Después de 40 años de su muerte, exhuman los restos del dictador Francisco Franco

La prensa y simpatizantes no tuvieron acceso al lugar

Por Nelytza Lara

24/10/2019

Publicado en

España / Mundo / Portada

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Fueron trasladados desde el enclave monumental del Valle de los Caídos, hasta el cementerio de Mingorrubio, donde descansan los restos de su esposa


La exhumación de Franco llevada a cabo este jueves en el Valle de los Caídos en España marca el fin de un agravio a la democracia española, declaró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un mensaje institucional televisado.

«El homenaje público al dictador era más que un anacronismo y una anomalía, era un agravio para la democracia española y ponerle fin era un deber para las generaciones que no vivieron bajo el trauma de la Guerra Civil y del franquismo», dijo Sánchez.

Sánchez recordó que el Valle de los Caídos, donde Franco se encontraba enterrado desde 1975, es «un mausoleo construido por la dictadura, durante la dictadura, y a mayor gloria de la dictadura».

Por ello, se congratuló de una exhumación que «pone fin a una afrenta moral como lo es la exaltación de un dictador en un espacio público».

Asimismo, Sánchez celebró la exhumación como una forma de proyectar una imagen democrática al mundo.

«Nuestra democracia se prestigia no solo ante nuestros ojos sino ante los ojos del mundo», agregó.

En su comparecencia Sánchez recordó que la decisión de exhumar al dictador da cumplimiento a las recomendaciones expresadas durante años por organismos como Naciones Unidas y, además, recalcó que el proceso cuenta con el aval democrático de los tres poderes del Estado.

«Esta decisión cumple con un mandato del Parlamento, con una sentencia del Tribunal Supremo y con una promesa del Gobierno», subrayó.

Además de congratularse de la exhumación, Sánchez aprovechó la ocasión para anunciar que su intención es ir más allá y  afrontar algunas de las deudas pendientes de España en materia de memoria histórica.

En ese sentido, recordó que el Valle de los Caídos fue levantado con la mano de obra esclava de miles de presos políticos y que allí fueron trasladados los cuerpos de casi 34.000 combatientes de la Guerra Civil, de los cuales «más de un tercio siguen sin ser identificados».

«Esto es una infamia que más tarde que pronto deberá ser reparada, como deberá serlo el que aún hoy existan miles de fosas repartidas por nuestra geografía», señaló.

A su modo de ver, el país sigue teniendo una cuenta pendiente con las víctimas del franquismo porque la España actual «es fruto del perdón» pero «no puede ser fruto del olvido».

Procedimiento

Tras varias horas de trabajo de los operarios y la celebración de un oficio religioso, el féretro con el cuerpo del dictador salió a hombros de ocho familiares adornado por una corona de flores con la bandera de España. Cuando el ataúd ya había sido introducido en el coche fúnebre y bendecido por el clérigo, se han escuchado los gritos de: «¡Viva España! ¡Viva Franco!».

La Delegación del Gobierno en Madrid prohibió un acto en el camposanto de Mingorrubio, en el barrio madrileño de El Pardo, convocado por la Fundación Francisco Franco para rezar por el alma del dictador, después de que la Policía Nacional emitiera un informe en el que se advertía que se podrían causar desórdenes públicos.

A primera hora de la mañana seis furgonetas han trasladado a Mingorrubio una docena de coronas de flores, muchas de ellas con los colores de la bandera de España, con diversos mensajes, entre los que se leían ‘Barcelona con Franco siempre’ o ‘Valencia con el generalísimo’.

También alrededor de las 10 de la mañana (local) la familia Franco llegó a la Basílica del Valle de los Caídos. Todos los miembros portaban en la solapa un lazo con los colores de la bandera española y uno de los nietos de dictador, Francis Franco, que portaba la bandera preconstitucional doblada en la mano ha declarado a los medios de comunicación: «Lo que buscan es que parezca que mi abuelo está solo, que nadie quiere estar allí».

Los únicos autorizados a estar presentes en el momento de la exhumación, básicamente familia, autoridades y operarios, tenían prohibido tomar fotografías ni grabar imágenes. Así, los medios de comunicación, que han reunido alrededor de 500 periodistas en los alrededores del recinto, no han tenido permitido acceder al interior de la Basílica.

El Ejecutivo ha cifrado en 63.000 euros el coste de este operativo, que incluye el levantamiento de una losa de mármol de unos 1.500 kilos y el traslado de los restos en helicóptero.

Con información de Sputnik, RT Actualidad

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