Elon Musk, el magnate tecnológico y actual hombre más rico del mundo, encendió este miércoles la polémica en la escena política estadounidense al lanzar un llamado directo a la ciudadanía para frenar el avance del proyecto de ley fiscal impulsado por el presidente Donald Trump. “¡KILL the BILL!”, escribió el fundador de Tesla y propietario de X, en una provocadora referencia a la célebre película de Quentin Tarantino, llamando a contactar a senadores y congresistas para impedir que la legislación avance.
Musk, quien hasta hace unos días lideraba el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), calificó el proyecto aprobado por la Cámara de Representantes el pasado 22 de mayo como una “abominación repugnante” y una amenaza directa a la estabilidad fiscal de Estados Unidos, sentencio desde su cuenta oficial: “Dejar en bancarrota a Estados Unidos NO está bien”.
La propuesta legislativa promovida por Trump, conocida como “One Big Beautiful Bill Act”, contempla recortes a programas sociales como Medicaid, cupones de alimentos y créditos fiscales para energías renovables, a cambio de aumentos en el gasto militar y fronterizo. Esta reestructuración afecta directamente a sectores como el de los vehículos eléctricos, industria en la que Musk tiene fuertes intereses, y que intentó —sin éxito— proteger negociando discretamente desde su cargo gubernamental.
Un divorcio político de alto voltaje
La ruptura entre Musk y Trump llega en un momento políticamente delicado. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estimó que la legislación agregaría 2.4 billones de dólares al déficit federal durante la próxima década. Pese a estas cifras, la Casa Blanca defendió la iniciativa como “el inicio de una era de crecimiento económico sin precedentes”, mientras que el presidente de la Cámara, Mike Johnson, aseguró que “los recortes de impuestos se pagarán solos con el crecimiento”.
Musk, sin embargo, ha adoptado un tono cada vez más combativo, desmarcándose del gobierno que hasta hace poco apoyaba públicamente y al que contribuyó con más de 290 millones de dólares durante el ciclo electoral de 2024, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.
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Johnson criticó lo que considera una traición política. Según él, Musk había prometido apoyo financiero a la reelección republicana tan solo un día antes de iniciar su ofensiva contra el proyecto de ley. Musk, por su parte, no ha respondido a las solicitudes de comentarios, pero su repentina renuncia al DOGE y su cruzada en redes sociales sugieren una creciente frustración con la agenda fiscal del actual presidente.
Implicaciones políticas
Con el Senado ahora encargado de evaluar el proyecto de ley, la intervención de Musk podría ser decisiva. Su llamado a “matar el proyecto de ley” podría galvanizar a sectores fiscales conservadores, opositores a más endeudamiento público, y reconfigurar alianzas dentro del Partido Republicano, donde Musk no solo es un influyente donante, sino también un referente cultural para parte del electorado.
La Casa Blanca apuesta a que los beneficios económicos compensarán el elevado costo fiscal, pero el eco de las palabras de Musk —“¡Qué vergüenza para quienes votaron por ello!”— resuena en el Capitolio, donde la presión política se intensifica en vísperas del análisis senatorial.
Foto: X
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