Cadáveres de perros y gatos estaban pudriéndose en el living de la casa

Una mujer ha sido encarcelada por dejar que sus mascotas se murieran de hambre en condiciones «horrendas» en su domicilio.

Se encontró un «número significativo» de mascotas muertas y en descomposición en la casa de Tracey Tindall en Bradford, West Yorkshire, en lo que los fiscales dijeron que era uno de los casos «más graves» de negligencia animal que alguna vez habían tratado.

Los inspectores de la organización sin fines de lucro RSPCA (Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals) encontraron  «heces y basura por todas partes» en la casa de Tindall y dijeron que no había comida, agua o ropa de cama para los animales.

La mujer de  46 años de edad, fue encarcelada durante 18 semanas por 20 delitos relacionados con tres perros, cinco gatos y un dragón barbudo. También se le ordenó pagar £380 en costos de reparación, casi $370.000 pesos chilenos.

Andrew Davidson, agente de la RSPCA, dijo: «En una perrera ubicada en el jardín trasero estaba el cuerpo de un perro grande, un Mastif, que fue encadenado a la jaula por su cuello.

«También estaba en un estado de descomposición», añadió el agente.

«Los oficiales entonces miraron a través de la ventana del comedor y vieron un gato que estaba en muy mal estado».

«Los inspectores rescataron a un Staffordshire Bull Terrier y un Collie que estaban en condiciones físicas muy pobres y con los estómagos hundidos».

Tindall dijo a los inspectores que había estado viviendo  en otra casa, con su madre que sufría de demencia, pero que  había estado visitando la propiedad en cuestión con regularidad. Aclaró que  «no estaba segura» de la cantidad de gatos que tenía.

Cuando los inspectores entraron en la sala de estar, el suelo estaba cubierto de heces y no había agua para los animales pudieran beber.

Cuando ingresaron en el comedor, debajo de la mesa estaba el cuerpo de un gato negro que parecía haber muerto recientemente.

En una jaula hallaron un dragón barbudo que parecía estar sin vida y que, además, no tenía luz ni agua. En la zona del comedor, los inspectores vieron cuatro jaulas de perros y una de ellas tenía los cuerpos en descomposición de dos cachorros.

Tindall declaró que los cachorros habían estado en las jaulas por un par de semanas para que «dejaran de morder cosas y destrozar el lugar».

La mujer sin corazón confirmó que había sido la única responsable de los animales y que no habían sido atendidos como «le hubiera gustado».

El agente Davidson  informó que la «señorita Tindall les daba de comer cuando podía y que el dinero que recibía no le alcanzaba para más».

En su defensa, esta mujer explicó «no tuvo gas o electricidad durante un mes y que no pudo limpiar porque no disponía de productos de limpieza o agua caliente».

El inspector reportó: «Estos animales sufrieron durante mucho tiempo debido a la privación de alimentos y las condiciones en que eran mantenidos».

«Había demasiados animales para ser cuidados en una propiedad de ese tamaño».

El abogado de Tindall, Sara Lyle, admitió que el caso era «horrible» y «atroz». Ella dijo a la corte que Tindall estaba avergonzada por dejar que la situación se saliera de control.

Desde que fue acusada por negligencia a finales del año pasado, Tindall ha adquirido otros siete gatos que estarían bien cuidados, dijo la abogada al tribunal.