Por «poner en riesgo la seguridad del Estado», el ministro de defensa israelí, Israel Katz, suspendió las visitas de la Cruz Roja Internacional a los prisioneros palestinos que el ejército sionista mantiene en su poder, y que según distintas ONGs serían más de 6 mil personas.
La medida ha sido denunciada por organizaciones de Derechos Humanos como un intento por ocultar los abusos cometidos en las cárceles israelíes.
En tanto, de acuerdo al comunicado oficial emitido por Israel, la suspensión de las visitas afecta solo a un grupo de detenidos que están incluidos en una lista confidencial, quienes serían los que «pondrían en riesgo la seguridad del Estado», según la recomendación del servicio de inteligencia interno Shin Bet.
Sin embargo, diversas organizaciones humanitarias, entre ellas la ONG israelí B’Tselem, han denunciado un notable deterioro de las condiciones carcelarias de los prisioneros palestinos, quienes han sufrido recurrentes maltratos, aislamientos prolongados y privación de sueño y alimentación.
La Sociedad Palestina de Prisioneros (PPS), junto con condenar la medida, indicó que la prohibición coincide con la aprobación preliminar en la Knéset (poder legislativo israelí) de leyes que permitirían la ejecución de prisioneros palestinos y la creación de tribunales especiales sin las debidas garantías judiciales.
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El Ciudadano
 
						



 
										 
										 
										 
										 
										 
										 
										 
										