Amnistía Internacional denuncia violencia policial en manifestaciones de EE.UU.

La organización de derechos humanos advierte con preocupación los incidentes de violencia y represión ejecutados por órganos de seguridad en las manifestaciones antiracismo en el país norteamericano

A través de un informe publicado el martes, la organización pro derechos humanos confirmó 125 incidentes de violencia policial contra manifestantes, personal sanitario y periodistas estadounidenses, quienes salieron a las calles para protestar contra el racismo en este país.

En este sentido, el estudio, llamado “El mundo está mirando: violaciones masivas de los derechos de los manifestantes de Las Vidas Negras Importan”, detalla que desde el comienzo de las manifestaciones se registraron “numerosos casos de uso innecesario” de gas lacrimógeno y aerosoles de pimienta como primer recurso para dispersar grandes grupos de manifestantes pacíficos.

Además, el informe critica que los actos del presidente de EE.UU., Donald Trump, “representan un callejón sin salida hacia el autoritarismo y deben cesar inmediatamente”.

Además, Amnistía Internacional documentó al menos seis incidentes en los que la Policía usó porras y 13 de uso de proyectiles de impacto cinético como granadas de esponja y balas de goma en 13 ciudades de Estados Unidos.

Por otra parte joven recibe un disparo en la cabeza por parte de la Policía en Los Ángeles mientras se manifestaba con las manos en alto

La Policía de la ciudad de Los Ángeles (EE.UU.) ha publicado el fin de semana pasado imágenes que muestran a un manifestante con las manos en alto mientras recibe un disparo en la cabeza con un proyectil no letal cuando agentes intentaban contener una protesta contra la brutalidad policial.

En el video grabado el 30 de mayo por la cámara corporal de un oficial se muestra a las fuerzas del orden intentando dispersar a un grupo de manifestantes. Según los informes, lo agentes fueron golpeados con rocas, botellas de vidrio y recipientes con agua congelada.

Las imágenes también muestran a un joven identificado como CJ Montano, que permanece de pie en la calle y con las manos levantadas. Segundos después se desploma mientras los oficiales disparan proyectiles contra los manifestantes.

Un grupo de personas ayuda a Montano a ponerse de pie y escapar del caos a medida que los oficiales avanzan por la calle. 

Después del incidente, Montano, de 24 años, explicó a Los Angeles Times que él «no representaba una amenaza» para los policías. Aseguró que tuvo que ser hospitalizado con un sangrado grave en su cabeza y que todavía se está recuperando de la herida.

Por su parte, desde la institución policial calificaron el incidente como un «impacto de cabeza involuntario». De todas maneras, las autoridades aseguraron que están investigando el incidente y buscan identificar al oficial que disparó el proyectil. La política de la Policía exige disparar proyectiles no letales a objetivos específicos solo en caso de que representen una amenaza, y no deben apuntar a la cabeza.

Montano ha notificado a la ciudad que planea presentar una demanda a menos que sea compensado por sus lesiones. «Simplemente parece que todo fue intencional, y me hace sentir mal», agregó el joven.

El uso de la fuerza por parte del Departamento de Policía de Los Ángeles durante las protestas, que ocurrieron a raíz de la muerte de George Floyd a manos de oficiales de Mineápolis, ha sido objeto de escrutinio por parte de las autoridades ante sospechas de incumplimiento de los protocolos.

Cortesía de HispanTV y RT

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