Después de negociar, el expresidente de Kirguistán se entrega a las fuerzas de orden

De ser declarado culpable, el expresidente, de 62 años, podría pasar el resto de su vida entre rejas

Por Nelytza Lara

08/08/2019

Publicado en

Mundo / Política

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La Fiscalía General de anunció una investigación penal por presuntos delitos de desórdenes públicos, vandalismo, asesinato, homicidio en grado de tentativa, amenaza o violencia contra autoridad y toma de rehenes


El expresidente de Kirguistán, Almazbek Atambáev, se entregó a las autoridades después de varias horas de enfrentamientos y tiroteos entre las fuerzas especiales y sus partidarios.

Según ha trascendido, el exmandatario es acusado de ser sospechoso de varios crímenes, entre ellos corrupción, incautación ilegal de tierras y la excarcelación de un peligroso delincuente.

La tarde de este 8 de agosto, las fuerzas especiales de Kirguistán comenzaron un nuevo asalto a la residencia del exmandatario en la aldea de Koy-Tash, a 20 kilómetros de la capital del país, Biskek.

Más tarde los testigos informaron que los partidarios de Atambáev no permitieron al coche en el que viajaba entrar en Biskek.

Los enfrentamientos entre las fuerzas especiales y partidarios de Atambáyev en Koy-Tash, Kirguistán. / AP

Al mismo tiempo, el abogado de Atambáev, Serguéi Slesarev, declaró que su equipo está dispuesto a defender sus intereses en el tribunal y denunciará las acciones ilegales tomadas respecto al exlíder del país.

Al mismo tiempo explicó que el código procesal penal de Kirguistán no permite la detención de un presidente que terminó su mandato.

Más tarde, el servicio de prensa del Ministerio del Interior de Kirguistán informó que Atambáev fue llevado a su Departamento Principal de Investigaciones.

«Fue trasladado a nuestro Departamento de Investigaciones, aquí será interrogado», afirmó una fuente en el Ministerio del Interior.

En resistencia se declararon los partidarios.

Un miembro del grupo de operaciones especiales falleció y 80 personas más resultaron heridas después de que un operativo lanzado el miércoles para detener al expresidente en su casa de la aldea de Koi Tash, a unos 23 kilómetros de Biskek, derivara en enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los defensores del exmandatario.

La Fiscalía General de Kirguistán anunció este jueves la apertura de una investigación penal por presuntos delitos de desórdenes públicos, vandalismo, asesinato, homicidio en grado de tentativa, amenaza o violencia contra autoridad y toma de rehenes.

También este jueves el presidente actual, Sooronbái Zheenbékov, aseguró que Atambáev será imputado por delitos graves.

El pasado 20 de junio, el Parlamento kirguís entregó a la Fiscalía un pliego de acusaciones contra el expresidente Atambáev (2011-2017), entre ellas implicación en varias tramas de corrupción y blanqueo, reordenación ilícita de terrenos y asistencia a la excarcelación ilegal de un capo criminal.

La Fiscalía avaló todos los cargos, salvo los de usurpación de poderes y persecución a periodistas y oponentes políticos.

De ser declarado culpable, el expresidente, de 62 años, podría pasar el resto de su vida entre rejas.

Atambáev atribuye las acusaciones a motivos políticos, insiste en que es inocente y se declara dispuesto a rendir cuentas de su gestión, pero hasta la fecha rehusó comparecer ante los jueces instructores que le citaron reiteradamente para prestar declaración.

Se mantendrán en las calles como forma de protesta.

Las leyes en vigor permiten, en este caso, llevarle por la fuerza al interrogatorio.

Antes de su entrega, Atambáyev responsabilizó al Gobierno actual de los enfrentamientos y aseguró que él mismo personalmente ofreció resistencia armada a las fuerzas especiales. Según afirmó, de todos los que resistieron el asalto, únicamente él disponía de armas, que empezó a usar cuando los comandos subieron al tercer piso de su casa.

El expresidente mantiene que las fuerzas especiales, contrariamente a lo que afirman las autoridades, utilizaron armas de asalto con miras láser, y sostiene que pidió a las fuerzas de seguridad «que no dispararan contra su gente». Asimismo, el exmandatario anunció que sus partidarios tienen la intención de llevar a cabo una protesta frente al Parlamento.

Por su parte, el presidente Jeenbékov interrumpió sus vacaciones y celebró una reunión del Consejo de Seguridad del país. El mandatario acusó a su predecesor de «violación flagrante» de las leyes al ofrecer «una fuerte resistencia armada a la ejecución de las medidas de investigación».

Con información de RT, Sputnik

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