoría por adjudicación directa o invitación restringida a tres proveedores.

La empresa que recibió el mayor número de contratos; la mayoría por conceptos distintos a la adquisición y actualización de Pegasus, fue Proyectos y Diseños VME. Sólo entre 2015 y 2017 obtuvo 28 contratos por 5.1 millones de pesos, todos por conceptos diferentes a la compra y actualización del software espía.

Proyectos y Diseños VME tenía como representante legal a Tania Pamela Velázquez Díaz; quien a su vez aparece registrada como empleada de esa misma empresa ante el IMSS.

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Entre los 20 mil documentos que un extrabajador de KBH, identificado a lo largo de la investigación como Cazador de Cazadores, entregó a Pegasus Project, para exhibir a las empresas fachada de Uri Ansbacher, se encuentran varios formatos de cartas que la empresa Proyectos y Diseños VME enviaba al que fuera director general de Administración de la Sedena el sexenio pasado, el general Fernando Joaquín Ávila Lizárraga, para acreditar que esa compañía se encontraba al corriente en el pago de sus impuestos y de que todos sus papeles estaban en regla.

Otro de los formatos de cartas que Proyectos y Diseños VME tenía listos para obtener contratos públicos es la denominada “Carta de Nacionalidad Mexicana”. Que sirve para acreditar que los socios y el registro de la compañía se rigen bajo las leyes mexicanas; por ser originarios de nuestro país.

Por Agencia APRO/El Ciudadano/Foto: FOTO: ANDREA MURCIA / CUARTOSCURO.COM

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