“Son animales”: Trump justifica represión militar y toque de queda contra inmigrantes en EE.UU.

El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, calificó este martes de «animales» y «enemigos extranjeros» a quienes han participado en las protestas que se han registrado desde el pasado sábado en la ciudad de Los Ángeles, California, contra las políticas migratorias de su Gobierno que incluyen redadas y deportaciones aceleradas.

«No permitiremos que los agentes federales sean atacados. No permitiremos que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero. Y eso es lo que son», afirmó el republicano en una alocución desde Fort Bragg, una instalación militar en Carolina del Norte que alberga a más de 50.000 efectivos.

El mandatario convirtió un acto realizado en el marco de la celebración del 250.º aniversario del Ejército de Estados Unidos en una plataforma para justificar su decisión de desplegar tropas militares para reprimir a los manifestantes.

Durante su alocución, el magnate aseguró que las protestas contra sus políticas migratorias que tienen lugar en la ciudad californiana y la segunda más grande de EE.UU., constituyen «un ataque total a la paz, al orden público y a la soberanía nacional, perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera» a la nación norteamericana.

«No vamos a permitir que eso suceda», advirtió, al tiempo que justificó en toque de queda impuesto en la ciudad para sofocar las protestas,

Acusó a los manifestantes de haber transportado trozos de hormigón hasta puentes para lanzalos lanzan a los transeúntes.

«Son animales. Llevan con orgullo las banderas de otros países, pero no la bandera estadounidense. Solo la queman», afirmó, según consignó HispanTV.

Trump gasta 124 millones en reprimir manifestaciones y atacar a migrantes

Trump insistió en que el uso de la fuerza militar es necesario para contener lo que describe como una amenaza interna impulsada por intereses foráneos.

“Usaremos todos los recursos a nuestra disposición para sofocar la violencia y restaurar la ley y el orden”, afirmó el mandatario, quien ordenó el envío de más de 4.000 elementos de la Guardia Nacional y 700 marines para contener las protestas originadas por redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) en comunidades latinas.

La intervención federal, que durará al menos 60 días, representa un gasto estimado de 134 millones de dólares, de acuerdo con fuentes del Pentágono citadas por medios estadounidenses.

Tras el despliegue de los uniformados se han registrado episodios de violenta represión, que han dejado heridos, tal y como se aprecia en registros difundidos en redes sociales.

La decisión también ha provocado una fuerte confrontación política con el gobernador de California, Gavin Newsom, quien afirmó no haber solicitado la presencia de fuerzas militares en su estado y calificó la acción como una “violación de la soberanía estatal”.

“Este descarado abuso de poder por parte de un presidente en funciones exacerbó la situación, poniendo en riesgo a nuestra gente, a nuestros oficiales e incluso a nuestra Guardia Nacional. Fue entonces cuando comenzó la espiral descendente”, declaró Newsom, en un discurso por video.

“California puede ser el primero, pero claramente esto no terminará aquí. Otros estados son los siguientes”, alertó.

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también se pronunció en contra del despliegue, señalando que “la respuesta debe ser el diálogo, no la ocupación militar”.